ETERNAL ROUTE - CAPITULO 12 (6-10)

(Nobunaga sabe que no puede pedir perdón por las bajas, así que no lo intenta).

Pero entender eso no hizo que esta pelea fuera mejor. Deseaba tener el poder para detenerla... Un poder que no tenía. ¿Alguien poseía ese poder? ¿Mi deseo provenía de mi educación moderna? Eso no lo hacía malo, pero me di cuenta...

(...Están haciendo lo que sienten que tienen que hacer, como gente de esta época. Las ambiciones de Nobunaga aún no se han cumplido).

Ambos estaban luchando porque AHORA MISMO, eso era todo lo que podían hacer. Actuaban en base a principios que consideraban que valían su propia vida para defenderlos.

(Ahora lo entiendo. Pero todavía no puedo soportar la idea de que el otro muera).

Mi propia batalla interna parecía ser un eco de la suya... Pero su lucha no duraría para siempre. De repente, capté la mirada de Nobunaga.

(¿Está bien...?)

Hizo una mueca de dolor.

MC- ¡Nobunaga!

No pude evitar gritar.

(¿Qué ocurre? ¿Es una herida de Kenshin?)

Estuve a punto de echar a correr. Pero lanzarme a la batalla ahora equivalía a hacer que lo mataran. Si iba a hacer algo, tenía que ser inteligente.

Kennyo- Es el fin, en estas tierras que has profanado... ¡sobre los cuerpos de los que has destruido!

Kennyo descendió con gran fuerza su espada cortando el brazo de Nobunaga. Nobunaga soportó el golpe y se balanceó hacia atrás. Alcanzó a Kennyo en el hombro.

(¡Realmente van a matarse! ¡No puedo esperar! ¡Tengo que hacer algo o si no...!)

Resultó que no había tiempo. Un relámpago cayó con un temible estruendo. La luz me dejó prácticamente cegada cuando el mortífero rayo tocó el suelo a mi lado. Todo el mundo se giró.

Ranmaru- ¿Qué ES eso? ¿Podría ser...?

(¡Es el agujero de gusano!)

En lo alto del suelo había una esfera de... de nada. Se trataba de un espacio deformado. Grande. Cada vez más grande.

(¡Esto es malo!)

No tenía intención de acercarme a esa cosa. No tenía intención de volver a casa. Pero...

(...Pero se está moviendo.)

Rápidamente miré a Nobunaga.

Nobunaga- Se ha abierto.

Frunciendo el ceño, Nobunaga se volvió hacia Kennyo.

Kennyo- ...Nunca he visto nada parecido... ¡Pero eso no me distraerá de acabar contigo, Nobunaga!

Justo cuando Kennyo atacó de nuevo...

Ranmaru- ¡Lady MC, cuidado!

Nobunaga- ¡MC!

MC- ¡Por Di... wah...!

(...oof...)

Me golpeé con fuerza contra el suelo al ser empujada antes de que tuviera la oportunidad de moverme.

Ranmaru- Lo siento, Lady MC. No tuve mucho tiempo para reaccionar.

(...No era broma...)

Miré la hierba donde había estado de pie... Ranmaru me había salvado... a juzgar por la mancha aún chisporroteante donde había caído el rayo.

MC- Gr-gracias. Ha sido muy inteligente por tu parte.

Nobunaga- ¡MC...!

Atraída por la voz de Nobunaga, miré a los dos combatientes.

Kennyo- ¡No hay tiempo para mirar hacia ella!

El ataque de Kennyo no había cesado.

Nobunaga- ¡Grh!

MC- ¡Nobunaga, cuidado!

Tal vez fueran sus heridas, pero Nobunaga se estaba ralentizando. Detuvo el ataque de Kennyo en el último segundo, sus espadas rechinaban y echaban chispas.

Kennyo- No puedes escapar. Aquí es donde termina.

Nobunaga- Para ti, quizás.

Su brutal batalla continuó, pero yo tenía otras cosas en las que concentrarme.

(...¡Yo tenía razón! ¡El agujero de gusano se mueve en mi dirección!)

En medio de su respiración pulsante, el agujero de gusano se acercaba lentamente hacia mí.

Ranmaru- ...¿Lady MC?

Sentí un tirón en mi manga. Era Ranmaru.

Ranmaru- ...¿Qué va a pasar cuando esa cosa del agujero de gusano te alcance?

MC- ...¡Nada que yo quiera!

(¡Pero mis piernas no se mueven!)

Tal vez fue el haberme quedado sin aliento, pero parecía estar atrapada en mi lugar.

(...Si no me alejo...esa cosa me va a llevar...¡para siempre!)

Y si continuaba acercándose, ¡había una posibilidad de que no fuera la única en quedar atrapada! ¿Qué pasaría si atrapara a Nobunaga...? Todo lo que sabía es que no creía que su llegada significara algo bueno...

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Motonari- ¡Ja! No pensé que su agujero de gusano apareciera. ¡Esto es lo que yo llamo un espectáculo!

Motonari miró hacia el remolino desconocido que flotaba en el cielo y sonrió.

Subordinado- Jefe, ¿no deberíamos salir de aquí? ¿Y si ese enorme agujero también nos arrastra?

Motonari- ¡Y cómo demonios voy a saberlo! Pero tienes un buen punto...

Con una sonrisa demasiado amplia, Motonari sujetó a su subordinado por el cuello.

Motonari- ...¿Tal vez debería arrojarte allí? Así lo averiguaremos.

Subordinado- ¡J-jefe...!

Motonari- ¡Deja de gimotear, es sólo una broma!

Ladró una carcajada y dejó ir al hombre.

Motonari- No sé qué tipo de poder alberga. Pero apuesto a que resultará divertido, de un modo u otro.

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(...¡El agujero de gusano está casi encima de nosotros ahora!)

El agujero de gusano bloqueaba el cielo con su neblina antinatural. Mi corazón latía con fuerza en mis oídos, obstruyendo mis pensamientos. Se sintió... inevitable.

Kennyo- ¿Realmente te importa esa chica? ¿Podría el Rey Demonio del Sexto Cielo sentir realmente compasión?