Noa, Todo puede cambiar

Un gran error

Llegue a la escuela y todos me miraban extraño no sabía que pasaba así que los ignoré, hasta que al entrar a mi aula, había un montón de hojas con el mensaje que le mande a Adriana, pero argumentando otras cosas, como si yo estuviera acosando.

- Miren quien llego la marimacha, que anda enamorada de Adriana. / Dijo Tania con tanto odio, desde ya sabría que este año yo sería su blanco.

- Qué es esto. / Dije mirando a Adriana porque ella sabía que eso no era cierto.

- Tus mensajes, no ves que esa fue la razón por la que deje de ser tu amiga. / Adriana dijo con la mirada baja, ella sabía que no era cierto.

- Di la verdad, además tú me escribiste primero

- Hay deja de mentir, por eso te vistes así, que horror ya sabía yo que una chica nunca se puede vestir así ni siquiera por error.

La maestra llego y regaño a todos, me miraba con decepción, sin yo haber hecho nada, la clase empezó y todo normal menos mi mente que está pensando en todo lo que pasó, hasta que la maestra me preguntó algo que no había puesto asunto, al ver que no respondía le pregunto a Tania y ella le respondió con aires de grandeza.

- Ves y así me quieres ganar, tonta.

- Basta Tania o te vas de la clase.

Se calló y luego termino la clase, yo siempre me quedo al último así que esta vez no era la excepción, todos se fueron y la maestra estaba mirándome ya sabía que me quería decir algo.

- Noa, es cierto lo que dicen

- Claro que no maestra, a mí no me gustan las chicas

- Y esos mensajes.

- Son editados yo no mande eso y si le escribí a Adriana, pero ella fue la que me preguntó cómo estaba y yo solo le respondí nada más.

- Espero que sea verdad, porque no cambias tu forma de vestir, creo que eso ayudaría a que no se burlen de ti.

- Mi padre siempre me vistió así, y ya me acostumbré.

- Tu ya no eres una niña, eres una señorita, tu misma puedes escoger ropa nueva y bonita.

- No sé de esto y no tengo conocimiento, podría venir vestida como payaso.

- Yo te ayudaría o sino dile a Diana, ella es muy dulce y parece no ser como Tania.

- No sé, no la conozco, mejor lo pensaré y luego le digo.

- Está bien, anda a tu casa.

Me retiré a mi casa, pero antes mire en algunas tiendas, ropa de chicas, estaba pensando que tal vez la maestra tenía razón y debería cambiar un poco.

Estaba viendo a la tienda y escuche una voz conocida que me sacó de mis pensamientos.

- Te verías más linda con ese vestido. / Volteó con rapidez y lo veo con una gran sonrisa es el primer chico que me habla no sé qué decir así que le digo lo único que se me viene a la mente.

- ¿Qué haces aquí?

- Estoy mirando a una niña linda, mirando un vestido que le quedaría espectacular, pero ella no se lo ha de comprar.

- Mira Agustín yo no quiero burlas y...

- Y quien se está burlando, tu eres linda, solo que te falta un poco de arreglo nada más.

- Eso es burlarse.

- No es mi intención burlarme de ti, eres linda, solo que tu no lo ves.

- No soy linda, parezco hombre tú mismo lo dijiste.

- Era broma, quería coquetear contigo, pero me salió mal, lo único que logre fue que Tania te humillara, eso no me agrado.

- Tu le agradas a ella.

- Y eso que? a mí me agradas tú, podemos ser amigos.

- No lo sé, pueda que me quieras ver la cara de tonta.

- Claro que no, se ve que no tienes amigos por eso no confías en nadie, soy diferente a mí no me gusta molestar ni juzgar a nadie me caes bien solo déjame ser tu amigo sí.

- Lo pensaré, tengo que irme.

- Esta bien, nos vemos mañana.

Camine hacia mi casa, no faltaba mucho, pensaba en lo que me dijo Agustín, no quiero ilusionarme y terminar mal, no quiero que me vuelvan hacer lo que me hizo Adriana, simplemente no soportaría tener que perder a un amigo. Está en mis pensamientos cuando llegando a mi casa estaba un auto conocido justo frente a mi casa, pero lo único que me faltaba, era Sofía, que demonios hace en mi casa, no le bastó con robarle a papá y además de llevarse las joyas de mi mamá, entre en silencio quería ver qué era lo que hacían.

Estaban en la cocina discutiendo con mi papá y me quedé escondida a ver si escuchaba algo interesante.

- Tienes que entender porque regrese, a mí no me interesa vivir contigo solo quiero esa grabación. / Decía Sofía con voz un poco alta, pero yo solo pensaba de qué grabación hablaban.

- No ese es el único recuerdo que tengo de su traición.

- Hay Simón por favor, tú también la engañaste así que no te hagas la víctima.

- Cállate Sofía

En eso se cayó un jarrón justo detrás de mí y me descubrieron, demonios, no podía seguir escuchando.

- Noa, querida qué haces aquí.

- Qué pregunta estúpida, esta es mi casa.

- No le hables así a tu tía. / Dice mi papá.

- Ella no es mi tía, es solo una extraña, porque como una extraña me abandonó.

- Yo no te abandone, tu padre me corrió.

- Bueno basta, de que grabación y qué traición hablan.

Los dos se miraron fijamente sin saber qué decir, estaban nerviosos, lo notaba en la manera se movían.

- Es algo sin importancia hija, solo ve a tu cuarto y déjame a sola con Sofía

- No papá, ya no soy una niña, estaban hablando de mamá verdad.

- No solo vete.

- Sabes que los dos son unos idiotas, se olvidaron de mí, después que mamá me dejó, no me parece justo que quieran dominarme ahora.

- Nadie te abandono, aquí vives, aquí comes que más quieres. / Dijo mi padre exaltado.

- Atención, cariño eso quiero.

- Tu madre siempre te consentía por eso es que piensas que todos te abandonaron, deja de ser dramática, eres igual a tu madre. / Con eso me mato, llorando subí a mi habitación, ya no quería saber de papá, nunca me había tratado así, es más casi nunca me hablaba.

Subí a mi habitación y me quedé dormida después de tanto llorar, desperté a las 7 de la noche, bajé a ver un vaso de agua y mi papá estaba ahí, lo iba a ignorar, pero él fue quien me habló a mí.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.