Ángel sin alas, caminante que no veía su camino, y que nos dejó. Caminaba por la acera entre toda la urbanización que cualquier ciudad desprende. ¿Qué ciudad sería? La más cercana, quizá.
Las estrellas lloraban cuando lo vieron de nuevo, era claro; Estamos en un flashback, estamos narrando el pasado sin ningún tipo de preparación mental, miramos a esa persona caminando en la acera que ya mencionamos anteriormente, puede ser en la ciudad que tu quieras; mientras tenga bullicio, y desesperanza, porque sin ellas, no podría ser llamada ciudad.
Y ya que estamos hablando de urbanización, yo sé que puedes mirar todos esas armas blancas metálicas pasar sin ningún tipo de freno, el futuro está aquí, pero en realidad, es nuestro aburrido e inútil presente.
Nuestra persona, la única que tenía esperanza en un lugar en donde no, fue apuñalado por esa arma blanca, o grisácea, con vidrios, y sillas.
Ese ángel murió ahí, y las estrellas desaparecieron, los humos grises tóxicos se elevaron, los animales murieron, y la urbanización fue poco a poco tocando al cielo.
La gente, quedaba callada cuando le miraba, ahí, asesinado por alguien desconocido, que se limpió las manos, y se fue como si nada, y se unió al resto de la gente.
¿Sabes lo peor de todo? Que yo fui el culpable, te pido perdón. Yo antes no veía a esa persona, y ahora tú tampoco la puedes ver. Es mi error, jamás debí contarte lo que mi madre me contó antes del baile. El mundo arde, y recién te das cuenta.