Nobunaga- Ahora, ven. Enfréntate a mí. Haré que te arrepientas de haberle puesto la mano encima a MC.
Kenshin- Un discurso barato.
Kenshin frunció el ceño con rabia y me tiró al suelo.
(Me estoy cansando de ser tratada como una muñeca de trapo!)
Me puse de rodillas tan pronto como llegué al suelo.
Kenshin- ¡Puedes ver la muerte de Nobunaga desde allí!
MC- Detén esta estúpida e inútil pelea, Kenshin!
Kenshin- Hablando hasta el final. Bien. Una vez que haya matado a Nobunaga, te enviaré tras él.
(Buena suerte con cualquiera de esas cosas!)
Kenshin se puso delante de mí y sacó su espada.
La hoja brillaba con el mismo brillo plateado que pareció desprenderse.
(¡¿Qué puedo hacer?! ¿Excavar algo de suciedad y buscar una oportunidad para arrojársela a los ojos? Pero, atada así...)
Nobunaga- MC...
Antes de que pudiera hacer nada, la voz baja y firme de Nobunaga atrajo mis ojos hacia él. Su expresión era tranquila, y se mantenía fija en mí.
Nobunaga- No te diré que no te preocupes.
MC- ¿Qué?
Nobunaga- En su lugar, necesito disculparme por hacerte preocupar tanto.
(Nobunaga.)
La ternura de su voz hizo que mi garganta se tensara.
MC- No te disculpes.
(No con ese rostro tan desgarradoramente dulce.)
Kenshin- Ya basta.
Kenshin me dirigió una mirada escalofriante, y con una expresión de repugnancia en su rostro, se volvió hacia Nobunaga.
Kenshin- No puedo verlos a ustedes dos por más tiempo. No podemos seguir posponiendo esto, Nobunaga. Lucharemos hasta la muerte.
Nobunaga- Está bien.
Kenshin- Comencemos.
Kenshin arremetió hacia adelante, con su espada brillando intensamente. Nobunaga ni avanzó ni retrocedió. Me estremecí al oír el sonido de las espadas de metal chocando entre sí. Nobunaga se había mantenido firme y había recibido el golpe con su propia espada.
Nobunaga- ¿Quieres luchar hasta la muerte? Intenta golpearme primero.
Kenshin- No me apresures. He estado esperando este momento. Quiero saborearlo.
Kenshin dio un paso atrás antes de lanzarse de nuevo... Nobunaga lo evitó una vez más, pero Kenshin estaba preparado. Prolongó su impulso. La punta de la hoja cortó la mejilla de Nobunaga.
MC- ¡Nobunaga!
Nobunaga- ¿La guerra y la matanza son un deporte para ti? Necesitas un verdadero hobby.
La sangre goteaba por la mejilla de Nobunaga. Lo ignoró, nivelando su espada horizontalmente.
Nobunaga- Pero encuéntralo después. Porque el tiempo para juegos ha terminado. Es mi turno, Kenshin.
Con un paso que sacudió el suelo, Nobunaga cerró la brecha entre ellos. Se lanzó ferozmente, abalanzándose en picada sólo para golpear de nuevo a Kenshin.
(Es como Haguro...)
El sonido del choque del acero resonó sobre los campos inmóviles. Contuve la respiración, buscando heridas en Nobunaga después de cada golpe demasiado brusco.
(¡Por favor, Dios!)
Recé por la victoria de Nobunaga en mi corazón. En ese momento, su espada descendió... La espada atravesó la placa del pecho de Kenshin. Kenshin gruñó de dolor.
Vasallos- Lord Kenshin!
Kenshin se tambaleó sobre sus pies. Sus hombres levantaron sus lanzas, listos para atravesar a Nobunaga...
Kenshin- ¡Les dije que no se metieran en esto!
(¿Aunque esté perdiendo?)
Siguiendo las órdenes de Kenshin, los hombres reanudaron sus posiciones estoicas, aunque obviamente estaban agitados. Kenshin sostuvo su pecho. Manchas rojas de su herida comenzaron a aparecer en sus pálidas manos.
Kenshin- Este juego es a muerte. No dejaré que nadie interfiera...
Nobunaga- Entonces deja de mirar hacia otro lado y enfréntame.
Kenshin protegió su herida con su brazo. Nobunaga le dio una patada en el pecho, justo sobre la herida.
Kenshin- ¡Augh!
Kenshin fue enviado de espaldas al suelo. Nobunaga se paró sobre él, sosteniendo su espada en la garganta de Kenshin.
Nobunaga- El juego ha terminado, Kenshin. Has perdido.
(Nobunaga, tus ojos...)
Estaban tan fríos como el hielo. Toda la calidez que había ganado en estos últimos tres meses estaba desapareciendo ante mis ojos. No me detuve a pensar. Sólo grité.
MC- ¡No lo hagas!
Kenshin se quedó inmóvil, esperando el golpe final. Pero Nobunaga dudó... Ni un alma se movió. Todos estábamos atrapados en ese único momento eterno. Entonces, con el rabillo del ojo, vi lo que parecía una pelota de goma que golpeaba el césped con un ruido sordo. Explotó con fuerza, arrojando humo blanco por todas partes.
(¡Una de las bombas de humo de Sasuke!)
Nobunaga- ¡¿Otra vez esto?!
(¿Sasuke está aquí?)
Mirando hacia el humo, pude ver una sombra que recogió a Kenshin, apoyándolo con su hombro.
Sasuke- Lord Kenshin, tenemos que retirarnos por ahora.
(¡Ahí! ¡Realmente es él!)
Kenshin- ¿De dónde has salido, Sasuke?! No puedes detenerme!
Sasuke- El castillo ha caído. Hideyoshi está liderando las fuerzas de Oda aquí.
Kenshin- Entonces...
Sasuke- Nos quedamos sin tiempo. Tendrá que jugar con Nobunaga más tarde.
Sasuke sacó un paño y lo presionó contra el rostro de Kenshin.
Kenshin- ¡Mmph!
Sasuke- Lo siento, Lord Kenshin, pero hay mucha gente que cuenta con usted además de mí. No puedo dejarle morir aquí.