(Hace viento hoy.)
Las fuerzas de Oda detuvieron su marcha a poca distancia del castillo de Uesugi. Estaban estableciendo un campamento para lanzar su ataque contra las fuerzas unificadas de Uesugi-Shingen.
Nobunaga- Comandaré desde el campo de batalla. MC, tú y Mitsunari estarán a cargo de este lugar.
MC- Entendido.
Desmonté a Cheruit y un encargado se la llevó. Pero no lo seguí. Era renuente a dejar a Nobunaga.
MC- Estaré esperando tu regreso.
Nobunaga- Está bien. Te lo advierto, podría pasar algún tiempo.
Bajo la guía de los señores de la guerra, las tropas se alineaban en formación. La retaguardia estaba levantando las tiendas. Todos parecían prepararse para una tormenta.
(Hay mucho trabajo por hacer, pero voy a estar preocupada por Nobunaga todo el día, lo sé.)
Me moví lentamente hacia el campamento, pero el tranquilizador sonido de la voz de Nobunaga me hizo retroceder.
Nobunaga- No te preocupes, MC. No moriré antes de que mi ambición esté completa.
MC- Sé que no lo harás.
(¡Tienes que permanecer vivo mucho tiempo después de eso, también!)
MC- Pero estoy preocupada por algo más que por tu muerte.
Tomé la mano de Nobunaga dentro de las mías. Me miró con una expresión de silenciosa perplejidad.
MC- Quiero que estés bien. Pero no podré verte, así que me quedaré pensando. ¿Estás cansado? ¿Estás herido? ¿Tienes hambre? ¿Tienes frío? Ocupas gran parte de mi pensamiento, ¡ya lo sabes!
Nobunaga- MC...
MC- ...y me preocupa que tengas que matar gente. Eso, no lo quiero. Eso es lo que más me preocupa.
(Y no por alguna elegante razón moral. El corazón de Nobunaga se congela cuando mata. Me preocupa que si sigue luchando, nunca se descongelará del todo.)
Nobunaga- No te pongas tan triste. Es más difícil para mí dejarte.
(Si tan sólo pudiera mantenerte aquí, también.)
Con su mano libre, Nobunaga rozó con el suave dorso de sus dedos mi mejilla.
Nobunaga- Es misterioso. Tu estado de ánimo afecta al mío de maneras que nunca imaginé.
MC- No es tan misterioso. Yo también lo entiendo.
Nobunaga- Entonces ayúdame. ¿Qué te haría sonreír ahora mismo?
Era una pregunta tan inocente, pero la hizo con tanta seriedad.
MC- ¿Qué tal si me prometes algo?
Nobunaga- Está bien. Dime qué es y estaré de acuerdo.
MC- Quiero que dejes de pelear y te tomes un descanso.
Nobunaga- ¿Qué?
MC- ¡Hoy no! Sé que tienes una gran batalla por delante. Pero algún día no muy lejano.
Apreté mis manos alrededor de sus encallecidas manos.
MC- ¡No guerras, no conquistas! Sólo tiempo para relajarse y disfrutar de la compañía del otro. Tomaremos, no sé, té, y hablaremos de cosas divertidas! ¡Planeé una cadena de amigos para Bearsace! ¡Te hablaré de ellos! ¡Y tú puedes contarme las cosas que te gustan!
Tomar un trago y pasar el rato era algo completamente normal para la mayoría de las parejas. No debería necesitar una promesa. Pero para Nobunaga y yo, esas actividades cotidianas estaban muy lejos.
Nobunaga- ¿Y esto te hará sonreír?
MC- Lo hará.
Nobunaga- Muy bien. Te prometo que cuando la batalla termine, tú y yo tomaremos té y hablaremos de cosas divertidas. Y todo el tiempo que esté contigo, sólo pensaré en ti.
(Nobunaga...)
MC- Eso es muy dulce. ¡Pero tienes que mantener esa promesa! ¡Recuerda!
Nobunaga- Siempre cumplo mis promesas. Ahora es tu turno. Sonríe para mí. Rápido.
La impaciencia en su voz era divertida y a la vez tristemente dulce.
(De acuerdo. Es demasiado adorable.)
Ni siquiera necesitaba intentarlo. Al pensar en él, sonreí de forma natural antes de darme cuenta.
MC- Mantente a salvo.
Nobunaga- Lo haré.
Devolviéndome la sonrisa, me tomó en sus brazos... Estaba de pie, mente y cuerpo flotando en el aire mientras Nobunaga me robaba los labios en un beso. Mi mente seguía girando mientras me volvía a poner suavemente en el suelo.
MC- ...¡wow! ¡Eso fue repentino!
Nobunaga- Fuiste repentinamente encantadora.
(¡Está mejorando en lo del novio romántico constantemente!)
Por mucho que lo intente, no pude conseguir una respuesta ingeniosa. A nuestro alrededor, oí a los vasallos cotilleando.
Vasallo 1- ¿Crees que los rumores sobre Lord Nobunaga y Lady MC son ciertos?
Vasallo 2- ¿Es en serio? ¡Sólo míralos! ¡Nunca había visto a nuestro Lord sonreír tan felizmente antes!
(Estamos creando una pequeña escena.)
MC- Vamos, Nobunaga, ¿no tienes una guerra que ganar?
Nobunaga- Pareces disgustada. Prefiero la forma en que te veias mientras te besaba. Estabas llena de deseo.
MC- ¡No lo estaba!
Nobunaga- Entonces tal vez era sólo yo quien quería eso.
(¡Arg! ¡No puedo ganar!)
Me puse de puntas y le di un suave beso en los labios.
MC- Listo. ¿Satisfecho?
Nobunaga- Lo estoy. Ahora, debemos irnos.
MC- Está bien.
Nobunaga se sentó sobre su caballo, fuera de mi alcance. Inmediatamente eché de menos su calor.
(No quiero que se vaya.)
Nobunaga echó un vistazo a su ejército.
Nobunaga- Hombres, ¿están listos?