Ha llegado el día de mi cumpleaños, me parece extraño que ninguno de mis amigos me haya llamado para felicitarme. Dentro de una hora terminaré el trabajo y no tengo planes para hoy; me dirijo a casa y todo está completamente cerrado, solo eso me faltaba, mi madre no está y encima debo cocinar....pero bueno, hay que aceptar lo que hay....desde que mis padres están planeando separarse la situación en mi casa se ha vuelto cada vez mas dificil.
Abro la puerta -¡sorpresa!.. y ahi están todos mis amigos sonriendo; el primer en acercarse y abrazarme es Tony...-espero que te guste tu fiesta mi linda amiga-. Le sonrio y acepto su abrazo con todo mi cariño, todos me felicitan y entregan regalos, mis amigos me informan que Tony los contactó y organizó la fiesta para mí.
Durante la fiesta suena el teléfono es un número desconocido. -Aló-. -Hola Aydee, te llamo para desearte feliz cumpleaños, que lo estés disfrutando mucho-. Es la voz de Mario, no lo habia escuchado desde hace unos meses en que terminamos la relación.-Gracias Mario, si, la estoy disfrutando mucho, acá estoy reunida con tdos mis amigos-. -Te felicito y me gustaria verte la proxima vez que vaya a casa, y poder entregarte un obsequio-. -No te molestes Mario.- No es una molestia para mí, siempre disfrute comprar tus regalos de cumpleaños y ver tu rostro cuando los recibias-. -Debo dejarte, gracias por llamarme.- y termino la llamda.
No habia observado que Tony estaba atento a mis movimientos, sé que se ha dado cuenta que la llamada era importante, pero simplemente lo ignora, me sonrie y me ofrece una bebida.
Al final solo nos quedamos él y yo en casa, estamos recogiendo todo lo que ha quedado de la fiesta, nos sentamos finalmente en el sofá y le ofrezco una bebida, están pasando en la televisión nuestra serie favorita ¡La ley y el orden! nos miramos y sonreimos, hemos visto todos los capitulos, pero igualmente nos sigue fascinando. Mi madre entra y me abraza nuevamente, por la mañana fue la primera en felicitarme y darme su obsequio. Saluda a Tony a quien ha llegado a apreciar mucho y le ofrece de cenar, él le muestra con una sonrisa su estomago y le indica que está al borde de reventar.
Acompaño a Tony hasta la puerta, le agradezco su gesto y me sonrie. - Haría todo por ti mi dulce amiga, solo pídelo y yo no dudaré en estar ahí para tí.-