Voy de camino de regreso a la ciudad, llevo como copiloto a mi hijo mayor y mi hija desde la parte de atrás, me comenta todos sus planes para nuestra nueva vida; ambos están emocionados con la mudanza, sin embargo mi hijo mayor está un poco triste por sus viejos amigos. Le prometo que regresaremos los fines de semana y tendrá tiempo para compartir con ellos.
Ha llegado el día domingo y desde muy temprano estamos afanados en la colocación de los muebles en nuestro nuevo apartamento, Wale se ha unido a nuestro pequeño equipo de trabajo y yo me ofrezco a preparar algo rápido de comer para que podamos continuar con nuestro trabajo; finalmente hemos terminado y nos sentamos en el sofá para disfrutar de unas tortillas de huevo y arroz que he preparado y a ver nuestra serie favorita "El Mentalista".
Durante todo el fin de semana no he sabido nada de Tony, por lo que estoy tratando en enfocarme en mi tarea y no seguir pensando en él.
Ha llegado el lunes y estoy preparada para irme al trabajo, mis hijos comenzarán clases durante una semana, por lo que Sonia ya se ha incorporado al trabajo y quedará al cuidado de ellos, durante estoy en la oficina. Me despido de mis pequeños y ellos me desean muchos éxitos. Mi hijo muy seriamente me pide que no me preocupe por nada, que él cuidará de su hermana; sonrio, ya es un hombrecito... mi pequeño hombrecito.
Estoy muy emocionada, pero también muy asustada, quiero hacer un buen trabajo y crecer profesionalmente; pero también me preocupa la parte personal, en la que estaré tan cerca de Tony todo el tiempo. He estado pensando en la forma en que actuará después de lo sucedido el día viernes, me preocupa que el ambiente de trabajo se vuelva muy incómodo, especialmente para él.
Estoy frente al edificio de la firma de abogados, estoy muy nerviosa y feliz; hoy me levanté muy temprano, cociné el desayuno de mis hijos y preparé un pequeño termo de café para el camino.
-Bienvenida licenciada, buenos dias-. Es el saludo de la recepcionista. -Muchas gracias, muy buenos dias para ti-. Ella me sonrie. -Licenciada, la esperan en la sala de reuniones-. Automáticamente veo el reloj, aún faltan 15 minutos para la hora de entrada. Me pongo muy nerviosa -Paty, ¿ya es tarde? Ella sonrie de nuevo -No licenciada, solamente que el viernes decidieron que hoy entrarian una hora antes para ver algunos detalles y pues, yo tuve que entrar también más temprano para prepararles café y la sala de reuniones-. -Pero...nadie me dijo nada de entrar mas temprano-. -No se preocupe licenciada, no quisieron ponerla nerviosa en su primer día, por lo que usted está llegando a muy buena hora-. Me guiña el ojo y yo siento mucho alivio. Me despido de Paty y camino hacia la sala de sesiones; con los nudillos toco la puerta de vidrio de la sala y una voz en su interior me pide que entre.
En la sala se encuentra muchos abogados, incluso algunos que aún no conocia. El licenciado Gramajo me sonrie.- Bienvenida colega, muy buenos dias, tome asiento por favor-. Le devuelvo el saludo y tomo asiento en el lugar que me ha indicado.
-Estimados colegas, algunos tálvez no conocian a la licenciada, como les comentaba, ella está iniciando labores el día de hoy, es una persona con mucho conocimiento en el área de Recursos Humanos, pero también se está formando en el área legal y desde que la conocí supe que sería un buen elemento en este grupo de profesionales ...........- El licenciado Gramajo ha explicado en detalle cuales serán mis funciones y mi experiencia laboral, hablo muy bien de mi capacidad de aprendizaje, proactividad, responsabilidad, etc., me siento muy halagada por todo cuanto ha dicho y con ello adquiero una gran responsabilidad de no fallarle a él y a mi familia.
Hasta ahora no he querido mirar al lugar en el cual se encuentra sentado Tony, tengo que mantenerme concentrada y ello me desconcentraría totalmente.
Finalmente la reunión ha terminado, la licenciada de Recursos Humanos me lleva a su oficina para darme la inducción correspondiente y luego me ubica en mi pequeña y nueva oficina.
Tomo unos documentos que han dejado sobre mi escritorio para que empiece a prepararme para mis primeras audiencias, sin embargo me doy cuenta que el café de mi termo se ha acabado. Necesito gasolina para seguir trabajando, por lo que me levanto y camino hacia la pequeña cocina. -Buenos dias-. Mi corazón se acelera; Tony está detrás de mí con una taza en la mano. Le contesto con el mismo tono de voz. -Buenos dias-. Debo tomar mi termo con ambas manos porque algo está fallando, ya que no dejan de temblar. Él hace fila esperando pacientemente a que termine de llenar mi termo y puedo sentir su olor entrar por mi nariz encendiendo mis sentidos. Me alejo rápidamente para darle espacio y así tome mi lugar. -Adios-. El levanta la mirada y yo me alejo rapidamente, estoy tan nerviosa como una adolescente.