Logro abrir los ojos con dificultad y observo el rostro asustado de Tony y Waleska que se encuentran cada uno a un lado de la cama. Waleska tiene lagrimas en los ojos y Tony un rostro realmente cansado. -Amor, gracias al cielo que despertaste-. Su voz se quiebra y besa suavamente mi frente. -Amiga, que susto el que nos diste, me alegra mucho que hayas despertado-. Un pequeño movimiento de Waleska me hace sentir un intenso dolor en el brazo; tengo un inmovilizador en el brazo y pierna derecha. En el brazo derecho tengo unos pequeños cortes y en uno de ellos hicieron una sutura. -¿Que sucedió, que hago aquí?-. Tony me relata lo sucedido y se disculpa constantemente por no haberme protegido. Trato de tranquilizarlo, realmente se encuentra muy alterado. -cariño, estoy bien, tranquilizate-. -Amor, no tienes idea el miedo que enfrenté, pensé que te perdía, cuando no despertaste, mis peores miedos surgieron-. Con la mano izquierda acaricio su brazo. -Pero acá estoy amor y para rato!!!! ya verás!!. Ahora necesito que hagas algo por mí-. El asiente. -Quiero que vayas a tu casa y tomes un baño, descanses un poco y comas algo-. -Pero Haydee, quiero estar aqui contigo, ayudarte si necesitas algo-. -Lo sé amor, pero también deseo que tú estés bien y ahora mismo no lo estás; hazlo por mí, en unas horas nos veremos de nuevo-. Después de un largo rato, Tony acepta ir a su casa a descansar.
-Waleska, ¿como están mis hijos?, deben estar muy asustados-. -Si amiga, no voy a negartelo, pero hace un rato conversé con ellos y les dije que ya estabas muchos mejor y que cuando despertaras te iba a poner al teléfono-. -Gracias Waleska, porfavor llámalos, quiero escucharlos-. Después de conversar con mis hijos y tranquilizarlos, Waleska y yo conversamos un rato más, me comenta lo asustado que Tony estuvo todo el tiempo. -Amiga, ese hombre te ama profundamente, estaba destrozado cuando vió que no despertabas-. -Yo también lo estaría por él Wale, nos amamos mucho-.
-Buenas tardes, ¿puedo entrar?. Un médico de unos 45 años aproximadamente se acerca a nosotros. -Me gustaria hablarle Haydee, tengo algunas preguntas que hacerle-. -Claro doctor, ella es mi mejor amiga, puede estar con nosotros, digame ¿en que puedo ayudarle?-. -Me gustaría realizarle unos exámenes médicos y hacerle algunas preguntas-. Asiento y trato de contestar a todos sus cuestionamientos. -Haydee, quisiera hacer una serie de nuevos exámenes, debido a lo que me acaba de comentar, no quisiera adelantar ningún diagnóstico sin haber leído los resultados de las pruebas-.
Acepto realizar los exámenes que el médico me indica, él se retira para dar la orden; Waleska y yo nos quedamos a solas. -¿Porque no me habías dicho de que te has estado sintiendo mal?-. -Tranquila amiga, no creí que fuera algo delicado, he estado bajo mucha presión ultimamente-. -Pues no importa, tenías que haberme contado, yo podría haberte ayudado en algo, para eso somos las amigas-. Le sonrío. -Lo sé Waleska y te agradezco que te preocupes, pero verás que todo estará muy bien; por ahora, tengo que recuperarme y salir de aquí-. Ella no se encuentra muy convencida, me abraza con ternura y yo me siento muy dichosa de tener personas tan especiales a mi alrededor.
Tony regresa después de un par de horas al hospital. Lo encuentro sentado a mi lado cuando despierto. -No sabia que estabas aquí-. -No quise despertarte cariño, dormías plácidamente, entonces, aproveché para observarte dormir, hasta con ropa de hospital eres muy bella-. -Gracias amor, ¿me harías un favor?-. -Claro, díme-. -¿Podrías trenzar mi cabello? Está todo enmarañado-. Sonríe y me parece más joven de lo que realmente es. -Claro mi dormilona, será un placer-. Se coloca detrás de mí y delicadamente trenza mi cabello, conversamos amenamente como los amigos que somos. -Listo amor, ya estás decentemente peinada-., me guiña el ojo. Entra la enfermera y trae el almuerzo. -¿Quieres que te ayude?-. Le agradezco el gesto y Tony me ayuda para que pueda comer mi almuerzo; ya que una mano esta inmovilizada y la otra tiene suturas y golpes que después del efecto del medicamento, el dolor se ha vuelto cada vez mas incómodo.
-Te tengo una sorpresa-. -Que alegre amor!!!!, díme, ¿de que se trata?-. -He logrado que el médico que está de turno deje entrar a tus hijos por unos minutos a la sala-. -Por temas de salud, prefieren no autorizar su ingreso, pero ya que tu estás mejor, te permitirán verlos por un rato-. -Te amo Tony, gracias, por pensar en todos estos detalles especiales-.
Estoy muy contenta, Waleska vendrá en un momento y traerá a mis hijos. - Hola mami-. -Hola mis amores-, mis hijos me abrazan cuidadosamente, observo lagrimas en sus mejillas. -Mis amores, no lloren porfavor, estoy bien, un poco magullada, pero muy bien-. Mis hijos me observan con incredulidad, pero finalmente asienten. -Mami, la abuelita vendrá a verte mañana, quería hacerlo hoy, pero no hubo quien la trajera, mañana vendrá temprano-. -Está bien cariño, la estaré esperando con muchas ansias-.
Mis hijos han vuelto con Waleska a casa, durante el resto de la tarde he tenido visita de mis compañeros de trabajo, todos han sido muy reservados y no han cuestionado la razón por la que Tony yo ibamos en el mismo auto; yo les agradezco el gesto, no me siento de muchos ánimos para tener que dar explicaciones.