-Adelante, el doctor Kelsen los espera-. Tony presiona mi mano para transmitirme fortaleza. Mi madre y los niños se han quedado sentados en la sala de espera y Tony y yo caminamos lentamente hacía el sitio que nos muestra la enfermera. Después de saludar al médico nos sentamos frente a él, que nos observa con gesto preocupado. -Haydee, me alegro que ya haya finalizado tu tratamiento, como te expliqué la vez anterior, con el resultado de estos éxamenes, sabríamos que camino seguir con tu tratamiento, sin embargo hay algo que cambia el rumbo de todo.....- Él médico hace una pausa y Tony y yo nos observamos con asombro. -Haydee, las quimioterapias dieron el resultado que esperábamos....- Mi corazón se agita de felicidad, doy gracias al cielo por esta noticia, Tony y yo tenemos dibujada una sonrisa en el rostro que desaparece ante la mirada del médico. -Pero....será necesario continuar con un tratamiento menos severo para eliminar completamente el cáncer, sin embargo no podrá suceder en este momento...- -¿Porque doctor?- Tony lo cuestiona. -Porque Haydee, está embarazada-. Siento como instantáneamente se encienden mis mejillas y mi vientre se contrae. En este momento tengo una confusión de sentimientos, estoy alegre, precupada, temerosa...etc.... Tony y yo estamos en shock, por un momento he perdido el hilo de la conversación; el médico nos explica algo que no logro comprender. Finalmente reacciono, hay muchas preguntar que debo hacer, sin embargo Tony se anticipa. -No es posible doctor, Haydee no está en condiciones de continuar con el embarazo-. Las palabras de Tony taladran no solamente en mis oidos, sino también en el corazón. -¿Que dices?-. -Escucha Haydee, aún no estás completamente sana, el tratamiento debe continuar, tú no estas en condiciones para dar termino a este embarazo-. El médico ante nuestra confusión y el giro que han dado las cosas trata de mantener la calma. Nos pide atención y silencio y nos explica que los riesgos pueden ser altos, pero hay probabilidades que el bebé nazca sano, aunque nada asegura que mi vida no corra riesgos y que la enfermedad no se propague durante esos meses. -No doctor, estoy en desacuerdo, no vamos a exponer la salud de Haydee-. -Tony, es una decisión que ustedes deben tomar como pareja, yo puedo apoyarles como profesional, pero ustedes son los padres-. -El niño nacerá doctor, yo cuidaré de mi salud y del embarazo, todo saldrá bien, tengo fe que así será-. Tony está completamente fuera de sí, estoy consciente que desea decirme muchas cosas, pero ahora, tiene una lucha interior muy fuerte y comprendo su dolor y frustración. -Creo que lo mejor es que lo conversen en la intimidad de su hogar, pueden llamarme y concertar una cita después que hayan tomado una decisión-.
Hemos regresado al apartamento de Mario, a los niños aún no les hemos comunicado la noticia y esperamos a que cada uno se aleje a realizar sus actividades para podernos reunir y conversar. Mi madre está en shock, Mario muy sabiamente nos indicó que nos apoyaría en cualquier decisión que tomáramos. Ellos nos dejan solos para que podamos continuar con nuestra conversación. Tony se aleja a la habitación; cuando entro, lo observo sentado sobre la cama con las manos sobre su rostro. Me coloco de rodillas para quedar frente a él. -Amor, estaremos bien, ya lo verás!!!-. Levanta el rostro bañado en lagrimas e instantáneamente lagrimas caen sobre mis mejillas. -No nacerá Haydee-. -¿que dices?-. -Que nada de lo que el médico diga, me asegurará que tú estarás bien, y, no voy a exponer tu salud-. Mi corazón late de prisa, porque puedo observar en su mirada que ha tomado una firme decisión. -Lo siento Tony, pero lo he decidido, no interrumpiré mi embarazo, jamás mataré a mi hijo-. Tony me toma de las manos y me ayuda a ponerme de pie -Comprende Haydee, las cosas pueden cambiar en cualquier momento y tu salud puede deteriorarse y cuando el embarazo esté muy avanzado, no podrá interrumpirse y tu salud puede correr peligro-. Hay súplica en sus palabras y sus ojos bañados en lagrimas me gritan que confíe en él -Amor, no pierdas la fe, entiendo que tengas mucho miedo, yo también lo tengo, pero también confio en que todo saldrá bien y ganaremos esta batalla-. Tony se seca las lagrimas con el torso de la mano y hace una larga pausa, yo intento abrazarlo pero él me aleja. -Soy tu esposo y el padre del niño y yo....con el todo el dolor de mi alma no estoy de acuerdo, prefiero tenerte a tí, que perderlos a los dos-. Estoy consciente de lo dificil que debe haber sido para él decir estas palabras, ambos hemos respetado y luchado por los derechos a la vida desde nuestra juventud; él acaba de perder a su hija y aún sufre mucho por su deceso, estoy segura que en otras condiciones, estuviera loco de felicidad al saber que será padre de nuevo. -Tony, en la vida todo tiene riesgos, pero el resultado vale la pena-. -No me obedecerás-. Sus palabras están llenas de dolor, pero también de enojo, -No lo haré, lo siento; no interumpiré mi embarazo, no seré yo la que acabe con la vida de mi hijo-. -Entonces, no hay mas que hablar, yo no puedo ver como te matas lentamente, jamás lo soportaría-. Las palabras caen como lanzas en mi corazón. -No moriré......- -Entonces interrumpamos el embarazo-. Niego con la cabeza y él me toma fuertemente del brazo. -Haydee, no me hagas esto....- Me suplica y me presiona el brazo. Me suelto de su presión y me alejo unos pasos. -No lo haré, y, espero que mi esposo me apoye, porque esa es la promesa Tony, apoyarnos en las buenas y en las malas-. -No te apoyaré cuando lo que estás es terminando con tu vida lentamente-. Tomo fuerzas de flaqueza y añado con todo el dolor de mi alma, esperando con ello que Tony retroceda en su decisión y comprenda que lo que él desea es completamente absurdo. -Si tú no me apoyas, lo mejor es que te vayas-. Tony me observa asombrado -¿Prefieres que termine nuestra relación a finalizar con el embarazo? Introduzco aire a mis pulmones fuertemente, necesito tiempo para oprimir mis ganas de llorar y que las palabras suenen fuertes y seguras, aunque estás estén desgarrando mi corazón. -Sí, lo prefiero, antes de matar a mi hijo-. Tony abre los ojos como platos y ante su sorpresa añado. -Si sáles por esa puerta, comprenderé que tus miedos son mas fuertes que tu fe y tu amor por nosotros; pero si prefieres quedarte te quiero completo, seguro, esperanzado, de lo contrario, será mejor que te vayas-. Mis piernas me fallan, estoy a punto de caer; pero una fuerza extraña me ayuda a mantenerme en pie. -Entonces debo irme-. Nos miramos a los ojos por unos segundos, que me han parecido eternos, nuevamente estoy perdiendo al amor de mi vida, nuevamente estoy muriendo por dentro.