No tengo un tipo

Capitulo 21

Gabby

¿Fiasco? Eso ni siquiera resumía lo que había sido la noche del viernes, estaba intentando ser positiva y la noche no había sido tan mala pero los momentos incómodos fueron demasiados y fue muy estúpido de mi parte pensar que una plática con Lena nos haría mejores amigas, no pensé exactamente eso pero si creí que nuestra relación mejoraría.

Mi padre había estado feliz con la idea de la noche familiar, prácticamente nos arrastró a todos a los bolos. Fue divertido ver a Mason perder contra mí, me recordó mucha a la cita que tuvimos y fue algo incómodo porque él prácticamente era mi hermanastro. Se me revolvió el estómago de solo pensar que hubiera pasado si en realidad hubiéramos tenido alguna relación.

Lena se había esforzado por platicar conmigo pero no tenía idea de que contarle. Y todo se había puesto demasiado tenso cuando ella decidió irse a lo académico. Hubiera sido un increíble tema de conversación si yo hubiera tenido algo que decir.

Jack me estaba presionando mucho con mi elección de carrera, pero que Lena preguntara solo hizo que me sintiera peor. No sabía que estudiar aún y sabía que no había mucho tiempo para escoger, solo esperaba no tener que tomar una decisión precipitada.

Los niños se habían ganado mi corazón, pero durante los bolos ellos no se apartaban de papá y constantemente le pedían ayuda y como que me puse un poquito celosa. No me sentía bien sintiéndome celosa de niños pero él seguía siendo mi papá y habíamos sido él y yo por mucho tiempo.

―Hey no todo fue tan malo, te atiborraste de pizza― sí, lo había hecho y nadie estaba feliz con eso. Aún tenía que comer sano y tomar hierro.

Mason estaba intentando fuertemente hacer que todos platicáramos o que hiciéramos algo pero mi humor se había ido completamente al suelo después de la pregunta acerca de la universidad y esa pregunta se había hecho al inicio de la velada.

―La pizza es genial― respondí porque había prometido intentarlo y no quería parecer grosera, eso sin contar el hecho de que de nuevo él y Jack se unían a nuestro grupo de amigos.

― ¿Saldrás mañana?

Desde mi plática con Kylan él se había mostrado más atento conmigo y me recordaba constantemente que saldríamos mañana temprano. Como si realmente pudiera olvidarme de ello, tenía mi ropa lista desde dos días antes y le había preguntado muchas veces que era lo que íbamos a hacer. Por supuesto él no quiso decir absolutamente nada.

―Sí, Kylan dice que me tiene una sorpresa.

―Me alegra que hayas hablando con él― hice una mueca. Aún había cosas que no habíamos dicho, estaba esperando que pasara mañana para bombardear a Kylan con preguntas acerca de sus avances en terapia.

―A mí también― contesté mirando por la ventana. Las luces estaban encendidas después de que el anochecer llegara tan rápido. Los niños habían perdido la batalla contra el sueño hace mucho tiempo y yo me sentía cansada como para caer muerta en mi cama.

Solté un suspiro de alivio cuando la casa apareció frente a mí. Entre Lena, mi padre y Mason llevaron a los niños a sus cuartos. Las niñas compartían una habitación y Mason la compartía con Alfred, estaba subiendo a mi cuarto cuando la voz cansada de papá llego a mí.

― ¿Podemos hablar? ― evité dejar caer mi cabeza contra la puerta de mi habitación, había estado tan cerca.

―Claro― no forcé mi voz para sonar interesada y papá lo notó. Casi arrastrando mis pies lo seguí hasta la cocina. Muchas de las mañanas donde mi padre y yo compartíamos el desayuno pasaron por mi cabeza.

Papá abrió el refrigerador y sacó un bote con chucherías. Eran dulces mexicanos, podía decir que esas cosas realmente no me gustaban, pero por alguna razón él las amaba.

― ¿Gustas? ―dijo metiéndose una de esas cosas a la boca, yo negué rápidamente con la cabeza antes de ver a papá ingerir el segundo.

―Comí mucha pizza y realmente no tengo antojo de nada― y menos de eso, quise decir.

Papá limpió sus manos y poniéndose serio me miró a los ojos, aquí vamos. Papá podía ser el mejor padre del mundo y era divertido y realmente podía ser un amigo, pero cuando se ponía serio asustaba. Esa mirada era la que lo había llevado a ser un gran empresario.

―No has elegido carrera ― papá estaba afirmando, así que solo asentí. Cuando regresamos a Estados Unidos había intentado tomar el GED[1] pero papá no me dejó, quería utilizar ese tiempo para pensar que era lo que realmente quería. Hacer algún curso en algo, pero sabía desde que era pequeña lo que papá deseaba para mí.

Negocios y economía.

Si de algo estaba segura era que podía manejar los negocios de papá, lo había visto hacerlo muchas veces e incluso lo ayude en algunas ocasiones. Pero no era lo que realmente quería, había visto a mi padre hablar de su trabajo con una fuerza y amor que realmente no imaginaba como alguien podía amar pasar tanto tiempo en una oficina. Él lo hacía y aunque a veces llegaba de mal humor a casa el trabajo era una parte importante de su vida. Algo que quería compartir conmigo.

―Gabby…

Miré a papá, tenía las manos sobre otro dulce.

―No lo sé papá. Por más que lo pienso no hay nada que realmente llame mi atención.




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