No te perderé de nuevo

PORQUE TE NECESITO....

Despierto lentamente y observo a una persona dormida, recostada sobre mi cama. Mi corazón se agita, nada de esto fue un sueño, Tony se encuentra a mi lado. Me muevo lentamente, aún me siento débil, pero mucho mejor que días atrás. Escucho pasos que se acercan. Tony se despierta rápidamente y me sonríe. -Hola amor-. Mi mente voló por el tiempo y recordé aquella época en que sonreíamos juntos, sentados en los escritorios de la universidad; su sonrisa es dulce y sus ojos están repletos de lagrimas. Se acerca con temor, sus manos tiemblan y no deja de sonreir. -Abrázame-. Me abraza de prisa, con temor a que me arrepienta y lo aleje de mí -Lo siento Tony, lo siento mucho-. Coloca su dedo sobre mis labios. -No te disculpes amor, no tienes porqué hacerlo-. Lloramos de felicidad, nuestro abrazo fue largo y sin prisa. Tony susurra palabras dulces a mi oido, y yo siento que mi vida surge de nuevo, florece como una rosa en primavera. -Tenemos tanto que hablar Tony-. Toca mis mejillas aún húmedas de lagrimas. -Tenemos toda una vida para hacerlo mi amor....-

Mario se ha quedado de pie en la distancia, dándonos un poco de privacidad. Observo su mirada triste y siento cierta nostalgia, debo confesar que en este tiempo le he vuelto a tomar afecto, mucho tiempo estuve molesta por su proceder, pero me ha demostrado que se ha convertido en un buen hombre, una estupenda persona, lamento que haya surgido alguna esperanza de reconciliación en él, pero eso es imposible; mi corazón está lleno, completamente lleno...

-Disculpen la interrupción; me alegro que estés bien Haydee-. -Mario acércate por favor-. Mario observa a Tony quien le regala una sonrisa  de ánimo. -Gracias Mario, estaré eternamente agradecida contigo-. Le beso la mejilla y él me guiña un ojo. -Fue un placer Haydee-.  Mario se dirige a Tony -Todo listo cuate-. Tony asiente.  Hay un cruce de miradas de complicidad entre ellos y estoy a punto de preguntar cuando mis hijos y mi madre hacen su entrada a la habitación. Nos abrazamos y besamos. Mi madre llora y agradece al cielo.-Hija, que alegría, no podría soportarlo si algo te sucediera- yo la abrazo y acaricio su blanca cabeza con cariño, -gracias madre, gracias por amarme como lo haces-. Mi madre está realmente afectada, Mario y los niños la acompañan hasta la cafetería para que pueda tomar algo y luego la acompañarán hasta la  capilla del hospital para hacer oración.

-Haydee- Tony tiene su mano sobre la mía.-Sí amor-, -¿recuerdas cuando me dijiste que estaríamos juntos hasta que yo ya no escuchara tus regañinas porque me habia quedado sordo; cuando ya no tuviera un diente natural en mi boca, estuviera completamente pelón y pasara horas sentado en mi butaca escuchando las noticias en la radio?- -Claro amor, lo recuerdo perfectamente-. -Entonces...quiero que quede evidencia escrita de ello-. Río con ganas -¿no crees en mi palabra?-. -Prefiero que lo dejes por escrito-. -Entonces proporcióname papel y lapiz y te lo concederé-. Le guiño un ojo. -¿estas segura?. -Segurísima-. Mario lentamente se arrodilla y mi corazón late de prisa, como si le fuera urgente salirse del pecho.  - Entonces, mi amada Haydee ¿Quieres casarte conmigo y vivir a mi lado todos los días, horas, minutos y segundo que nos queden de vida?-




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