Noa, Todo puede cambiar

Mi familia no era lo que pense.

Mi tía estaba sentada en la sala esperándome junto a unos papeles que tenía en la mano, me sorprendí ya que era la segunda vez que la veía aquí, al verme se acercó y me abrazó en un saludo, yo le respondí por educación, mi tía no me caía nada bien, ella igual me habló de una manera diferente a como me sabia hablar.

- Hola querida, te estaba esperando.

- Y para que.

- Tu padre me va a matar por esto, pero es hora de que sepas la verdad de todo. / Me dijo convencida, de que verdad hablaba, estaba desesperada por saber qué pasaba.

- Dime de una vez de que verdad hablas.

- Mira, en las fotos está todo.

Tomé los papeles que tenía, y eran fotos en realidad, ahí se veía a mi mamá, con un hombre que no era mi papá abrazados, y sonriendo era justo el día en que ella murió, no sabía qué significaba eso ni tampoco quién era ese hombre.

- Tu mamá los iba abandonar de todos modos, ella tenía un amante, se iba a escapar con él justo cuando el auto chocó y ella murió.

- No....eso es mentira…mamá me amaba, ella…/ Mis lágrimas corrían por mis ojos en esas fotos mamá estaba con ese hombre feliz.

- Sé que es difícil, ella se enteró que tu padre y yo teníamos un romance así que se vengó y se metió con ese hombre, pero esa no es razón para que te abandone a ti, ese día hubieras perdido a tu mamá, así no se hubiera muerto.

- ¡Cállate!, eres una maldita, tu traicionaste a mamá.

- Si, pero tú no tenías por qué pagar por algo que hizo tu padre, tú no tienes nada que ver.

- Mejor dime quién es ese hombre.

- No lo sé, nunca lo he visto, solo sé que él murió junto a tu madre, tu papá fue a retirar el cuerpo de tu mamá el de ese hombre aún quedó ahí, nunca tu padre investigó sobre el.

- Quiero estar sola, vete.

- Lo siento, quiero ayudarte, quiero que cambies no puedes estar pagando por culpa de nosotros los adultos, cambia tu forma de vestir, eres hermosa y eso todos lo que te conocemos lo sabemos.

- Gracias, pero si me hubieras querido ayudar no te hubieras ido dejándome, tú tienes tanta culpa de que mamá se haya muerto, mejor lárgate de aquí, no quiero verte.

Sofía se fue, me senté en el sofá llorando, papá tenía que explicar muchas cosas.

Pasaron las horas y me había quedado dormida, luego siento a alguien despertándome, mi papá estaba con las fotos en sus manos, lloraba también pude notarlo él habló primero.

- Nunca debiste enterarse de esto, ella se iba a ir de todos modos, nunca pensé que esto siguiera doliendo después de tantos años, yo sé que tuve culpa, me enrrede con Sofía y lastime a tu mamá, pero nunca fue mi plan abandonarte, ella quería dejarte eso es lo que cambia entre ella y yo, me hundí en el dolor, y por eso te abandone todos estos años, perdóname, perdóname por todo el daño que te he hecho, nunca te abandonare, siempre contaras conmigo.

No pensé más y lo abrasé, era la primera vez en años que me abrazaba, tal vez tenía razón mamá no era tan buena después de todo, ella me iba abandonar, eso era lo que me dijeron y yo le creía, las fotos no mienten y ella está muy cariñosa con ese hombre, mi papá me daba las cosas que necesitaba y ella se iba a ir, era algo difícil de creer, pero era la verdad que estaba descubriendo en ese momento.

- Solo tratemos no empañar la imagen de mamá, quiero imaginar que no me entere de nada.

- Como tú quieras, hija, sabes quisiera recuperar el tiempo perdido, yo me he portado muy mal contigo.

- Si papá, podemos salir este sábado.

- Si vayamos a comer algo o al cine.

- Si me parece bien.

Abracé a papá y me despedí para irme a dormir, era un día muy difícil, no hice ni mis tareas de la escuela, madrugaré para hacerlas.

A la mañana siguiente, me desperté muy temprano, hice mis tareas, me bañe y estaba ahora buscando que ponerme, era un lío la verdad no tenía ropa bonita solo pantalones anchos, camisetas y zapatos deportivos, ya no sabía qué hacer, tendría que comprar ropa urgente.

Estaba con mi cuarto hecho un desastre cuando tocan la puerta de mi cuarto, era mi papá con Diana, que había venido ayudarme a vestirme, traía una bolsa llena de ropa y zapatos, no sabía cómo reaccionar, sería mi primer día como una chica normal.

- Hola, creo que necesitas ayuda. / Dice Diana, al ver todo el alboroto que tengo en la cama.

- Si, y mucha ayuda.

- Las dejo solas chicas solo traten de no demorar, tienen que llegar temprano a clases.

- Si papá tranquilo.

Diana tiro sobre mi sillón toda la ropa que estaba en la cama y puso vestidos, faldas y blusas, de todo para elegir qué era lo que me quedaba bien

- Vamos pruébate esta falda

- No mejor un pantalón

- Esta bien este

- No hay uno no tan apretado

- Noa, tienes un lindo cuerpo, todo te queda bien, ponte esta falda que no es tan cortita y esta blusa, también estos zapatos bajos, porque tacones no has de saber usar verdad.

- Tacones, ni siquiera sé que es eso, está bien me pondré esa ropa.

Tome la ropa que me dijo, y mire al espejo, parecía otra persona, se sentía bien verme bonita.

- Te quedo hermoso, ahora a peinarte.

Diana me peino con una coleta alta y dejó unos mechones de cabello a los lados, me puso unos aretes que combinaban con la ropa y por último me maquillo, un poco no exagerado ya que no quería ser como Tania.

- Hay que bella eres, tienes unas curvas, mi hermano, se va a morir cuando te vea.

- Agustín, no creo que lo note

- No te has dado cuenta, él te adora, le gustas y no solo por tu físico, le gustas así parezcas hombre, ahora le gustaras más.

- No sé, nunca he tenido novio y no quiero ilusionarme, además él no me ha dicho nada que demuestre que me quiere.

- Tal vez no quiera asustarte, vamos se nos hace tarde

- Vamos

Bajé las escaleras y ahí estaba Agustín y mi papá, parecía que lo estaba interrogando, al verme los dos voltearon sorprendidos, Diana no me dijo que Agustín estaba aquí, me puse roja y ellos no dejaban de mirarme.




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