CAPITULO 5 (1-5)

MC- Disculpa, ¿Nobunaga?

Nobunaga- ¿MC? Esto es inesperado. ¿Viniste a sufrir de primera mano un poco más de mi crueldad?

MC- No, vine a preguntarte algo.

(No te librarás de mí tan fácilmente.)

La sonrisa de Nobunaga se desvaneció. Lo miré sin emoción.

Nobunaga- Bien. Siéntate.

MC- Está bien.

(Tengo muchas cosas que preguntarte, después de todo.)

Crucé la suave alfombra y me senté, mirando a Nobunaga.

MC- Hideyoshi vino a hablar conmigo y me contó una historia interesante. Dijo que el hombre que rogaba por su vida iba a matarme.

El ligero cambio en la expresión de Nobunaga me lo reveló todo.

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Asesino 3- ¡Lo siento! ¡Me disculpo por todo! Haré cualquier cosa que me pidas. ¡Sólo perdóname!

Nobunaga- No la toques.

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MC- Lo mataste para salvarme la vida, ¿no?

Nobunaga- ¿Qué hay con eso?

(Así que es verdad. ¿Por qué no dijo nada?)

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MC- ¡Él estaba pidiendo misericordia! ¿Cómo puedes matar a alguien así? ¿No vas a decir nada?

Hideyoshi- MC, no...

Nobunaga- Hideyoshi, está bien. MC, ¿es eso todo lo que quieres saber?

MC- Eres frío y cruel, Nobunaga.

Nobunaga- Piensa lo que quieras.

MC- Increíble. ¿No puedes mostrar ninguna compasión?

Nobunaga- Si vas a hablar sola, puedes hacerlo en privado. Pero no tengo por qué quedarme aquí y escuchar tu ingenua visión del mundo.

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MC- Pensé algunas cosas horribles sobre ti después de eso. Y dije muchas cosas en voz alta. Ahora me doy cuenta, y lo siento. Gracias por salvarme la vida.

Nobunaga- No viniste aquí para decirme algo tan absurdo, ¿verdad?

(Vamos a tener que estar de acuerdo en no estar de acuerdo en la parte de absurdo. Ahora, el asunto principal.)

MC- No, quiero saber por qué no me lo dijiste. Tuviste muchas oportunidades.

Nobunaga- No vi la necesidad.

(Ya puedo decir que esta va a ser una conversación divertida.)

Nobunaga me interrumpía en todo momento. Sus ojos eran fríos. Pero no iba a alejarme de este misterio.

MC- Dime. Quiero saber.

Nobunaga- No tiene sentido decirte algo que ya sabes.

MC- Eso es bueno, porque no estoy preguntando sobre cosas que ya sé. Quiero saber en qué estabas pensando.

Extrañamente, esa pregunta tomó a Nobunaga desprevenido.

Nobunaga- Eres una persona extraña. ¿Por qué te importan mis pensamientos?

Había una nota de exasperación en su voz. Pero cualquier emoción era un progreso.

(¡Parece que estoy empezando a romper el hielo!)

Continué presionándolo.

MC- ¿Por qué crees que no había necesidad de decírmelo?

Nobunaga- Porque eso no cambiaría lo que pasó.

(Sólo un poco más...)

Nobunaga- Yo maté a ese hombre. Tanto si te defendía como si no, está muerto. Lo que está muerto está muerto. No tiene sentido buscar un significado tras un hecho.

Las indiferentes palabras de Nobunaga flotaban en el aire.

(Si eso es cierto, ¿por qué no has estado actuando como tú mismo desde esa noche?)

MC- ¿Te arrepientes de haberlo matado?

Nobunaga- Por supuesto que no. Si te vas a arrepentir de haber quitado una vida, es una tontería hacerlo. Es una acción que nunca podrás revertir.

Lo dijo como si fuera obvio, lo cual me confundió.

(¿Se está contradiciendo? Nobunaga ha matado fácilmente a personas que lo amenazaban, se oponían a él o simplemente se interponían en su camino. Pero sus palabras dejan claro que sabe lo preciada e irremplazable que es la vida.)

MC- Si sabes que no puedes retractarte, ¿por qué? ¿Cómo puedes matar gente sin que te afecte?

Nobunaga- Lo que llegue a afectarme es mi decisión.

Le di una mirada de reproche.

MC- Vamos. Dame una respuesta real.

Nobunaga no contestó inmediatamente.

Nobunaga- Suenas angustiada.

MC- Yo no iría tan lejos. Pero quiero entenderte.

Nobunaga- ¿Y qué me harás cuando lo consigas?

MC- ¡Nada! ¿Por qué lo haría?

Nobunaga- Entonces, ¿cuál es el sentido de esto?

MC- No lo sé. Sólo quiero conocerte. No es tan extraño de dónde vengo.

(Es despiadado, pero no es brutal. Y sé que incluso tiene un lado bueno. ¿Tal vez quiero saber más sobre él por lo que hemos compartido, físicamente? ¿O tal vez es sólo curiosidad por un hombre que vive en una época radicalmente diferente?)

Pero quiero tocar su corazón y averiguar qué hay ahí dentro.

Nobunaga- Tengo una gran ambición. Para unificar Japón a través del poder militar y hacerlo mío.

MC- ¿Sólo quieres que todo el país sea tu posesión?

(No está realmente dispuesto a matar por codicia, ¿verdad?)

Nobunaga se encogió de hombros.

Nobunaga- No exactamente. Ya te he hablado de mis conversaciones con los misioneros portugueses. El resto del mundo ve a Japón como una pequeña isla sin valor. No más que una curiosidad.