No te perderé de nuevo

LA ENTREVISTA

Hemos llegado a casa, Waleska también está muy contenta con lo de la entrevista, se ha ofrecido a preparar una rica cena para celebrar. Además hoy veremos la pelicula que ella elija, espero que no sea muy romantica, hoy mi corazón ya tuvo su buena dosis de romanticismo con mi hermoso regalo de navidad.

Ha amanecido y me he decidido por una traje formal de pantalón para asistir a mi entrevista, Waleska me ha maquillado, ya que no es una de mis especialidades; hemos salido más temprano que de costumbre para que Waleska pueda dejarme en el edificio de la firma de abogados para que pueda ir a mi entrevista y luego dirigirse al trabajo.

La recepcionista me hizo pasar hasta la oficina del licenciado Gramajo y me ofreció un café; a pesar de que ya conozco al licenciado, me siento un poco nerviosa y el café seguramente me ayudará mucho con levantarme las energías. Me indicó que en unos momenos vendrá a atenderme, que está a punto de finalizar una reunión que programaron para primera hora.

-Hola licenciada, que gusto que haya venido-. Me pongo de pie para saludar al licenciado Gramajo.- Buenos dias licenciado, a usted le agradezco tomarme en cuenta y programar está entrevista-.  extiende su mano para devolverme el saludo-Por favor sientese, vamos a conversar, tengo mucho que explicarle y espero que acepte mi propuesta-.

La entrevista duró aproximadamente una hora, la verdad es que hablamos de trabajo media hora y la siguiente media hora conversamos de la playa y de la familia. El licenciado demuestra que es una persona hogareña y además disfruta del mar.

Salgo muy feliz de su oficina, a partir del siguiente lunes, soy la nueva licenciada junior a cargo de procesos de familia. Además el salario es de un 40% más de lo que actualmente gano en el interinato.  Tengo ganas de dar un pequeño baile de triunfo, pero  este lugar no es para nada recomendable, por fin todo empieza a tomar su rumbo, tengo un par de días para pensar en conseguir un apartamento para traer a mis hijos y mudar mis muebles hacia acá; además de buscar colegios para inscribir a mis pequeños.

Estoy en espera de que se abra el ascensor, cuando siento pasos trás de mí - Buenos días Aydee-. Siento escalofrios cuando escucho esa voz tan cerca de mi oido. -Hola Tony, buenos dias-. No puedo disimular mi sonrisa, además no quiero disimularla, estoy muy feliz por todo lo que ha acontecido. - Veo que estás muy contenta, imagino que ya llegaron a un acuerdo con el licenciado Gramajo-. No me asombra su pregunta, ellos debieron haber conversado de ésto anticipadamente. - Si Tony, el próximo lunes empezaré a laborar, le pedí al licenciado que me permitiera esta semana dejar todo en orden en la oficina y renunciar formalmente-. -Me alegro por tí-. Finalmente el ascensor se abre y ambos entramos. Nos quedamos en completo silencio, pero mi cabeza comienza a trabajar a mil por hora, de repente recuerdo la parte del libro en el que Cristian Grey y Anastasia Steel están en el ascensor....bueno...una de las veces.... es una locura, ¿desde cuando pienso estas cosas?. Quisiera saber que está pasando en este momento por la cabeza de Tony.

Finalmente llegamos al último piso, yo debo ir en busca de un taxi y me despido de Tony. - Cuidate mucho Tony, nos vemos otro día, tengo que ir a trabajar-. -¿Aydee, Te irás en taxi?-. -Si, hoy no he traido mi vehículo, mi amiga me trajo hasta acá-. -Ven conmigo, voy para el Ministerio de Finanzas, puedo dejarte en tu edificio-. Me toma de la mano para que camine a su lado, sin embargo me he quedado inmovil, sintiendo un cosquilleo que me recorre por todo el cuerpo. Él lo nota y yo me sonrojo; inmediatamente suelta mi mano y camina hacia el parqueo del edificio. Trato de recomponerme, pero este hombre con el carácter tan variable, me hace sentir emociones y sentimientos que no habia sentido antes. 

Abre la puerta del vehiculo, ingreso y me siento con mi bolsa sobre mi rodillas, tengo que mantener mis manos ocupadas, por lo que empiezo a jugar con el cierre de la bolsa. Me siento como una adolescente en su primera cita, sin embargo, ya no soy adolescente y ésta no es una cita. 

-¿Ya desayunaste?- Sus palabras me sacan de la burbuja en la cual me encuentro. -Salí muy temprano de casa y solo he tomado un café en la oficina del licenciado Gramajo, desayunaré en cuanto llegue a la empresa-. -Pasaremos por un Macdonald, yo no he desayuno también, ¿te parece?-. Asiento. 

-Quiero agradecerte Tony por mi regalo de ayer, me encantan mis libros, gracias por recordar también a mi escritora favorita-. -No solo eso recuerdo de tí Aydee-. Observo el rostro de Tony y también su sorpresa por lo que acaba de decir, puedo precisar el momento en que se arrepiente de haberlo dicho y eso me da mucha tristeza, debe tenerme rencor por todo lo sucedido.

Trato de que pase el mal rato y cambio de tema, hablando del tráfico y del nuevo trabajo; veo como vuelve a tomar confianza en sus palabras y llegamos hasta el primer Macdonald que se encuentra en nuestro camino hacia la empresa. Hemos hecho nuestro pedido y el joven que nos atiende, comienza a entregar nuestras bolsas con los desayunos, yo me apresuro a ayudarle a Tony a tomar las bolsas y  me acerco cada vez mas a la ventanilla en la que se encuentra el joven haciendo las entregas;  eso hace que quede muy cerca de Tony, hasta el punto que puedo sentir su respiración. Me he quedado inmovil, con las bolsas en la mano, el momento es bastante incómodo y creo que el joven lo ha notado, por lo que escucho que la ventanilla del Macdonald se cierra. 




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