No tengas miedo de amarme

Extraño

Eluney

Estuve dando de vueltas por un largo tiempo sin tener éxito al buscar mi salón de clases,por distraída choque con alguien, es muy guapo, cabello rubio casi blanco y unos ojos grises hermosos, parace como si tuviera un pedacito de luna en ellos, está todo vestido de negro, clásico Bad boy.

-Lo siento, no me fijé donde iba, perdón.- me mira como si fuera un bicho raro y salgo casi corriendo de ahí, mi corazón está muy acelerado, nunca había sentido esa electricidad solo al sentir el hombro de alguien más.

Pero estaré loca, me prometí sanar y no volverme a enamorar así que dejaré de pensar en el.

Gracias a los cielos encontré a Elissa quien es mi compañera de carrera, es bajita de pelo rojo y grandes ojos cafés, me dijo que si quería ser su amiga y yo acepte, en lo que esperamos que se llene el salón me cuenta que hace medio año entro a la universidad y no a podido hacer amigos así que seré la primera y ella la mía.

Salimos a almorzar algo, yo no tengo hambre así que solo pido un jugo mientras espero a Elissa que termine de pedir su comida.

-Oye, no vas a comer o estás a dieta.-

-Estoy pasando por un corazón roto, así que te imaginarás.-

Antes de que ella me respondiera oímos a una de las chicas sentadas junto a nosotras, decir algo sobre un tal Rustem.

-¿Quien es Rustem?.-

-Veamos Rustem Dominic Valencia es hijo del gran empresario Aramón Valencia, su madre es Susana Ferrer, es multimillonario gracias a la empresa de publicidad de sus padres, es el único heredero y como sabrás todas quisieran una oportunidad con el para tener dinero fácil, ya sabes la típica casa fortunas, no creo que el se fije en alguien como nosotras, probablemente de las princesitas de papi si, ummm mira, es él.-

Volteó hacia donde me señala con su cabeza y no puede ser, es el chico con el que choque hace unas horas, ahora entiendo por qué todas se pelean por el si es tan guapo, está con el equipo de fútbol americano, al parecer es el capitán, un tonto de seguro.

-Parece que lo odias.-

-Eh, no para nada, solo que se me hace el tipo de hombre que siente que nadie lo merece, de todas formas mientras no sane, no puedo pensar en él bajo ninguna forma.-

-Bueno si tú lo dices, pero si te hace caso por favor llévame contigo a conocer a su madre, júralo.-

-No me hará caso, pero de todas maneras haré que la conozcas si tanto te hace ilusión, lo prometo.-

Terminamos la última clase y la termine llevando hasta su casa, resulta que vive al inicio de mi calle, nos terminamos riendo por la gran coincidencia, le prometí pasar por ella para irnos juntas, me presento a su madre Sofía, ella también trabaja en el mismo hospital que mi madre e igual es enfermera, me hizo prometer que las presentaré para hacerce amigas e irse juntas como sus hijas, no me niego, me gustaría que mi madre tuviera con quién salir algunas veces.

Al llegar a casa lo primero que hago es bañarme y cambiarme de ropa, como y por último le llamo a mi madre antes de hacer mi tarea.

-Hola hija, que tal te fue hoy.-

-Muy bien, hice una amiga, se llama Elissa, vive en la esquina de nuestra calle, su madre se llama Sofía y quiere conocerte, sabe que eres nueva y trabaja en el mismo hospital que tú, piensa que sería bueno tener con quién irse y regresar juntas.-

-Claro mi amor, sería bueno tener con quién regresar si se hace tarde, te dejo, debo volver al trabajo, te amo.-

-Y yo a ti.-

Termino mis tareas, me acuesto a dormir y justo cuando estoy apunto de cerrar mis ojos, esos hermosos ojos grises vienen a mi mete.

No sé que me está pasando, enamorarme no es una opción, debo esperar a que pase un tiempo para hacerlo, por lo pronto debo enfocarme en ser la mejor de la clase y hacer sentir orgullosa a mi madre.

Pero y si el futuro es otro.

Rustem ¿Entra en mis planes?, pero que babosadas, como si el chico más guapo y cotizado, engreído se fijará en mi, solo mirenme quien quisiera este desastre, por algo mi ex me dijo que nadie se va a fijar en mi, porque no tengo lo que un hombre necesita para ser feliz o mínimo sentir deseo.

Cada vez que recuerdo esas plabras mi corazón se rompe nuevamente, pero cierto mis ojos y lo veo a el diciéndome que me amaba, tal vez solo era una mentira que idealise, ya no duele como el primer día, pero eso no significa que la herida ya se cerró.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.