Intruso

Y si hay que empezar de Cero pues se empieza

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Después de pasar un rato en la pastelería Adams me trajo a casa para que pudiera cambiarme y ver mi habitación, es raro estar en otra casa acostumbrarse volver a empezar de nuevo sin que nada te afecte me preguntó..

¿De verdad puedo empezar dé nuevo?, ¿podré aquí controlarme?, tengo que cambiar ese caracter dé ogro que me cargo, quiero poder controlar mis impulsos...

Pienso en Arthur. .

El también me abandono como mis padres cual es la diferencia.

Antón el también se fue y sin decir nada el también te dejo .

Todos lo hacen..

Suspiró y observó detenidamente mi nueva habitación, es sencilla me gusta

Puedo empezar de cero no.

Quizás después de todo no creo que sea tan mala idea vivir aquí con mis tíos y mis primos, quizás me hará bien Un nuevo ambiente, nuevas amistades, nueva escuela, todo nuevo soy una chica de diecinueve, años Por qué razón tendría que actuar como una amargada descontrolada.

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Decido terminar de peinar mi cabello rosa y bajar a la cocina por un poco de agua, estoy en la casa sólo con Adam y Abel, mi tía se quedó en la pastelería como yo estaba cansada decidí venir a descansar, pero al entrar a la cocina venía con mi teléfono en la mano sin querer tropiezo con alguien

Mierda.

-ah.- golpeó su rostro.

Estaba enfrente de mí un chico un poco más alto que yo musculoso con una gorra y muchos tatuajes que se veían por sus brazos y por su cuello.

-¡¡Pero que mierda!! .- exclama el tomándome por mis muñecas su mirada se poza en la mía se sorprende pero no quita sus ojos de los míos.

-¡¡Antonella!!.- escucho el grito de Adams.

Quedé muda, ni siquiera podía hablar obviamente estaba intimidada por este chico que me tenía sujeta de mi muñeca y ni siquiera podía decir ni una sola palabra, simplemente me veía con su cara de asombro Pero qué mierda le pasa, ni siquiera dice Ninguna palabra.

-Axel, suéltela..

El chico me suelta y me alejo de él me colocó al lado de Adams y aún así no dejaba de verme, es que acaso soy algún trofeo estúpido porque los hombres son tan idiotas de verdad creen que con su mirada de niño bonito el va a llamar mi atención, qué imbécil además tiene su ridículo cuerpo lleno de pintura, en serio.

- no sabía que tenías visitas en tu casa Adams.

-es una prima viene a vivir con nosotros un tiempo.

- carne fresca.- dice el idiota

-De eso nada, tu ojos lejos de ella.- dice abel.

Suelto una carcajada y ellos me ven raro.

- ¿Qué?, es que no aguanté las ganas de reír en serio estás diciendo que se mantenga alejado de mí, que te hace pensar a ti que yo me fijaría en el. -le digo señalando al chico con mi dedo de arriba y abajo.

El tal Axel levante una ceja y cruza sus brazos

- de verdad te crees tan Interesante como para yo fijarme en una niña como tú, lo siento pero no me gusta las vírgenes.

Vuelvo a soltar una carcajada Al parecer me divertiré mucho aquí.

-¡Oh!, Y qué te hace pensar que soy virgen chico rudo, te aseguro que lo que tienes de guapo y de cara bonita lo tienes de bruto y de poca experiencia.

El niega y en su rastro se forma una sonrisa burlona se acerca a la nevera y tomó un vaso de agua y me ve de nuevo a los ojos.

- te puedo mostrar cuanta experiencia tengo nena...

Vuelvo a reír.

- créeme suficiente experiencia tengo tranquilo, te voy a ahorrar que busques por internet el Cómo aprender a seducir a una chica..

El me ve de mala manera .

-¡Quien te crees que eres para hablarme así!.

-Axel basta.- habla Adams.

- es que Acaso no ves que la mocosa de tu prima me está hablando de mala manera.

Acaso el me acaba de decir mocosa.

- Mira idiota, pintura andante créeme cuando te digo que la madurez no viene de la edad, sino en la mentalidad idiota, Y al parecer a ti te falta madurez, edad y mentalidad.

Le sacó mi dedo medio y me voy de la cocina imbécil no sé que se creen los chicos de ahora que creen que porque tiene un cuerpo perfecto quieren intimidar a cualquier chica.

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Estoy en el balcón de mi cuarto y veo que el ridículo amigo de Adams sube a su moto, cuando se coloca el casco voltea y ve hacia donde estoy se quedó un rato viendo hacia acá le sacó el dedo medio y la lengua el enciende su moto y arranca de golpe qué estúpido.

- Antonella tienes que manejar ese comportamiento tuyo.- dice Adams entrando a mi habitación.

- No me vengas con esas estupideces Adam, sabes perfectamente cómo soy.

- No debiste hablarle así es mi mejor amigo.

- me importa poco quien sea, sabes perfectamente cómo reaccionó cuando se meten conmigo, si no quieres que le contesté mal otra vez Entonces mantenlo alejado de mí que ni me vea, entiendes.

- te recuerdo que no estás en Italia y tampoco tienes porqué hablarme así.

Cuál es el problema con que no esté en Italia, odio que me lo saca en cara, odio que me diga que hacer, Odio estar en este maldito lugar, Odio que Arthur se haya ido y me haya dejado sola.

- sé que no será fácil para ti adaptarte, pero por favor, trata de controlar tu temperamento no tienes porque odiar a todo el mundo.

Asiento Y no le respondo más simplemente pongo mis auriculares y le subo todo el volumen a mi teléfono él se queda parado en la puerta y yo le doy la espalda, siento que se pone atrás de mí pasa su brazo por mi cintura y besa mi mejilla abrazándome.

Cierro mis ojos y hecho mi cabeza hacia atrás dejándola reposar en su pecho Adams siempre ha sido comprensivo conmigo, entiende cuando estoy de mal humor la primera vez que lo golpee habíamos jugado la botellita y él me besó decía que eso no tenía nada que ver porque él sabía que era adoptado yo obviamente no le quise creer eso, siempre he crecido con la imagen de que él fuera mi primo pero después ocurrió otra vez me volvió a besar, sé que está mal pero sólo es un consuelo.