No tendré el mismo final que la villana

CAPÍTULO 16

Ergüin escuchó como Güengrin, le explicaba a Ariel como él y su hermano de alma se marcharon antes de ser expulsados de su comunidad. Hacia mucho tiempo de aquello, había pasado casi cuarenta años. Pero aparentemente tienen aspectos de treintañeros. 

También se acordó de su madre, desde aquel día no la ha vuelto a ver. Una lagrima pasó por su mejilla, sin apenas moverse se limpio el rostro..... 

Ergüin se levanta de su sitio y se acerca hasta ellos. 

Ergüin —Mujer, deberías descansar un poco. Al parecer eres el miembro más importante del grupo y no quiero que seas una carga. 

Ariel — Vale, pero no me vuelvas a llamar mujer, tengo un nombre y es Ariel. 

Güengrin se ríe de la pequeña discusión que tienen, pero de repente se acuerda de alguien que conocieron hace tiempo . Ella era muy especial y fue un duro golpe, lo que ocurrió aquel oscuro día. Desde entonces Güengrin no volvió a mencionarla pero hay detalles que no consiguen olvidar. 

Al día siguiente, ya dejó de llover y se pusieron en marcha. No tenían un destino claro, sólo sabían que iban a ir por el Este. 

Ergüin y Güengrin saben que clase de criaturas se pueden encontrar, por ese motivo querían arriesgarse en ir a esa aldea. 

Después de comer un poco de sus provisiones, salieron de la cueva. 

En algún lugar...... 

Un hombre vestido de negro, está sobre la nieve meditando. De golpe abre los ojos y se levanta de su sitio. Miró a su alrededor y vio que era de noche y que la montaña está cubierta de nieve. 

"¿Cuando tiempo he estado esta vez? Espero que no haya pasado años." 

Se pierde en sus pensamientos y se queda mirando un punto fijo. 

"  Ya ha empezado, tengo poco tiempo. Menos mal que me he estado preparando para la ocasión" 

Se dirige hasta una pequeña cabaña de madera, está cubierta por la nieve y tiene que buscar la puerta. 

Una vez que ha conseguido abrirla, entra dentro. Todo está cubierto por polvo y telarañas. Parecía que hubiera pasado años desde que alguien vivio en la cabaña. 

Bajó al sótano y en la pared está lleno de armas de todo tipo, tiene varias espadas de diferentes filos y diseños, cuchillos, flechas, arcos,etc. 

Comenzó a escoger las armas: un par de espadas, variaa dagas, flechas. Luego cogió su mochila y coloca una cuerda, un par de barriles pequeños de cerveza, tabaco y licores. El sabe que sus nuevos compañeros, le va a gustar esas cosas. 

Sale de la cabaña y silva, aparece un corcel blanco como la nieve. 

—Mi viejo amigo, espero que te hayas divertido durante mi ausencia esperitual. 

El caballo le golpea con el ozico. 

—Ya lo sé, eres muy paciente. Mi querido ürul, tu padre estará muy orgulloso de todo lo que has hecho. Bien nos tenemos que ir, hay gente que nos estarán esperando. Tenemos que salvar el mundo otra vez...... 

Se sube al caballo y se ponen rumbo hacia el oeste, antes de llegar a su destino, tiene que ir a buscar a un viejo amigo. El más sabio de todos, hace muchos años que no se ven y necesita saber lo que ha pasado durante su retiro. También si el notó aquel temblor que hubo hace unos meses..... Fue ese el motivo por lo cual se puso a meditar, necesitaba respuestas y las que encontró le sorprendió mucho. 

 

 

 




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