En el imperio......
Bunny había llegado para quejarse, su hijo deberia de ser el próximo emperador.
—Hermana, Cael se retiró pero antes mencionó algo interesante. Deberías estar muy orgullosa de él, será un gran rey.
—Pero, es tu sobrino y como no tienes hijos.... Es normal que sea el próximo emperador y no un extraño.
—Tu hijo, ya ha tomado una decisión y tienes que respetarla, además ya tengo a alguien en mente. Creo que será un buen gobernante, esta solucionado varias cosas que se le ha encargado y por lo que sé lo está haciendo bien. Incluso ha descubierto una pequeña cosa que yo no podía hacer nada y creo que pronto tendré las pruebas necesarias. Como puedes ver mi candidato es el mejor.
—¿Quién es?
—Es alguien que conoces pero por su seguridad, no puedo dar esa información. No quiero que la gente piense que estoy favoreciendo o algo mucho peor que eso. Así que lo mantendré en secreto.
—Me lo pu decir, soy tu hermana.
—Lo siento pero no. Lo sabrás en su debido momento. Pero te puedo asegurar que es alguien que conoces.
Bunny se va molesta, ella piensa que se trata de ese maldito de Uriel.
Cuando llega a su carruaje, le dice su hombre de confianza que lo mate.
—Majestad, él está lejos y está con la hija del marqués y hay rumores de que están enamorados.
—Entonces la tendré que obligar a casarse con alguien. Pero debe ser alguien que la tenga controlada.
—No creo que al marqués quiera eso para su hija. Ya intentaste casar a su hijo pero la propuesta fue rechazada.
—Bueno, ya pensaré en algo. Esa maldita mocosa está arruinando mis planes, y la estúpida esa de Laila se está volviendo una inútil. Pero tiene la suerte de que todos crean que es una santa y sabe como hacer que Cael haga lo que yo quiera. Pero ahora con esto, creo que ya no me es útil. ¿Que debería de hacer con ella?
—Creo que lo mejor es esperar, quizas ella tenga un plan y además no olvides nuestro pacto. Laila fue un buen recipiente y todavía no es el momento. El tiene que absorber el poder que ella tiene y cuando lo haga.....
—Serémos los señores del mundo y nada ni nadie nos podrá detener.
—Así es y por eso es mejor esperar a que llegue el momento indicado.
Ellos salen del palacio rumbo a su reino. Mientras que hablaban no sabían que unas mariposas lo estaban espiando.
La reina disfruta de su trayecto sin saber que la persona que más confía, la está utilizando para sus propios propósitos. Y cuando ya no le sirva no dudará en matarla y nadie sabe quien es realmente ni cuáles son sus planes...
En el bosque.......
Ariel y sus amigos, llegaron hasta una cueva del bosque. Allí encuentra objetos para la magia.
Ariel se da cuenta de que una mariposa se le acerca, aunque parece una mariposa normal y corriente pero se acerca a milímetros de la cara de Ariel.
Ella pudo ver, como una mujer hacia unas cuantas posiciones, luego iba a las aldeas y lo echaba mientras que decía algo. Al principio parecía que estuviera haciendo algo malo pero luego ver como la cosechas que estaban marchitas se recupera milagrosamente y no solo las plantas sino los animales también se recuperan. En se da cuenta de que esa mujer estába quitando una maldición.
Argüen —Puede que sea una hechicera oscura y......
Ariel —Es justo lo contrario, ella practica la magia blanca. Si volvemos a la aldea, veremos como los animales están bien incluso las cosechas.
Uriel —¿Como lo sabes?
— Una mariposa me lo ha mostrado. No sé de dónde salió ni porqué me lo ha mostrado a mí...
Argüen —Puede ser cierto, aquí hay muchas plantas medicinales.
Decía mientras que cogía unas botellas, en todas ellas habían distintas plantas. En la mesa hay libros de magia, todos ellos están abiertos por donde ponia como eliminar maldiciones y como encontrar algo. Argüen seguia leyendo los libros. Hasta que encontró algo muy interesante.
Argüen —Ariel ¿Dijiste que te resultó muy fácil acabar con la señora de la oscuridad?
—Si¿ Porque?
Argüen le acerco uno de los libros y le señaló una de las páginas.
Ariel —¿Pero que? No puede ser, hemos sido engañados.
Uriel —¿Que ocurre?
Ariel —Resulta que la señora de la oscuridad no era nuestro auténtico rival. Existe una ser más poderoso y para invocarlo hace falta tres cosas, la primera un recipiente humano, poder de un ser oscuro que se sacrificie de forma voluntaria y por último la sangre de la última fénix. Esto último no se a que se refiere.
Argüen — Según cuentan, los descendientes del fénix... Como era... Ah si.... Son descendientes de unos dioses, una de ellas se enamoró de un humano, de esa unión nació una niña con.... Poderes muy fuertes. Se dice que que con el tiempo.... Cada vez que naciera una niña de ese linaje tendría todo su poder... Pero había algo más pero no me acuerdo.
Ariel —Bueno, así que ¿, Tenemos que encontrar a esa descendiente y mantenerla a salvo? Es fácil si no fuera porque no tenemos ni idea de que familia podía ser o donde encontrarla.
Argüen —Tiene una marca de nacimiento, debe de tener la forma del fénix. Por esa razón se las conocen como las hijas del fénix.
Ariel se queda pálida, ella ha visto esa marca. Ella lo tiene y no sabe si se lo debe de decir o callarse hasta tener mas información