Kylan
Ese pequeño detalle, algo tan insignificante para cualquier otra persona fue lo que hizo que el momento fuera el adecuado. Con ese pequeño gesto que ella tuvo conmigo entendí que jamás la dejaría ir. Estaba muy seguro de mis sentimientos y era hora de dejar de temer que ella no sintiera lo mismo, Gabby no se avergonzaba de mi porque fuera a terapia. Ella iba a estar ahí para mí y era totalmente ridículo que mi corazón saltara de esa forma. Mi estómago comenzó a revolverse pero sin dejar de mirar sus ojos deje salir las palabras.
―Te amo preciosa― ella abrió los ojos con sorpresa y casi me arrepentí. Entonces vi su sonrisa, su mano comenzó a buscar la mía. Nuestras manos heladas se encontraron y sabía que ella se encontraba tan nerviosa como yo.
―Me encantaría ver el desarrollo de esto, pero tenemos una clase con la cual cumplir― el profesor Hewit apareció detrás de nosotros y avergonzado arrastre a Gabby conmigo al salón. Sin evitarlo la retuve un momento en mis brazos antes de que el profesor llamara la atención a clases. Me encantaba sentirla en mis brazos y ella me dedicó una sonrisa antes de prestar su completa atención a la materia que más le daba problemas.
***
―No entiendo por qué se comporta así― Andrew se levantó después de ser derribado por tercera ocasión por uno de mis pequeños alumnos.
―Dejaremos la clase aquí, los veo en dos días― mis pequeños salieron felices después de derrotar a un montón de adolescentes. Tenía a mis amigos rodeándome desde que aparecí en la escuela. Todos deseaban saber el porqué de mi apariencia, no podía culparlos pero me sentía un poco incómodo con sus miradas.
―El tipo es idiota, mira que meterse con la chica de Kylan. Todos sabemos que él nos patearía el trasero sin pudor por ella― David tenía un tono burlón, pero todos sabíamos que estaba tan enfadado como yo. Todos los chicos lo estábamos.
Mason era un buen amigo de Gabby y el hecho de que la tratara así justo después de que muriera su abuela solo hacía que mi sangre hirviera pidiendo venganza.
―Dejemos de lado este tema o Kylan destrozara el saco de box― ni siquiera me había dado cuenta de que tan fuerte estaba golpeando. Sam puso su mano en mi hombro dándome un apretón fuerte. ―Hermano déjalo.
Busqué a Gabby entre la multitud y allí estaba ella con un montón de libros mientras mantenía una plática con Kim. Tenía ojeras bajo sus ojos y se notaba cansada pero eso no impidió que mi corazón se acelerara. Para mí siempre sería la mujer más hermosa sobre la faz de la Tierra.
―Aquí vamos de nuevo― Michael se colocó frente a mi tapando mi vista― deja de hacer eso y contesta como es que de ser un nerd pasaste a la categoría príncipe azul del instituto.
Me sentí algo avergonzado y todos comenzaron a hacer burlas a mí alrededor.
―No se burlen chicos, él no tiene la culpa de ser tan encantador― rodé mis ojos hacia David.
Respiré hondo antes de comenzar a hablar y ellos callaron a mí alrededor. Era algo que me gustaba de los chicos siempre bromeaban pero cuando tenían que ponerse serios lo hacían y me hacía sentir seguro.
―Es mi aspecto de antes de Florida.
― ¿Lucías así? ― El tono que uso Michael me hizo sonreír.
― ¡Joder cuando dijiste que lucías de forma diferente nunca imaginé que fueras Mister Allen, debiste prepararnos para el impacto!― me encogí de hombros viendo como Andrew intentaba seguir la conversación.
―Bueno yo llegué a casa de Gabby así y ella no me reconoció― sin poder mantenerme un poco quieto volví a mi saco de box, entrenar siempre calmaba mis nervios y era lo que más necesitaba después de saber que tendría que ir directo a terapia.
―No quiero ni imaginar la cara que debió poner― sonreí.
―Fue algo gracioso.
―Lo imagino, ella a veces reacciona de formas raras― yo solo pude sonreír porque era cierto. La busqué con la mirada y ella seguía con lo que estaba haciendo.
Sentí un golpe en la cabeza y me tensé. Giré para encontrarme a los chicos alejados de mí mientras Andrew sonreía como niño pequeño.
―La vas a desgastar.
―Hermano nunca golpees a alguien que sabe pelear, es ley― dijo Sam muy serio.
― ¿Crees que no puedo defenderme? ― miré a mí alrededor asegurándome de que no se encontraba ningún supervisor.
― ¿Te quieres probar contra mí?
En menos de un minuto teníamos todo preparado para una pequeña demostración, en cuanto empezamos supe que Andrew no lo dejaría tan fácil. Tenía tanto tiempo de no practicar con alguien que no fuera mi entrenador que se sentía increíble. Cuando Andrew estuvo en el suelo pidiendo paz sonreí.
―Eres bueno. ¿Por qué te dejaste derribar por un niño? ― él hizo una mueca.
―No iba a derribar a un niño, practico box desde que comencé a salir con Kim, ella sabe cómo meterse en problemas― volví mi mirada hacia ella. Parecía que no rompía un plato pero Kim tenía una lengua larga. Si algo le molestaba lo decía y eso le había ocasionado demasiados problemas.
―Cuando quieras podemos practicar― ofrecí viendo como Gabby comenzaba a guardar sus cosas. Era hora de ir a terapia.