Capítulo 3

Viernes y parte del sábado me la pasé estudiando con Kylan y Jack mientras avanzábamos en nuestros problemas de cálculo. Jack se había dado por vencida con su compañera después de ver los ejercicios que había hecho, no podía culpar a la chica de no ser por Kylan y Jack los míos hubieran estado igual.

Era tarde cuando papá llegó a cenar, traía consigo pizza y refrescos y yo tenía preparada una película de acción para ambos. Como el domingo era nuestro día libre nos desvelábamos en sábado y después dormíamos hasta que nos doliera la cabeza. Mi padre se sentó a mi lado y me abrazó mientras veíamos la película juntos, ninguno de los dos hablaba a menos que nos burláramos de algo ridículo que sucediese o de los efectos especiales malos que pudiera tener la película.

― ¿Qué tal ha sido esta semana? ― preguntó él mientras quitaba la película del reproductor de DVD.

Suspiré.

Desde que había regresado papá me había ayudado a reponerme en mis clases, fue difícil al principio aunque ahora llevaba un ritmo más o menos normal.

―Todo bien, solo el maestro de cálculo ha decidido que somos lo suficientemente buenos como para hacer un montón de ejercicios en una semana. He estado trabajando con mi compañero de al lado y con Jack para resolverlos.

―Me gustaría conocer a Jack, hablas mucho de él― me reí.

Desde que le había contado a mi padre sobre Jack estaba curioso. No podía creer que mi amiga se llamara así, seguía creyendo que me veía con un chico

―Ella definitivamente no es un chico pero si quieres conocerla puedo decirle que se pase un domingo por aquí, le he estado ayudando a ella y a otro compañero con español.

―Has estado ocupada entonces― dijo el revolviendo mi cabello.

―Lo he estado― dije con una sonrisa― un chico me invitó a salir― mencioné y él se congeló con su mano sobre mi cabello.

―No se llama Jack, ¿cierto? ― me reí de su comentario y le di un pequeño empujón.

―No papá, su nombre es Mason. Me invitó a salir esta semana pero debido a la carga de trabajo le dije que lo dejáramos para después.

― ¿Y tiene tatuajes? ― se burló.

Durante unas vacaciones de verano en México conocí a Diego, él era un alma buena con su propio toque de rebeldía que plasmaba en su cuerpo. Eso fue lo primero que vi de él, pero él era realmente una buena persona.

Me enamoré como loca pero las vacaciones terminaron, intentamos mantenerlo a distancia pero Diego era celoso y dijo que no quería estar preocupado porque yo pudiera enamorarme de alguien más. Además el sentía que era demasiado buena para él, tuve roto mi corazón durante poco tiempo. Solo dos meses y lo superé con muchos amores virtuales y chicos lindos de mi escuela. Ahora éramos amigos aunque hace tiempo que no hablábamos.

―No, él no tiene tatuajes. Pero si un hermoso cabello largo― él se rio.

―No sé porque me imaginé que dirías algo como eso, has pasado por todo tipo de hombres cariño ya deberías tener un tipo.

― ¿Dónde estaría la diversión entonces? ― cuando soltó una gran carcajada me relajé contra él― dejemos de hablar de mí, cuéntame de tu maravillosa semana― él hizo una mueca.

―No fue maravillosa. La empresa va tardar un tiempo en salir a flote, los directivos anteriores realmente hicieron su mejor trabajo mandándola a la quiebra, todos esos empleados que rescaté están haciendo su mayor esfuerzo, va a ser muy difícil.

―Pero tú siempre lo logras.

―Algunas cosas simplemente están fuera de nuestras manos― sentí su ánimo y sabía que él hablaba de mamá.

― ¿Por qué no te casaste con ella? ― le había hecho esa pregunta un sinfín de veces y siempre respondía lo mismo.

―A veces las cosas solo deben permanecer así.

― ¡Pero la amabas!― me quejé.

― ¿Realmente quieres hablar de esto? ― tres meses eran poco tiempo desde su muerte, aún pensaba en ella y lloraba. Incluso ahora tenía un nudo en la garganta pero quería poder hablar con las personas de ella, quería que supieran lo maravillosa que era y que pudiera decirlo con una sonrisa y no bañada en lágrimas. Mi padre y yo nos merecíamos eso.

―Lo necesitamos papá, yo no le he superado y sé que tú tampoco, y realmente quiero hablar de ella sin estar triste, quiero que las personas sepan lo mucho que amaba a mamá y que ella tuvo una grandiosa vida.

Él me levantó y me dio un abrazo de oso, después lo acompañe a su habitación. Cuando era pequeña solía dormir en su cuarto todas las noches, eso fue hasta que la abuela me dijo que el probablemente necesitara dormir solo, era una niña así que no entendía nada. Después de varias noches sin aparecer en su habitación papá llegó preocupado hasta mí preguntando que me pasaba, cuando le conté lo que dijo la abuela él se rio y dijo que era una mujer chiflada. No entendí nada de eso hasta más grande, la abuela realmente se preocupaba de que su hijo soltero durmiera con una niña en su cama, no podía culparla después de todos los casos de padres abusadores que había pero en mi caso era ridículo.

Por la salud mental de la abuela mi padre y yo dejamos de dormir juntos, eso hasta hace tres meses cuando mamá murió, ambos nos necesitábamos. Así que cuando papá llegaba temprano a casa nos acostábamos en su cama y hablábamos de cualquier cosa hasta que ambos nos quedábamos dormidos, ahora hacíamos eso cada sábado, era nuestro día.