-Mario, Tony es mi amigo, y prometí estar ahí-. -No volveré a repetirlo Aydee, no pienso ir a esa tonteria, tu no eres su familia, que vayan ellos, tú no estas obligada a hacerlo, además tengo un viaje planeado para nosotros, desde hace mucho tiempo te quejas de que no salimos en familia y ahora que lo he planeado y pienso llevarlos un fin de semana de viaje, tu pretendes ir a una tonta graduación.-
Durante mucho tiempo discutimos hacerca del asunto, intenté que cambiara la fecha del viaje, sin embargo no fue posible hacer que aceptara. -Se lo debes al niño Aydee, siempre estás trabajando o estudiando y ahora que puedes sacarlo a pasear, no lo haces-.
Finalmente acepto, sé que mi hijo merece que salgamos juntos, él se alegra mucho cuando estamos los tres, en su carita puedo notar la felicidad que le genera vernos como familia.
Estoy en la habitación, Mario duerme a mi lado, estoy pensando en mi amigo Tony, debe estar en su fiesta de graduación, él debe haberme extrañado mucho, buscado entre los invitados y yo no estaba, su amiga le habia fallado. Me encierro en el baño y lloro desconsoladamente, mi mundo esta de cabeza y estoy pagando un alto precio por mis errores.
Hace unos días me enteré que estoy embarazada de nuevo, la inyección de anticonceptivo debe haber fallado, sé que en las circunstancias en las que mi relación se encuentra, la venida de un nuevo bebé la hace más dificil, sin embargo estoy contenta por la nueva vida que crece en mi interior.
Aún no le he dado a Mario la noticia, esperaba que estuvieramos frente a frente para poder contarle sobre la venida del bebé, sin embargo tiene 3 semanas de no venir a casa, debido a que se encuentran en preparación para le inicio de una nueva temporada de futbol, por tanto he decidido decirselo por teléfono.
-Hola ¿como estas?.- Hola Mario, te llamé porque tengo algo importante que decirte-. -Dime, ¿que es eso importante?. -Mario, estoy embarazada nuevamente-. Todo se queda en completo silencio, -¿Mario, me escuchaste?.- Si Aydee, te escuché, mira, tienes que estar tranquila, si hemos criado al niño, podemos hacerlo con un nuevo hijo, tu tranquila que lo lograremos-. Esas fueron las palabras que escuché de mi esposo con relación a mi embarazo; fue lo más dulces que pude escuchar y lo único que escucharia durante el resto de mi embarazo-.