Gabby
Ni siquiera podía entender cómo es que habíamos llegado aquí. Coloqué mis manos en el pecho de Kyle y lo atraje hacia mí, posicioné mi rodilla y la levanté con toda la fuerza que pude.
¡Punto para Gabby!
Kyle se dobló sobre sus rodillas mientras me miraba incrédulo por lo que acababa de hacer.
―Hijo de…
―Ni se te ocurra decirlo Kyle. No sé qué quieras probar con esto pero creo que fui lo suficientemente clara. No me gustas, creí que querías lo mejor para tu hermano pero al parecer lo único que buscas es lo mejor para ti mismo. No vuelvas a buscarme.
Salí rápidamente del estacionamiento sin ver atrás y dejando a Kyle doblado sobre sus rodillas. Esperaba eso le ayudara a no volver a acercarse a mí.
"¿Dónde estás? Necesito hablar contigo, por favor. Es importante." Envié el mensaje rápidamente a Kylan cuando salí del estacionamiento
Estaba demasiado confundida. Lo que le dije a Kyle era verdad, no sabía que sentía por Kylan, nunca me había puesto a pensar en ello. Kylan era un chico muy lindo al que apenas había conocido, dos meses no eran mucho tiempo.
Ahora que reflexionaba sobre mi relación con él me sentía extraña. ¿Cómo me sentía por él? ¿Me gustaba? ¿Era solo amistad?
Me estacioné cerca de casa de Kylan y dejé caer mi cabeza en el volante. Kyle había removido demasiadas cosas en mí. Estaba molesta con él por lo que había hecho, pero por otro lado si él no hubiera dicho nada nunca me hubiera preguntado qué tipo de relación tenía con Kylan. Me gustaba que me abrazara y no me molestaba cuando por alguna razón me tocaba.
Mi celular vibró y sentí mi corazón latir rápidamente pero era papá el que marcaba.
―Hola papá― contesté.
Estaba desilusionada y aliviada, esperaba que Kylan no me ignorara por más tiempo. Necesitaba aclarar las cosas con él, saber que sentía por mí y si yo tenía sentimientos por él.
― ¿Sucede algo malo cariño? ―me reí. Él me conocía bien.
― ¿Problemas adolescentes? — contesté, aunque sonó más a una pregunta.
― ¿Desde cuándo los tienes? ―suspiré.
―Al parecer desde esta tarde, tengo que hacer algo importante papá, estaré bien.
― ¿Estás segura? Te puedo acompañar― comencé a negar pero recordé que mi padre no podría saberlo.
―Estaré bien, no llegare tan tarde.
―Omite el "tan" y no me preocupare― comencé a reír.
―Te quiero papá, adiós― colgué y tomé mi celular esperando a que Kylan contestara.
Cosa que pasó quince minutos después, quince exasperantes y aburridos minutos después.
"Estaba dormido ¿pasó algo malo? ¿Estás bien?" Sonreí al ver su mensaje, parecía volver a ser el mismo.
"Estoy cerca de tu casa ¿crees que podamos hablar en persona? Esperé su mensaje con el corazón acelerado, estaba nerviosa y ni siquiera sabía porque.
"De acuerdo" conduje hasta su casa y esperé a que saliera. Me sorprendí cuando lo vi.
Nunca lo había visto de otra forma, él realmente se acababa de levantar. Llevaba un short que dejaba ver sus piernas, su camisa no se ajustaba a su cuerpo pero su cabello estaba revuelto en todas direcciones y eso era extraño.
Nunca lo había visto con el cabello tan alborotado, llevaba sus habituales lentes y sentí como si todo mi mundo estuviera a punto de cambiar. Él me dio una de sus sonrisas tímidas y sin pensarlo mucho corrí hasta él tomándolo por sorpresa pero de inmediato envolvió sus brazos a mí alrededor y me cargó haciendo que levantara un poco mis pies del suelo.
― ¿Estás bien? ― preguntó bajándome de forma cuidadosa. Le sonreí, no tenía por qué estar nerviosa me gustaba estar con él.
Bueno quizá si estaba nerviosa pero intentaba ocultarlo.
―Sí, vamos a caminar― tomé su mano arrastrándolo conmigo. Quería hablar con él pero no quería toparme con Kyle.
Una vez que nos alejamos lo suficiente me detuve para mirarlo fijamente. Tenía una mirada extraña en su rostro. Tambien noté que sus ojos estaban inusualmente rojos.
— ¿Estás bien? Tienes los ojos rojos
—Me cayó algo de tierra, estoy bien — no lo creí pero lo deje pasar.
― ¿Por qué te alejaste en el centro comercial? ― él cerró los ojos.
Suponía estaba pensando en su respuesta, tomé su rostro entre mis manos haciendo que inmediatamente me mirara.
―Tenía miedo.
― ¿De qué?
―De ver algo que no me gustara.
―Puedes decirme de que se trata Kylan, siempre lo has hecho.
―No todo Gabby― respondió haciendo una mueca. Tomó mis muñecas y pasó sus manos por mi espalda sin soltarlas. No me retiré, sentía que se estaba volviendo un terreno peligroso para él. ― ¿Qué estamos haciendo?
―Tu dímelo, yo estoy aquí― eso pareció sorprenderlo. Se alejó un poco solo para verme de frente, podía ver sus ojos cafés buscando algo en mí.