Noa, Todo puede cambiar

Recuerdo de una vida pasada

Siempre he pensado que sería, de mi vida junto a mi madre, el día que nací fue el mejor día que ella pudo tener, así recuerdo como ella lo decía cada que le preguntaba si me quería me adoraba tanto que pensaba que siempre estaríamos juntas, para toda la eternidad.

Su nombre era Carmen y ella siempre me ha hecho falta para todo, desde que ella se marchó mi vida es diferente, no puedo ni siquiera recordar cuándo fue que mi vida y mi aspecto cambió tanto.

Recuerdo el último día que la vi, tenía 6 años, vestía mi vestido azul con un lazo, mis zapatos como de princesa, mi cabello bien cuidado y siempre linda, mamá me mantenía, así como una princesa, era así imposible que ande desarreglada, era demasiado estricta con la ropa y la apariencia, hasta con mi padre era así. 

Mamá me fue a dejar en a escuela como todos los días, pero justo ese día estaba apurada ya que se iría a la casa de la abuela, a visitarla, se le hacía tarde,  solo me dejo, me dio un beso y dijo:

—Volveré a verte después de clases.

Fueron las ultimas palabras que me dijo con su linda voz tan suave como era ella, se subió al auto y se fue, ella era quien mantenía todo ordenado en casa, mi papá Simón y yo la adorábamos demasiado.

Ese mismo día al salir de la escuela espere con ansias a mamá, tenia ganas de un rico helado pero no llegaba, ella era puntual siempre era de las primeras mamás en llegar, pasó el tiempo y todos mis compañeros se fueron, me miraban extrañados ya que ella era ama de casa, siempre iba con puntualidad a retirarme. 

Ya era demasiado tarde empecé a llorar, mi maestra iba a llamar a mi madre cuando un auto conocido llegaba, pero no era el de mamá, sino el de papá que llegó a verme, era tan extraño él nunca me recogía de la escuela, se la pasaba en la empresa, bajo y camino hacia mi con la cabeza agachada pude ver que tenía sus ojitos rojos y al parecer estaba llorando, desarreglado, pensé que si mamá lo ve así lo regañara tanto que capaz por eso lloraba, sonreí y le dije:

—Hola, mamá te regaño por estar desarreglado.

El no dijo nada y me abrazo, me abrazo tanto que recuerdo bien que nunca más lo volvió hacer dese ese día, soltó el llanto en mis hombros, me dio miedo de pensar que mamá me regañaba a mí también por desarreglarme la ropa, pero no le dije nada, él dijo:

—Mamá ya no estará con nosotros, sufrió un accidente, mamá se fue al cielo, no la volveremos a ver. —Sinceramente algo se rompió dentro de mi, no entendía muy bien el concepto de la muerte, pero se perfectamente que no la volveré a ver mas, lloramos juntos mientras empezó a llover, no importaba la ropa, no habrá nadie quien nos regañe ahora

—¿Por qué? / Pregunté con lágrimas en los ojos, era mi mama lo mas importante que tenia, la amo ella me cuidaba.

—Un carro la chocó, y no sobrevivió, pero aquí me tienes a mí, estarás conmigo y serás una niña feliz.

Hubiera querido que sus promesas se hubieran cumplido, después de darme esa noticia fuimos a casa y mi tía Sofía me cambió de ropa, lloraba igual que yo, era su hermana favorita o eso pensaba ya que siempre estaban unidas, y conversaban de todo, ella me abrazaba y también me hizo promesas incumplidas, dijo que estaría conmigo y que seria como mi madre, cosa que nunca sucedió.

Desde ese día todo cambió para mí, perdí todo a mi madre y mi padre al mismo tiempo.

El empezó a tomar y dejar de ponerme atención al mes de la muerte de mamá fue mi cumpleaños y ni siquiera me felicitó o por lo menos me abrazó, sabiendo que me sentía vacía desde la muerte de mamá, es más nunca más tuve cumpleaños ni vida social.

Iba a la escuela vestida de hombre ya que papá nunca tenía tiempo de arreglarme solo me ponía lo que a él se le hacía fácil, adiós a mis vestidos de princesa y a mis faldas de muñeca, adiós a todo lo que conocía, el pelo me lo corto para no peinarme por lo menos hasta que yo pudiera hacerlo sola, dejé de ser una princesa a parecer hombre ya que hasta mi nombre es Noa, se burlaban de mi por eso mas porque parecía niño con mi nuevo corte, vaya vida que tengo.

Tiempo después mi tía Sofía la que era la hermana favorita de mamá terminó casándose con papá, vivieron juntos, me quería morir se supone que lo hicieron por mi para cuidarme pero al contrario no lo hacia, buen no como debería ser, me tenia ropa y comida pero nunca me compro un vestido, solo la misma ropa de niño para que no le de trabajo de vestirme y peinarme tiempo después Sofia nos dejo y le robó todo lo que él teníamos en casa.

Mi infancia fue terrible crecí sola, nadie me enseño como ser una chica, eso era lo que mas dolía, nunca hablaba con papá solo le pedía dinero nada más y aunque nunca me faltó nada de lo material, siempre me faltó su amor, el cariño de un padre hacia su hija, ahora tengo 16 años, tengo que aprender a vivir sola y siempre bajo las burlas de los demás.

 




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