Un rugido atronador sonó justo sobre nuestras cabezas...
MC- Aah!
Nobunaga- ¡MC!
Nobunaga me sujetó, y los dos salimos empujados del camino donde había caído el rayo. Estuvo tan cerca que me quedé cegada por el flash y me quedé sorda.
(¡¿Qué está pasando?!)
Pestañeé y me froté los ojos hasta que recuperé la visión. Cuando lo hice...
(¡Santo cielo!)
El pedazo de hierba donde habíamos estado parados era ahora una espiral carbonizada y humeante. Nobunaga se levantó, me acunó en sus brazos, y miró las nubes de tormenta de arriba.
Nobunaga- Es como si estuviera apuntando a mí. El Cielo está decidido a corregir su error después de todo.
MC- ¿Qué estás diciendo?
Nobunaga- Lo dijiste tú misma. Se supone que no debería estar vivo ahora mismo.
Me di cuenta entonces de que le había contado a Nobunaga todo lo de mi conversación con Sasuke, incluyendo...
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MC- ¿Qué pasará después de que nos envíen de vuelta? ¿Qué va a pasar con Nobunaga, Kenshin, y los otros?
Sasuke- No sé en qué forma es probable que ocurra, pero me imagino que... Todo el mundo encontrará los destinos que más se aproximen a cómo resultaron las cosas en nuestra historia original.
(Pero eso deja sólo una posibilidad.)
MC- ¿Van a morir? Tan pronto como nos vayamos, ¿ambos van a morir?
Su silencio confirmo mis peores miedos.
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(Nobunaga descubrió que se suponía que había muerto.)
Una fría y horrible sensación se instaló en la boca de mi estómago. Me tragué el aliento, mi garganta se cerró. Me mareé. Apreté mis ojos para sellarlos, sintiendo que me iba a derrumbar. Cuando los abrí, vi una pared de niebla demasiado espesa para ver a través de ella.
Nobunaga- ¿Qué es esto?
MC- ¡Es lo mismo que ocurrió la última vez que viajé en el tiempo!
Vi que los labios de Nobunaga se movían al empezar a hablar. Pero su voz fue cortada por otro rugido estruendoso.
MC- ¡No, detente! ¡No voy a volver!
Nobunaga- ¡¡MC!!
La expresión de Nobunaga se tensó. Respiró hondo. Me aferré a la niebla, tratando de disiparla. Pero Nobunaga me detuvo, atrayéndome a sus brazos. Me besó, con los labios rozando los míos, sólo para apartarlos... Luego me empujó al centro de la nube flotante.
Nobunaga- MC, adelante.
MC- ¿Quieres decir que vuelva? ¡No!
Nobunaga- No puedes morir aquí. No importa qué, tienes que vivir. Vuelve al futuro y vive.
(¡Me niego!)
Intenté volver a él, pero no pude. Era como tratar de conseguir tracción en el aire. La niebla empezó a llenar el espacio entre nosotros. Nobunaga parecía tan lejos ahora.
MC- ¡Espera! ¡No quiero esto!
Nobunaga- Haría cualquier cosa para conceder cualquier deseo tuyo... Perdóname, MC. Este es un deseo que no puedo conceder.
MC- Pero si regreso, ¡morirás!
Nobunaga- Ya lo sé. MC, escúchame ahora.
(¡¿Por qué?!)
Nobunaga- Si te quedas, las fuerzas que buscan acabar con mi vida también te harán daño. Tienes que irte.
Quería decirle que no me importaba, que me daba igual, pero perdí mis palabras. A través de un lapso de tiempo intransitable, la cálida sonrisa que Nobunaga me mostró fue eterna.
Nobunaga- Te tengo cariño. Lo suficiente para que no me importe morir si eso significa que estás a salvo.
Esas palabras que una vez pensé que había dicho en broma ahora estaban llenas de dolorosa verdad.
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Nobunaga- Te tengo cariño. Lo suficiente para dejar que seas la única que caliente mi cama.
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(¿Cómo podría vivir sabiendo que estás muerto?)
Sus ojos, que habían cambiado tanto desde el día en que nos conocimos, brillaban entre la neblina.
Nobunaga- He matado a tantos, que entiendo mejor que nadie lo fugaz que es la vida. Sabiendo eso, la tuya es la única vida que quiero que dure. Tu vida no tiene precio para mí. Nada puede tomar su lugar. Ni siquiera la mía. Por eso debes vivir.
Una sola lágrima recorrió la mejilla de Nobunaga, terminando en su triste sonrisa.
(¡...!)
Nobunaga- A menudo me preguntabas si estaba triste. Ahora, en nuestros últimos momentos juntos, finalmente entiendo lo que se siente.
MC- Por favor, no llores...
(¿Cómo puedo secar tus lágrimas si no estoy allí?)
Alcancé mi mano a través de la niebla, pero aunque podía verlo, no podía alcanzarlo. Las lágrimas permanecieron en sus ojos mientras me miraba, negándose a parpadear, a perderse ni un segundo.
Nobunaga- No me diré adios.. Aunque me lleve 500 años, te demostraré más allá de toda duda que te amaba.
La profunda determinación en su voz firme fue lo último que escuché...
MC- ¡NOBUNAGA!
Grité su nombre con todo el dolor de que me arrancaban el corazón. Y entonces, todo se volvió blanco.
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(Ugh... ¿Dónde estoy?)
Estaba acostada en una cama rígida con una sábana tiesa sobre mí.
MC- Oww.
El dolor se agudizó en mi cabeza cuando intenté sentarme. Un hombre corrió a darme una mano.
??? (Sasuke)- ¡Estás despierta!
(Parece que estoy en un hospital. Entonces esta persona debe ser...)