-Sea lo que sea amor, yo estoy a tu lado, soy tu madre y siempre estaré para tí-. Mi madre aún no ha escuchado lo que sucede y ya me ha expresado todo su apoyo. Me abraza con sus débiles brazos, pero llenos de ternura y acaricia mi cabello. -Madre, tengo cáncer-. Escuchar esas palabras salir de mi propia boca me producen un profundo dolor, pero no es un dolor físico sino un dolor emocional que recorre cada una de las partes sensibles de mi cuerpo. Mi madre interrumpe el abrazo y mi observa con sus ojos cansados. -Lo superaremos juntos, ya lo verás!!!., yo estaré para tí en cada momento y tú lo superarás, porque eres fuerte, incansable y una mujer de fe..., mírame bien Haydee!!! yo no lo dudo y no dudaré en ningún momento que lo superarás!! que serás más fuerte que esa enfermedad, porque cada cruda batalla la hemos superado y ésta no será la excepción-. Mi madre me transmite fortaleza con sus palabras. Ella siempre ha sido mi primera guerrera, mi super guerrillera!!! y yo hoy me prometo ser una mujer fuerte, por ella, por mis hijos y por todas las personas que amo.
Después de unas horas, fue necesario regresar a la sala de laboratorios a continuar realizando los éxamenes médicos que él médico solicitó. He regresado muy cansada a la habitación y he necesitado dormir un par de horas para recobrar energías. Mi madre estuvo pendiente por si Mario se comunicaba, sin embargo no lo hizo y ella se trasladó al apartamento para cuidar de mis hijos y descansar.
Por fín tengo un tiempo para estar a solas y meditar sobre lo que me está ocurriendo, definitivamente no pienso decaer, voy a mantenerme fuerte y ayudarme en este proceso, investigaré, ire a terapia, tomaré medicina natural si es preciso, etc. etc, haré todo lo necesario para recuperar mi salud y volver a ser la mujer que antes era.
-Hola dormilona, ¿en que piensas?-. -Hola amor, pensaba en muchas cosas, por ejemplo en el trabajo que tengo pendiente-. -No te preocupes por eso, les comenté lo que sucedió y todos están muy pendientes de tí, querian venir a verte hoy, pero les indiqué que era preferible hacerlo mañana y dejarte descansar, por tanto, fui contratado de mensajero y traigo algunos cosas para tí-. Tony extiende su mano y encuentro varias tarjetas de mis compañeros de trabajo, así como unas rosas y un libro; -Todos desean que te recuperes pronto y regreses a la oficina-. -Gracias cielo; son todos muy amables!!!-. -Díme ¿te pasa algo?-. Se queda meditando por unos segundos. - Te soy sincero, hace unos minutos observé a una mujer, aproximadamente de tu edad, que venia saliendo de una sala, su esposo la ayudaba a trasladarse. Ella debe estar recibiendo quimioterapias, porque se notaba su falta de cabello bajo una pañueleta, así como su rostro desmejorado. Me pareció una escena muy dolorosa, ver como la personas que amas se va deteriorando poco a poco y tu no puedes hacer nada por ella, es morir lentamente a su lado-. Se queda observando al techo por un momento y yo siento como si me hubieran clavado un puñal en el corazón. -Hadydee ¿estás bien?-, -Si Tony, estoy bien-. Toma una silla y se coloca al lado mío. -Debes estar aburrida por estar en esta camilla, pero pronto te darán de alta y retoremaremos nuestras actividades, ya lo verás!!. Asiento y trato de sonreir.
Ha llegado la hora de comer y después de ayudarme a cenar Tony se dirige a la cafetería para obtener algo para cenar. Me he quedado meditando sobre lo que él me comentó que observó en el pasillo y pienso en lo doloroso que sería para él saber lo que me está sucediendo, Tony ignora cuanto me impactó su observación y lo que puede provocar en nuestra relación.
Mi teléfono suena y me acerco a la mesita que tengo al lado derecho de la camilla. El número es desconocido pero no es una llamada nacional, me quedo observando la pantalla unos segundos y la llamada se termina. El teléfono vuelve a sonar. -Hola-. -Hola Haydee, ¿sabes quien te habla?