Noa, Todo puede cambiar

Empezando a concerte.

Ya era domingo y Agustín vendría por mí, me vestí casual con unos pantalones y blusa sencilla, quería impresionar a mi novio, eran las 9 de la mañana así que lo esperaría abajo. En la cocina estaba mi padre preocupado se podía ver en su cara, no quería hablar con él, pero aun así lo hice.

- ¿Pasa algo?

- Si, tú madre quiere que vayas a vivir con ella y su esposo.

- Eso no va a pasar, pronto voy a cumplir la mayoría de edad así que ella no me dominará.

- Lo sé, pero ella va a pelear.

- Hablaré con ella, ¿te parece?

- No sé, creo que ella te va a convencer.

- No papá, ella me dejo tal vez algún día lo perdone, pero no me iré a vivir con ella, además Jimena está ahí su niña consentida.

- Y tú eres mi niña.

- Ya no soy una niña, ya crecí.

- Lamento no haber estado en ese momento, pero, aun así, eres mi niña.

- Ya papá voy a salir.

- Con Agustín.

- Si, papá ya no quiero discutir por lo de anoche sí.

- Esta bien, solo si algo pasa o algo te dice que no te gusta, me avisas, siempre te protegeré.

- Si no te preocupes, ya me voy.

Sali emocionada, pasaría el día con mi novio, al salir estaba esperándome, al verme solo torció los ojos ¿y ahora que hice?

- Hola amor.

- Te dije que no quería verte vestida así.

- Qué tiene, así se visten todas.

- Pero tú eres mi novia y punto, te vas a cambiar sino no salimos.

- No iré a cambiarme, solo por hoy si mañana, ya me vestiré como antes te lo juro. / Pensó por un momento y así lo aceptó, no sé si es normal hacerles caso a los novios, pero aun así lo hice.

- Esta bien.

- Gracias.

- Pero si mañana te veo así te dejo y me consigo otra novia.

Esas palabras me dolieron mucho, me dejaría si no le hago caso, y no permitiría eso, siempre he estado sola y no volvería a estarlo. Después de eso se portó tan dulce, nos fuimos al parque de diversiones, y jugamos en los juegos, se portó tan lindo me ayudaba en todo lo que necesite, como voy a dudar del sí es un amor, el chico ideal. Ya era de tarde y le pedí que me llevara a donde mi mamá y nos peleamos otra vez, no quería que vaya, pero aun así lo hice.

- Para que vas a ir.

- Necesito hablar con ella.

- Que vaya ella a tu casa, no quiero que andes sola por la calle.

- Entonces acompáñame.

- No me interesa conocer a tu madre, así que aquí te quedas.

- Agustín no me dejes sola aquí.

Se fue me dejo en medio de la calle sola, mi papá me había mandado la dirección de la casa y estaba bastante lejos, no sabía que hacer, quería correr detrás de Agustín, pero mi madre tenía que entender que con ella no viviría. Mis lágrimas bajaban por mis mejillas y para mi mala suerte siento que alguien me sigue intento correr, pero es demasiado tarde, ahora esta más cerca me meto a un callejón y la persona que me seguía me enfrentó, me llevo un gran susto cuando lo veo delante de mí, era ese idiota otra vez.

- Me asustaste imbécil.

-Tranquila no soy yo quien te quiere hacer daño, ¿Por qué lloras princesa? / Princesa me dijo princesa, que le pasa no somos ni amigos, para que me diga así.

- Nada no me pasa nada.

- Esa imbécil verdad, que te hizo y ahora mismo le rompo la cara.

- No le hagas nada a mí novio, él no me hizo nada solo......que.../ Rompí a llorar él me abrazo, me siento tan protegida con él, Dios que me pasa no debería estar sintiendo esto, así que lo separo de mi

- Será mejor que te vayas a mi novio no le va a gustar que hable contigo.

- Acaso eres de su propiedad, tú no debes de hacerle caso en todo, solo respetar su relación nada más.

- Él es el único que me ha querido, el único que me vio cuando estaba fea.

- Esa es la escusa más tonta que he escuchado, tú eres hermosa y si nadie te había hablado antes es solo porque aún no había llegado el chico indicado para ti.

- No solo déjame sí.

- ¿A dónde vas?

- Voy hablar con mi madre.

- Te acompaño, estas calles son muy solitarias, Agustín porque no te acompaño.

- Estaba ocupado.

- No mientas vi que discutieron, por eso te seguí es un verdadero idiota, por no acompañarte.

- No quiero hablar de eso sí y vamos si me quieres acompañar.

Caminamos en silencio y me gustaba su compañía, aún tengo la sensación de que lo he visto de algún lado, pero no recuerdo donde capaz lo vi en alguna reunión de papá, al llegar me detuve frente a la puerta, estaba nerviosa, me decidí y toque, al abrir salió Jimena, como odio a esa chica se cree la muy presumida.

- ¿Qué haces aquí?

- Vengo a ver a tu madre.

- Si solo mía, a ti te dejo.

- Esta o no está.

- Mami. / Grito con su voz fastidiosa, y cuando salió no demoro en correr a verme.

- Hija, cariño viniste a visitarme.

- Vine solo a decirte que dejes a mi padre en paz, no voy a vivir contigo está claro, mi vida entera siempre ha sido junto a Simón mi papá y ahora no vengas a exigir derechos que no tienes.

- Amor yo solo quiero que me perdones.

- Te perdono, pero no voy hacer como que, si nada ha pasado, me dejaste siendo una niña, y no hagas que odie más si, déjanos en paz.

- Quiero conocerte y saber más de ti, no me niegues eso.

- No te lo negaré, pero tampoco molestes a la única persona me cuido, que cuido a tu hija.

- Aunque me duela tienes razón, te deje y tengo que vivir con eso, no te obligare a vivir conmigo, solo visítame de vez en cuando sí.

- Trataré.

- ¿Puedo abrazarte?

- Si.

Nos abrazamos, se sintió tan cálido, era mi madre solté una lágrima, Liam miraba la escena, creo que él no es tan malo después de todo, el hizo algo que mi novio no, aunque Agustín es el amor de mi vida, Liam me acompaño a ver a mi madre, no sé qué pensar ahora de él, dejaré de tratarlo mal, ojalá no sea mal tipo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.