Escribir, borrar, escribir, borrar. A este paso terminaré rompiendo la hoja.
No puedo responder a nada, no sé cómo hacerlo, estoy bloqueada, frustrada, cada que leo una pregunta diferente en el formulario me doy cuenta en que es más difícil que la anterior. Me he ido al apartado de matemáticas con la esperanza de resolver una ecuación, pero todos los ejercicios los he dejado a medias, es matemática muy avanzada para mí.
En el apartado de historia, es historia general, apenas y pude estudiar una que otra cosa de los otros reinos, y las preguntas son ridículamente difíciles de responder, ni siquiera he podido contestar la única que tiene que ver con el reino de Aqueser: Gulliver Ashmole, exministro del departamento de investigación científica de Midgadriel y reconocido noble de la familia real de Aqueser, fue un importante científico y alquimista que llevó a cabo grandes descubrimientos. Hizo su mayor hallazgo cuando mezcló lágrimas de ninfa, saliva de tritón y tinta de kraken, creando así la primera pócima para contrarrestar el veneno de magia sinibrer. ¿En qué año realizó el descubrimiento?
No tengo ni la más remota idea.
No lo sé.
Para mí es una respuesta válida, pero en el examen no lo es. No puedo reprobar aquí, no tan rápido, juré que llegaría lejos, y esto es solo el comienzo.
Golpeo la hoja con el lápiz reiteradas veces mientras que mis dedos se enredan en mi cabello, intentando no jalar de él debió a la presión en la que me encuentro. Vuelvo al apartado de matemáticas y respiro lento mientras analizo de nuevo los ejercicios. Tomo el borrador y borro por completo el tercer ejercicio de la lista al recordar el mismo procedimiento que me explicó Miranda una vez. No puedo evitar dar unos silentes aplausos de la emoción al contestar bien a una de las interrogantes del examen.
No obstante, mi momento de júbilo es efímero, ya que siento una ligera brisa a mi costado, de repente, puedo divisar una de las cartas de cristal de Kineo sobrevolando y girando con rapidez sobre mi examen, pero está desaparece al igual que como apareció, en un pestañeo.
Volteo a mirar hacia su lado disimuladamente y sostiene la carta en su mano, procurando de no ser capturado, lo miro directo al rostro y éste me guiña un ojo como respuesta y procede a escribir en su examen mientras observa la carta con cautela. Me ha copiado.
«Aprobar a toda costa. La única forma de hacerlo es haciendo trampa».
Pero, ¿cómo pudo Kineo utilizar su wunderment si está portando el traje que anula su maná? Sólo Delu puede hacerlo gracias al manto de Midas que recubre su cuerpo. ¿Qué habrá hecho Kineo para anular su efecto?
Me le quedo mirando un buen rato, tanto que no me he dado cuenta de que me he expuesto demasiado a qué me atrapen. Cuando estoy por voltear a mi examen, un ajetreo en el puesto de al lado llama mi atención, cuando giro, instintivamente me llevo la mano a la boca para ahogar el grito. El noble de Tragerlight ha sido capturado.
Un escalofrío me recorre la espina dorsal, los puños de rocas del profesor Ronak lo mantienen prisionero mientras es elevado de su asiento, lo estrujan con fuerza, más el noble de Tragerlight no opone resistencia, sabe que lo que ha hecho es indebido.
—Os había dicho que no podéis hacer trampa. Si vais a hacedlo, procurad que no seáis atrapados. De lo contrario, ocurrirá esto... —declara desde la tarima—. ¿Degradación o ejecución?
—¿Qué? —cuestiono alarmada.
—¡Adara, no veáis! —Ordena Lloyd a mi espalda.
—Era un estrato cuatro... jamás seré degradado al estrato cero —afirma el noble de Tragerlight con esfuerzo.
Observo rápidamente hacia la tarima, el profesor Ronak curva una de las comisuras de sus labios, dejando ver una sonrisa tétrica. Levanta uno de sus brazos en dirección hacia el noble que tengo a un lado, giro hacia un costado y las piedras con la que están hechas los enormes puños comienzan a esparcirse por todo su cuerpo, hasta cubrirlo casi por completo, dejando la mitad de su cara visible.
—¿Algo que tengáis que decir? —cuestiona el profesor Ronak.
—El rayo de Tragerlight no desaparece, somos energía, somos eternos, y volveremos a reaparecer para defender nuestro reino.
Mis ojos son cubiertos, más no mis oídos, el crujir de las rocas en conjunto con el de los huesos me paralizan. Algo grande y pesado cae en el puesto de al lado, es su cadáver, lo han matado, lo han ejecutado por copiar, se ha auto sentenciado para no ser degradado. Si me atrapan, me matan.
Para cuando Kineo me descubre los ojos, ya el cadáver ha sido removido del asiento que está a mi lado, más no la sangre que se ha derramado sobre el mesón, también hay varias gotas sobre mi examen.
Se puede elegir entre vivir y morir, a veces el orgullo puede ser nuestra arma suicida. Cuando se ha llegado a vivir en lo alto, con lujos y prejuicios, y de repente se pierden todos esos privilegios, la mejor salida para muchos es la muerte, por no querer aceptar un estilo de vida que se ubica en un nivel muy inferior al que se encontraban. He vivido toda mi vida en la nada, he querido la muerte por mucho tiempo, pero no así, no de esa forma tan sanguinaria, prefería vivir en el estrato cero a ser asesinada, es un estrato superior de lo que era antes, todo por escapar de la muerte.
Editado: 19.04.2021