No tendré el mismo final que la villana

CAPÍTULO 24

 En el castillo......... 

Ministro de defensa —Majestad, hemos sufrido muchas bajas, algunos están gravemente heridos y no sabemos si serán como aquellas cosas. 

Noble—Tengo a muchos refugiados en mi territorio y ya no doy a basto, necesito suministros y protección para esa gente y mi familia. 

Rey —Ya lo sé, tengo el mismo problema en el castillo ¿No lo habéis visto? No tengo habitaciones para ellos y el único sitio libre son los calabozos y no pienso meter a la gente allí. 

Grúen—Lamento interrumpir, pero ha llegado la ayuda que tanto necesitáis. 

Noble—¿En serio? Yo solo veo a un pequeño grupo de.... Personas que no parecen estar preparados para esto. 

Grúen—Pueden que lo parezca pero son los guerreros de la profecía y un auténtico maestro katasaty. Incluso hay un dragón con ellos, así que no los menosprecie por sus aspectos...... 

Un hombre canoso se les acerca. 

—Soy el ministro de defensa, mi nombre es Samuel, es un placer poder contar con vuestra ayuda. Si necesitáis cualquier cosa no dudéis en pedirlo. 

Laws —Gracias por su ofrecimiento, eres muy amable. 

Samuel —No lo soy, es solo que he escuchado la profecía y he visto lo que está pasando. Y si vosotros podéis luchar contra ello y acabar con ello, no quiero que digan que no hice nada para ayudar. 

Zero —Por lo menos eres sincero, otros nunca hubiera admitido sus verdaderos motivos. Sin embargo usted  nos has dicho las cosas muy claras. 

Rey —Esto.... Si no hay nada más de que hablar, le diré a alguien que busque un sitio donde podéis descansar. Pero me temo que no lo habrá, solo queda libre los calabozos pero no creo que os gusten estar allí. Pero con suerte puede que quede algo en la ala sur, está en obras y no está de todo lista pero si no os importa..... 

Ismar —Cualquier sitio estará bien. 

Rey —Perfecto, os acompaño. Mi esposa quiso hacer esa ala para nuestra hija pero ella todavía es demasiada joven para usarla y no está terminada por esa razón no hemos alojado a nadie allí. 

De repente entra un soldado corriendo. 

Soldado —Su Majestad, los vigias han visto que viene una mujer con varias criaturas. Me temo que no estamos preparados para lo que viene. 

El grupo se miró entre ellos. 

Ariel —¿No creéis que sea ella que viene? Es demasiado...... Me refiero que todavía no tenemos las piezas y ella todavía está débil, sería un suicidio venir ahora. 

Ella salvo la situación, Ariel sabe que todavía no es el momento del enfrentamiento. Pero no sabe que ella misma ha cambiado la historia y las consecuencias de ello. 

El rey ordena que lleven a los refugiados hacia los pasadizos subterráneos, sabe que es la única forma de pone al salvo a su gente. 

Laws —Majestad, usted no se va.

Rey —No puedo, mi deber es luchar por mis ciudadanos y si eso me cuesta la vida lo haré, prefiero que me recuerden como un rey que se sacrificó por la supervivencia de sus ciudadanos a que sea por ser un cobarde. Sería una deshonrra para mis antepasados. 

Laws —Será un honor luchar a tu lado. 

West —Padre, yo también me quedo. Quiero luchar a tu lado. 

Rey —Hijo, me Honduras pero eres el próximo rey y espero que reines con criterio. Pero para eso tienes que vivir, tu madre y hermana te van a necesitar, tienes que ser su apoyo. 

West —Mamá puede cuidar de Rubí, también puede reinar. Nuestras leyes lo permiten. 

Rey —Ya lo sé, pero tu madre y hermana te quieren mucho y si ambos morimos.... 

El príncipe West, se da cuenta de que su madre y hermana no pueden perderlos al mismo tiempo, será demasiado doloroso para ellas y decide irse con el resto de la gente, pero no esta muy contento con la idea pero a la vez está muy orgulloso de su padre. 

El rey ve como su hijo se marcha. 

 

Vangelis —Tranquilo, no es seguro que mueras. Y si eso ocurre, serás recordado como el rey que lucho junto a una banda de locos que intentaron salva al mundo y¿ Quien sabe? Puede que lo consigamos, serás un gran héroe y todos sabrán que cuando hace falta, su rey está dispuesto a morir por su pueblo. 

Zero —Y no todos los reyes o emperadores se atreven a eso. 

Todos salieron fuera, en las murallas estan varios soldados con sus armaduras, algunos de ellos son bastante jóvenes y otros demasiado viejos. El rey reclutó a cualquier que pueda sustener un arma. 

Sargento —Preparados para la lucha, recordad que no podemos dejar pasar al enemigo, nuestras familias dependen de ellos. 

Ariel —Sargento, déjanos salir. Nosotros seremos la primera línea de defensa. 

Rey —Haz lo que te ha dicho, por cierto. Mi padre me dio esto y me dijo que lo cuidará hasta que llegue el día de que sea necesario. 

Le dio un trozo del objeto, ya tenían casi todos. 

 

Ariel —Espero que con estas piezas nos sirvan de algo. 

 




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