MC- ¡Bájame! ¡Suéltame!
Kenshin- Deja de gritar. Estoy cansado de repetirlo.
(¡Uf!)
Kenshin me dejó caer. Estábamos en una pequeña cabaña erosionada, y mis piernas y brazos estaban atados.
MC- ¡Eso dolió! ¿Cuál es tu problema?!
Kenshin- Por última vez. Deja de gritar.
MC- ¡Yo...!
Kenshin sacó su espada y apuntó la afilada hoja a mi garganta.
(Necesita alejar eso de mí, o puede que me replantee mi política de no matar.)
Hace una hora más o menos, con una cuadrilla de hombres, Kenshin había cruzado el asedio y atacado el campamento base de los Oda...
Con el único propósito de secuestrarme.
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Kenshin- Ahí estas. Eres la mujer de Nobunaga, ¿verdad? Soy Kenshin Uesugi. Estoy seguro de que has oído hablar de mí.
Intente correr, pero Kenshin fue más rápido. Me agarró y me arrojó sobre su caballo.
Kenshin- Silencio. Si no lo haces, puede que te mate. Entonces no serás un buen cebo para atraer a Nobunaga.
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(Sabía quién era yo y dónde encontrarme. Me advirtió que estar con Nobunaga me convertiría en un objetivo. ¿Pero qué hace Kenshin aquí y no con sus hombres? ¿Ha abandonado la batalla?)
Empujando con mis piernas atadas, llegué a la pared de atrás para darme un poco de distancia, mirando a Kenshin todo el tiempo.
Kenshin- Por fin estás tranquila. Bien.
Con una sonrisa satisfecha, Kenshin envainó su espada y se agachó para que estuviéramos cara a cara. Atrapada en un pequeño espacio con este hombre de sangre fría, fue una lucha por no entrar en pánico. Sin embargo... Había algo extrañamente cautivador en Kenshin. Me miró de una manera que era difícil de ignorar.
(Nunca he visto a nadie como él antes. ¡Pero este no es momento para distraerse! ¡Necesito averiguar cómo voy a salir de esto!)
Kenshin tenía hombres apostados fuera de la cabaña, vigilando la única salida.
(Probablemente no pueda escapar de ellos.)
MC- Disculpa, ¿puedo preguntarte algo?
Kenshin- Pensé que ibas a estar callada. ¿Pero estás tan hambrienta de mi espada?
MC- No, gracias. He desayunado bien.
No iba a dejar que me intimidara.
MC- No voy a gritar ni a chillar. Sólo quiero hablar.
Kenshin- Ya veo. Eres audaz. ¿Esa es la actitud que atrapó al una vez gran Nobunaga?
Kenshin me miró con agudeza, con curiosidad.
MC- Me llamaste la mujer de Nobunaga, con lo cual tengo un problema, pero eso no viene al caso. ¿Cómo lo supiste?
Kenshin- Mis vasallos te mencionaron. Dijeron que lo tenían rodeado cuando una mujer de tu descripción saltó por su cuenta para salvarlo.
(Bueno, no puedo negar eso exactamente.)
Fue la contienda que tuvimos después de la batalla con Kennyo, la que parecía que estábamos perdiendo.
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Nobunaga- Nunca me he arrepentido de nada. Y así seguirá siendo. Pero no puedo decir lo mismo de ti. Porque todos ustedes morirán aquí.
Soldado enemigo- ¡Bastardo!
MC- ¡Nobunaga! ¡Arqueros!
Nobunaga- ¡¿MC?!
Soldado enemigo- Mujer. ¡¿Quién eres?!
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Kenshin- Curioso por saber la verdad, capturé a algunos de los hombres de Nobunaga y les saqué la información a la fuerza. Dijeron que tenía una amante muy querida llamada MC.
(Así que así es como lo supo.)
Kenshin- Dijeron que estabas aquí con él, atendiendo a las tropas heridas detrás de las líneas del frente. Esperaba que Nobunaga se distrajera tratando de tomar ese castillo... Pero nunca imaginé lo fácil que me dejaría atraparte.
MC- Dijiste que querías atraer a Nobunaga. ¿Atraerlo para qué?
Kenshin- Debes conocer la situación actual. Es cuestión de tiempo que Nobunaga tome el castillo de mi guarnición. Fui negligente, siendo rechazado a pesar de la superioridad de mis fuerzas. Pero hay otras formas de ganar una guerra. Como que el comandante enemigo pierda la cabeza. Literalmente.
MC- ¿Qué?
Kenshin- ¿No quedó claro? Vas a traerme a Nobunaga y lo voy a matar. Ya le he enviado un mensaje. Si valoras a MC, ven a enfrentarte a mí, solo.
(¡Ese cobarde me está usando para hacer que Nobunaga luche contra él! Piensa que haciendo esto todavía puede darle la vuelta a esta guerra.)
Me sentí mal del estómago.
Kenshin- Pero me entristece ver a qué profundidades ha caído el Rey Demonio del Sexto Cielo.
MC- ¿Perdón?
Kenshin- Hasta ahora, estaba deseando luchar contra Nobunaga. Pero este débil asalto suyo me tiene aburrido hasta las lágrimas.
MC- ¿Débil?
Kenshin- Hay muchas maneras de derribar un castillo. Hacerlos arder con fuego. Inundarlos. Nobunaga las ha usado todas. Pero jamás había pedido una rendición sin derramamiento de sangre.
(¿Nobunaga pidió que renunciaran al castillo sin luchar? ¿Ofreciendo dejar ir a todos a cambio?)
MC- ¿Realmente te pidió eso?
Kenshin- Lamentablemente, sí. Retírate, dijo, y no dañaré a ninguno de tus hombres. Nunca he estado tan decepcionado.