No tendré el mismo final que la villana

CAPÍTULO 8

Ariel salio de la oficina de su padre, hay cosas que no entiende muy bien, quizas sea porque en la novela se centró en la protagonista y dejo de lado la vida de la villana y con ello esa profecía. Así que se va para poder hablar con Argüen sobre ello, pero no esta muy segura de hablarle sobre sus padres. 

Cuando vio a la pequeña Dhenist jugando con el perro. 

—Vaya, ya estas mucho mejor. 

—Si, gracias señorita. Si no fuera por usted....... 

—Me puedes llamar Ariel, y no me tienes que agradecer nada. Por cierto.... ¿Que haces jugando con el? No es muy amigable que digamos. 

—Creo que solo quiere jugar un rato, los dragones son así. 

—¿Como sabes que es un dragón? 

—Se nota que no es un perro cualquiera, sus ojos parecen de un reptil y además hace un rato lo vi en su forma original. Nunca había visto uno. 

—¿Me puedes guardar el secreto? Hay gente que le gustaría tener uno y si se descubre que tengo un dragón..... 

—Entiendo, me alegra que cuentes conmigo para eso. Mi hermano me oculta muchas cosas, se que se preocupa por mi y que soy una niña, pero no soy estúpida ni débil. 

—Ya me he dado cuenta de eso. Eres una persona con mucho poder y necesitas entretenimiento, a igual que tu hermano y yo. Pero no lo podemos hacerlo aquí, nos iremos a otro lugar para hacerlo. 

—¿Mi hermano lo sabe? 

—No, iba a buscarlo para decirle esto. Porque tenemos que irnos lo más pronto posible, aunque todavía no se el destino. Pero se de cierto que el perro lo sabrá. 

Dragón —Hay que ir al reino de los elfos, pero es solo por un tiempo. Después hay que ir a distintos lugares para mejorar y buscar a gente. 

Ariel —¿A quien? 

—No es el momento para hablar de eso. Todo tiene su tiempo y su motivo, pero no tenemos mucho tiempo para perder. 

Uriel 

Desde hace un tiempo que tengo el mismo sueño, veo a una mujer de pelo plateado morir en mis brazos. Luego veo a mi hermano junto a esa estúpida de Laila gobierna con tirania. Nunca supe de quien se trataba, hasta esa noche. 

Era Ariel de Roseville, la hija mayor del marqués. Se sorprendió mucho. Siempre oí que era una mimada y que acosaba a Cael, bueno quizas no fuera verdad esos rumores. En realidad fue Laila quien me lo contó, también me menciono lo mal que ella la ha tratado pero durante el banquete, fue ella quien intentó humillar a Ariel y mi madre la defendió y eso que no le gustaba Ariel de Roseville. Ahora estoy en la bin buscando información sobre un extraño símbolo que me ha aparecido en mi brazo derecho, es una media luna con una estrella en el medio. 

Después de buscar durante todo el día, encontró un libro. Se trata de un libro prohibido y se supone que no debería de estar allí. Cuando lo leo me sorprende, ese símbolo significa que soy elegido para proteger a alguien y evitar que la profecía se cumpla. 

En el libro no da mucho detalle sobre el asunto, solo se que se trata de una lucha y que me tengo que ir para poder cumplir con mi destino, pero ¿No se donde debo ir o a quién debo proteger? 

Mi madre es una mujer muy sabia y quizas ella me pueda ayudar, lo bueno que tiene es que arregla todo lo que mi padre y hermano hacen mal. 

Llegue hasta el jardín donde ella se esta tomando un té con la zo**, digo Laila. Se nota que esta muy incómoda con ella. 

—Madre, necesito hablar contigo sobre algo importante. 

Laila —Buemas tardes, segundo príncipe. 

Reina —Dime¿En qué te puedo ayudar? 

—Es un tema delicado y es mejor hablar en privado. 

Laila —Disculpe, segundo príncipe. Pero la reina, esta conmigo y no es el....... 

—¿Quién eres para decidir eso? Te recuerdo que estas aquí porque seducistes a Cael, el ha podido estar con alguien mucho mas cualificada que tú. Por ejemplo Ariel de Roseville, ella tiene educación y modales, eso sin mencionar el gran apoyo militar que su familia tiene y que nos puede servir pero tú, no tienes nada de eso. Ni siquiera sabes cómo saludar adecuadamente. 

Laila —Pero majestad, yo...... 

Reina —¿Ves? En el instante que recibes una crítica, te pones así. Si quieres ser reina, tienes que saber defenderte y saber atacar. Pero claro, tu solo sabes llorar e inventar cosas. Ahora si me disculpas, quiero estar con mi hijo a solas...... 

Laila se levanta humillada y se marcha. 

Uriel —Si te cae tan mal, porque tomas el té con ella. 

—Ha sido cosa del estúpido de tu hermano, el quiere que la enseñe a ser reina pero es muy estúpida. He estado una hora para que sepa como se toma el té adecuadamente. Dime ¿Que necesitas? 

—¿Has oído hablar de la profecía? 

—Si, todo el mundo la conoce. Pero ¿porque lo preguntas? 

Uriel le enseña su brazo y la reina se emociona. 

—Cariño, es estupendo. Siempre supe que eras especial y eso lo demuestra. 

—Me tengo que ir pero no se a donde. 

—Eso lo sabras en su momento. Pero eres uno de los elegidos y a partir de ahora tu vida corre, igual que hay elegidos para la luz, lo hay para la oscuridad. Debes irte ahora mismo y no decir nada de esto. Ya pensaré en algún motivo para que hagas ese viaje y explicaré tu ausencia durante un tiempo. 

En otro lugar....... 

Una elfa,  prepara todo para la llegada de los invitados incluso un dragón. 

—Señora, ya está todo listo. 

—Gracias por la ayuda, espero que nuestros inicios estén cómodos. 

Un sirviente llegó corriendo. 

—Ya han llegado los primeros......... 




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