No te perderé de nuevo

MALAS NOTICIAS

-Buenos dias amor, ¿como te sientes?- Me despierto y lo primero que observo es la sonrisa de Tony -¿Me regalas un beso mañanero Haydee?- -Claro mi amor-. 

Tony me comenta que mi madre llegó muy temprano, pero me encontró dormida, por lo que fue a tomar algo a la cafetería para permitirme descansar un poco más, además Tony me comunica que necesita ir unas horas a la oficina para preparar unos expedientes. -Lo lamento, no quisiera dejarte...-. -No te preocupes, no estaré sola, mi madre me hará compañia, vete tranquilo, nos veremos más tarde-.  Mi madre entra a la habitación con lagrimas en los ojos -Lo se Tony, te prometí que no lloraría, pero no puedo evitarlo-. Tony se acerca a mi madre y la abraza. -Está bien, no se preocupe, pero tranquilicese, Haydee la necesita fuerte, para que pueda apoyarle en su recuperación-. -Lo sé muchacho, muchas gracias-.  Mi madre y Tony siempre tuvieron una excelente relación durante los años en que ambos ibamos a la universidad, visitaba constantemente mi casa e incluso visitaba a mi madre para tomar café juntos cuando yo estaba fuera de casa. 

Tony se despide con un beso en la mejilla. -Pronto estaré de regreso, si necesitas algo, por favor llámame-. -Claro, no te preocupes, estaré bien-. Se despide de mi madre. -Es un enorme placer verla de nuevo-. -Lo mismo digo muchacho, estoy feliz de verte nuevamente-. 

Mi madre y yo nos quedamos conversando un largo rato -Hija, estoy tan contenta, pero tan contenta de que te hayas encontrado con Tony-. Mi madre sonrie y sonrie sin parar. -Yo también madre, estoy muy feliz de que el cielo lo haya puesto en mi camino de nuevo-. -Hija, no quisiera ser la portadora de esta noticia, pero debo decirtelo, antes de que te enteres por otra persona...- - ¿Que pasa madre?- -Hace 2 días recibí una llamada de un número desconocido, al principio no tuve intenciones de contestar, pero la persona insistió hasta que la curiosidad me hizo contestar. -¿Quien era?- . -Hija, pensé que nunca más iba a escuchar esa voz...- Empiezo a sentir un presentimiento negativo en mi corazón. -Hija, era Mario el que llamaba a mi teléfono, necesita comunicarse contigo-. -Siento que mis mejillas se encienden automáticamente, me recorren escalofríos por el cuerpo, -¿Que más te dijo?-. -Quiere hablar contigo y quiere volver a ver los niños-. 

Mario salió de nuestras vidas hace 3 años en que decidió irse a vivir a Estados Unidos; conoció a una chica americana con la que pronto contrajo matrimonio  y así pudo obtener los documentos para vivir legalmente en Estados Unidos. Al principio se comunicaba constantemente con los niños y les enviaba dinero y algunos regalos, sin embargo al poco tiempo dejó de hacerlo y se perdió la comunicación. 

La noticia de la comunicación de Mario me llena de preocupación, mis hijos sufrieron mucho por su ausencia, sin embargo luego fueron aceptando los hechos, pero, saber que regresa a nuestras vidas me produce además mucha incertidumbre; no deseo que mis hijos vuelvan a sufrir por su causa, por tanto, no voy a esconderme, debo enfrentar la situación y hablar con él acerca de lo que busca nuevamente en nuetras vidas.

Me he quedado en silencio por un largo tiempo y no lo habia notado, mi madre me pide que vuelva a la realidad. -Hija ¿que piensas hacer?- -Necesito hablar con él y saber que pretende ahora-. -él llamará por la tarde y podré comunicarte la llamada-. Asiento. Como sabemos que es un tema dificil, cambiamos el eje de la conversación. 

Una hora después recibo la visita del médico. Mi madre salió en busca de su almuerzo y me encuentro viendo la televisión. -Hola Haydee- . -Hola doctor-. -¿Como te sientes?-. Le detallo al médico los sintomas que he tenido en las últimas horas. -Haydee, necesito aclarar que tu brazo y los golpes sanarán pronto;  sin embargo, es otro tema que necesito conversar contigo. Estoy conciente que no es el momento, pero este tipo de situaciones deben afrontarse pronto; es un cuenta regresiva-.  -Digame doctor, sin rodeos!!, ¿que me sucede?-. Trato de sostenerle la mirada, demostrar seguridad en mis palabras y ocultar el enorme temor que siento en mi interior, respiro con dificultad y la cabeza me da vueltas, pero necesito saber que es lo que está sucediendo que tiene tan inquieto al médico acerca de mi salud. 

-Haydee, tengo los resultados de tu papanicolau y los resultados son desfavorables; será necesario realizar una serie de examénes mas, pero ...- -Dígalo doctor-. -Haydee, lamento decirte que tienes cancer de cuello uterino-. Mi mundo se detuvo, dejo de respirar por unos segundos y mi cuerpo se estremece ante las palabras del médico; por un momento pasan cientos de escenas de mi vida, buenas y malas, como si fueran una pelicula antigua.- Haydee, ¿me escuchas?-. Cuando reacciono tengo al médico muy cerca de mí -Haydee, ¿me escuchas?-. -Si doctor, lo escucho-. Te he estado explicando todo lo que debemos hacer de acá en adelante, ¿has comprendido lo que te he he dicho?, díme si tienes dudas....- -Si doctor, no se preocupe, he comprendido y si tengo dudas lo localizaré-. Confieso que no he escuchado nada de lo que ha dicho, pero necesito quedarme sola por un momento.




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