◍ Episodio 53

◍ DE NATÁN ◍

Juro que me pasé una hora así, clavado en la pantalla blanca del ordenador. Blanca, porque abrí Word con la intención de seguir escribiendo el guion. Pero no lograba concentrarme. ¡Tenía un desmadre total en la cabeza! Un torbellino de pensamientos.

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

— ¿Por qué piensas con emociones?

— ¿Qué? ¡Pienso con el cerebro!

Escucho el tintinear de platos por el auricular.

— ¿Qué estás haciendo? — me desvío del tema.

— Preparando té. Compré un té buenísimo en Macao y también un set para ceremonia del té. Ahora mismo estoy haciendo... la ceremonia.

— No pareces muy concentrado. Estás hablando por teléfono mientras lo haces. ¿Eso se puede?

— En el budismo zen puedes hacerlo como te dé la gana. Hay que ser lo más natural posible: comer cuando tienes hambre, beber cuando tienes sed, tirarte un pedo cuando te aprieta. Lo importante es hacerlo todo con conciencia, sin dejar que el proceso te absorba. Y tú ahora estás dejando que tus emociones te absorban. No estás distante, no estás consciente.

Maldición, Tadeo siempre es tan convincente. ¿Y qué le vas a decir? ¡Él es el señor Confianza en Persona!

— Ella me mandó a la mierda. Y su tipo... da mal rollo. Es capaz de matarme.

— ¡Ufff, cómo huele!

— ¿Qué?

— El té… ¿Te gusta de verdad?

— ¿Noa? Por supuesto. Mucho. Hace tiempo que nadie me gustaba así. Tal vez nunca.

— ¿Y tú a ella?

— Me parece que igual.

— Entonces, ¿cuál es el problema? A mí me gusta el té, y el té me quiere a mí… ¡Joder, está caliente! Ella solo te alejó porque tiene miedo. Ponte en su lugar: llega a una ciudad nueva, su ex viene a buscarla, se pone violento. Golpea al chico que le gusta… Ya sabes a lo que me refiero. Ella necesita huir de esta ciudad. No entiendo por qué no lo ha hecho todavía. Tal vez por ti, ¿no se te ocurrió?

— ¿Por mí? No creí que tanto…

— El punto es: está totalmente aterrada. Necesita protección, no abandono.

— ¡Pero si es una zorra! Ella misma dijo que se acostó con un montón de tíos.

— No importa lo rápido que una chica esté dispuesta a acostarse con alguien. Lo que importa es cuánto tiempo está dispuesta a entregarse a uno solo. Tal vez ahora solo quiera entregarse a ti. Si eso es lo que necesitas —perfecto— entonces lucha por tu chica y por lo que quieres. Una mujer —esa criatura— hace más fuerte a un hombre con su amor.

— ¡Ella de verdad me hace más fuerte!

— Entonces ya está. La necesitas.

— Genial. Perfecto. Estoy jodido.

— ¿Y qué esperabas? — Tadeo sorbe el té y chasquea los labios —. ¡Esto es el cosmos, no un té!

— El cosmos… Noa también lo llama así: cosmos.

— ¿En serio? Ya me cae bien. Y cómo me encantan las putitas chinas, mmm. No hacen las cosas como nuestras chicas. ¡Te dan puro placer! Me fascinan las chinas.

Me echo a reír.

— Eres un homófilo.

— ¿Un qué?

— Amante de los humanos.

— Yo pensaba que era amante de los maricas.

— Uy, es verdad… Entonces, ¡filántropo!

— Eso suena mejor. ◍

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