Capítulo 1
Mudanza
Despertar con el canto de aves, con el sol entrando ligeramente por tu ventana, sin ruido y una tranquilidad satisfactoria…Suena tan tentador, lástima que no se parece en nada a mi realidad.
Son las 6h30 de la mañana y lo único que escucho son camiones de mudanza pitando y cajas siendo levantadas y llevadas a dichos camiones. Sería una mañana normal si no me mudara, sí, me mudo a otro estado al otro lado del país.
Mi nombre es Ariadna Johnson tengo 16 años, mi familia se conforma de mamá – su nombre es Karina es una mujer de 34 años, muy guapa, es abogada de un prestigioso bufete – , papá – su nombre es Matthew Johnson tiene 38 años y es arquitecto, ha sido director de grandes edificaciones – y mi hermana – Mackenzie tiene 19 años , es muy inteligente y es el orgullo de mis padres, claro, la quiero y tenemos una buena relación pero hay momentos en la que la envidio un poco – va a empezar la universidad en Dartmouth College – la muy sabelotodo ganó una beca completa para estudiar allá, y con lo difícil que es eso, mis papás le compraron un auto de premio – y yo voy a empezar mi primer año de instituto – mi hermana no es la única sabionda yo también soy buena me adelantaron un año así que soy la más joven es mi curso – mi popularidad es escasa casi inexistente, lo cual me tiene sin cuidado, solo tenía mi ¨grupito¨ mi mejor amiga Alexa y Rosie.
Todo era genial hasta que llegó el fatídico día.
(INICIO DE FLASHBACK)
Era una mañana de domingo de las vacaciones de verano, me desperté y bajé a desayunar, me encontré con una ¨Reunión familiar¨ - aclarando algo mi relación con mis padres es aceptable ya que ellos trabajan y yo paso casi siempre con Mack, no me quejo ellos hacen lo posible para darnos todo a mi hermana y a mí además tengo varias cosas en que perder mi tiempo toco la guitarra, leo, me gusta la música -.
- Buenos días cielo, como amaneciste – saluda mamá con una sonrisa. Por alguna razón me parece extraño verlos a todos ahí.
- Buenos días, bien – le contesto y voy a buscar un poco de leche – ¿Paso algo? - mamá y papá se lanzan una mirada un poco extraña
- Mmm…tenemos que hablar contigo – esto no huele nada bien.
- Si díganme ¿Qué pasó? – no recuerdo hacer nada malo, aunque tal vez le haya dado mantequilla de maní al gato de la señora Smith.
- ¿Te gustaría estudiar en New York? – dijo mamá de sopetón
- ¿Por qué me preguntas eso? – Le dije tratando de sonar calmada qué raro no era lo que me esperaba.
- Bueno quería saberlo… porque te tenemos una buena noticia – dijo y sonrió, tomo la mano de papá, se miraron y gritaron al unísono – Nos mudaremos a New York.
Espera ¡¿Qué?!
Y ahí no supe más todo se me nublo y la cara de mis padres empalideció después de eso solo me llegaron bajos tonos de voz que no llegue a entender.
Cuando desperté me encontré en mi habitación creyendo que todo había sido una pesadilla, pero, no.
- Cariño, ¿te sientes mejor? – dijo con un tono de voz dulce.
- ¿Qué me pasó? – dije con voz pastosa.
- Te desmayaste después de recibir la noticia de… - y entonces recordé ¡Oh no! no había sido un sueño, era real y ahora tendría q irme a vivir a otro Estado.
- ¡No! no quiero ir y no me van a obligar – dije decidida.
- Cariño entiende – dijo tocándome la mejilla la cual aparte. Estaba furiosa, como no me lo dijeron antes-.
- Qué voy a entender, mamá – dije sollozando- ¿Por qué no me lo dijeron antes? Esto no puede ser, toda mi vida he vivido en este lugar…
- Ariadna, me entere hace tres días mi jefe va abrir una sucursal del bufete y me pidió que yo vaya a supervisarlo, ya que soy la encargada en jefe y me tiene mucha confianza, esto es bueno para mi carrera y tu papá tiene un proyecto en la ¨Gran Manzana¨– dijo emocionada- eso es bueno le van a aumentar el sueldo y queda cerca de New Hampshire por lo que hablamos con tu hermana y…-
- ¿Ella lo sabía?- me sentía traicionada - Siempre nos contamos todo no puedo creer que me lo haya ocultado.
- Yo le pedí que no dijera nada debíamos confirmar todo lo del trabajo de tu papá. Ahora está todo asegurado y será un gran paso en nuestra vida tendrás nuevos amigos y…
- Pero a mí me gustan mis amigos de aquí
- Sí, pero allá puedes empezar de cero, unirte a las porristas o a clubs de lectura tu sabes cosas que te gusten – dijo con entusiasmo. No le voy a matar la ilusión y es mejor no discutir con ella aunque me arrepienta por lo que voy a decir pero.
- ¿En cuánto tiempo nos mudamos?
- La próxima semana - sabía que me iba a arrepentir – ¿Ari, qué tienes?
Y fue cuando me volví a quedar inconsciente. Me desperté por tercera vez con un olor muy raro, vi a mamá con una pomada que me puso para oler.
- ¿Quieres dejar de hacer eso?- pregunto exasperada.