Nobunaga Oda

CAPITULO 7 (1-5) (HIS SIDE STORY)

El día que partimos para atacar el castillo de la guarnición Uesugi llegó...

Nobunaga- MC.

MC- Nobunaga.

MC se iluminó cuando me vio. Le ofrecí mi mano.

Nobunaga- ¿Estás lista? Sube.

MC- ¡Estoy lista!

(Una buena respuesta.)

Con una sonrisa refrescante, ella puso su mano en la mía.

Nobunaga- Excelente. Escucha atentamente. Tu vida es mía, y la protegeré. Quédate cerca.

MC- No estoy tan segura de a quién pertenece mi vida, pero confío en que me protegerás.

La ayudé a subir a mi caballo y la senté frente a mí. Con las manos sujetando holgadamente las riendas, cargué mi caballo al frente de las tropas.

(No la traigo porque la llamé amuleto de la suerte. Eso siempre ha sido un pretexto para mantenerla cerca. Quiero ver lo que ella verá. Quiero escuchar lo que ella dirá. No quiero perderme ni un solo momento con ella.)

Cuanto más aprendía sobre MC, más sentía esta necesidad desconocida recorrer mi ser. Así, mis fuerzas, que sumaban unos 10.000 hombres, partieron de Azuchi hacia el castillo de la guarnición de Kenshin Uesugi.

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Varias horas después de partir de Azuchi, el ejército avanzaba a paso firme. Montando mi caballo, seguí la mirada de MC. Pero todo lo que vi fueron llanuras vacías.

(¿Qué ha estado mirando ella?)

Había algunas alondras en el cielo, pero eso era todo.

(No veo nada de interés.)

Nobunaga- Pareces pensativa, MC.

Observé su rostro, esperando su respuesta. Sacada de sus pensamientos, se giró para mirarme.

Nobunaga- ¿En qué estabas pensando?

MC- Me preguntaba por qué nos movemos tan despacio. ¿Acaso el objetivo no es detener al otro bando antes de que tengan la oportunidad de prepararse?

(Ya veo. Así es como MC ve esto.)

Nobunaga- Tenemos que hacerlo. Ir más rápido agotaría a los soldados de infantería antes de que lleguemos. Estamos a salvo de ataques mientras estemos en mi dominio de Owari. No hay necesidad de forzar una marcha.

MC- Parece que has pensado mucho en el bienestar de tus hombres.

(¿Cree ella que estoy mimando a estos guerreros?)

Nobunaga- Esa es una forma ingenua de verlo.

Me reí, señalando la larga extensión de mis fuerzas.

Nobunaga- No es el bienestar de mis hombres, es cómo yo, como comandante, domino mis fuerzas. Si no puedo usar bien mis piezas, entonces no tiene sentido traerlas.

Todos aquí eran una piedra en mi cuenco. Una pieza para colocar y lograr mi ambición.

(Todas estas vidas son mías para usarlas como me parezca.)

(Así, debo asegurarme de que ni una sola de ellas se desperdicie. Usaré todo a mi disposición para ganar esta guerra.)

Sintiendo los ojos de MC sobre mí, la miré.

(¿MC?)

Su expresión era extrañamente preocupada. Hizo que mi corazón se agitara.

Nobunaga- ¿Qué pasa?

MC- Nada.

Miró de nuevo hacia las llanuras vacías.

(No parece que sea nada. Claro. Dada lo excitable que es MC, veo lo que le preocupa ahora.)

Nobunaga- ¿Nuestro ritmo lento te está aburriendo? Para nada. Al anochecer, nos detendremos en la residencia de Yorimasa, un daimyo local. Podemos entretenernos mejor allí.

El color subió a las mejillas de MC.

MC- Nobunaga, no estoy aburrida. Estoy disfrutando la paz.

Nobunaga- ¿Es así?

(Todavía no la entiendo, pero si se está divirtiendo, está bien.)

Nobunaga- Espero que estés de buen humor cuando compartamos habitación esta noche.

(Para entenderte, necesito tenerte a mi lado tanto como sea posible. Pero esa no es la única razón.)

Me había involucrado bastante en la apuesta que había iniciado con MC. Mi corazón latió con emoción cuando la besé, volviéndose casi insoportable cuando ella respondía con un gemido apenas audible. Aunque esas cosas habían comenzado como meras diversiones, ahora las encontraba vitales.

(Y puedo dormir cuando estoy con ella. No hay nada tan cómodo.)

Pero MC perdió su buen humor casi de inmediato.

MC- ¡No vamos a compartir habitación! ¡Solicito un cambio de habitación!

Nobunaga- ¿Por qué?

MC- ¿Por qué? Porque...

MC se mordió el labio, sus mejillas enrojecieron lentamente.

(También disfruto la forma en que se apasiona. La luz en sus ojos, el rojo en sus mejillas, es cautivador.)

Nobunaga- No puedo dormir sin una almohada.

MC- Entonces deberías haber traído una.

Solté una mano de las riendas y froté el muslo de MC.

Nobunaga- Sí, y gracias a ella, he podido dormir muy bien.

MC- No me toques sin avisar. Corrección. No me toques.

Nobunaga- Tu regazo es mi territorio.

(Pero solo hago esto por cómo me haces sentir.)

Nobunaga- No debería tener que recordártelo.

Suspiré, fingiendo agotamiento. La boca de MC se cerró en una línea tensa mientras ella parecía buscar palabras para contrarrestarme.

(No te daré tiempo para eso.)

Nobunaga- Mi dominio tampoco se detiene en tu regazo.

Tomé suavemente su muñeca, llevándola a mis labios.

Nobunaga- Aquí es donde empecé mi conquista.

Rozé sus dedos largos y delicados sobre mis labios, uno por uno. Atrapé cada uno en el último segundo, usando mis dientes y tirando suavemente. Ella tembló.

(Es fácil de complacer. Pero quiero más.)

Dejé que mis impulsos me guiaran y enredé mis dedos en el cabello de MC.




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