ETERNAL ROUTE - CAPITULO 13 (1-5)

Ambos lo miraron sin comprender. Nobunaga continuó.

Nobunaga- Ninguno de ustedes puede enfrentarse a mí ahora.

Kennyo- ...¡Como si eso te hubiera detenido antes...!

Herido o no, a Kennyo le quedaba mucha ira.

Kennyo- ¡¿Por qué?! ¿Por qué no me matas? ¿Qué razón podrías tener?

Nobunaga consideró la respuesta ... buscó en su alma, quizás.

(Sin embargo, él ya sabe por qué).

Nobunaga- Es porque no tengo una razón para matarte.

Kennyo- ...Qué tontería...

Nobunaga- Nuestra lucha ha terminado. El hecho de matarte aquí o no, no cambiará nada. Sería inútil que te levantaras de nuevo contra mí. En cuanto a matar a un hombre que desea morir ... esa es la clase más pobre de compasión.

(Suena cruel, pero entiendo que es por eso que Nobunaga actúa así.)

Nobunaga no mata sin razón. Sí, ha quitado miles de vidas, incluidas las de los camaradas de Kennyo. Pero haría todo lo que estuviera en sus manos para asegurarse de que el resultado de ese horrible costo fuera por un futuro mejor. Sin embargo, Nobunaga no estaba en condiciones de capturar a Ranmaru y a Kennyo, estando él mismo herido.

(Lo que significa que tiene que matarlos o dejarlos ir. El hecho de que haya rechazado lo primero significa mucho).

Nobunaga estaba depositando su confianza en sus enemigos... comenzando por el más grande. He decidido poner mi confianza en él.

Kennyo- ...¿Te burlas de mí?

Nobunaga- Si es así como tomas mis palabras. Son las últimas que tengo para ti.

Nobunaga se volvió hacia Ranmaru.

Nobunaga- Tómalo y vete a donde te plazca, Ranmaru.

Ranmaru- Mi lord... Amo Kennyo, vamos.

Sujetando a Kennyo con cuidado, Ranmaru se levantó. Me dirigió una última mirada.

Ranmaru- Adiós, Lady MC.

MC- Adiós.

(Y cuídense los dos).

No podía decirlo en voz alta, pero esperaba que mis pensamientos tácitos les llegaran. Ranmaru se volvió hacia Nobunaga. Ninguno de los dos tenía palabras para el otro. Pero pensé que ellos también tenían sus pensamientos no expresados. Entonces Ranmaru ayudó a Kennyo a salir de Hongan-ji...

(Se acabó.)

Respiré aliviada.

Nobunaga- ...¡Urgh!

...Hasta que escuché un gruñido ahogado de dolor de Nobunaga.

MC- ¡Nobunaga, tus heridas!

Le rodeé con mis brazos, ya que apenas era capaz de mantenerse en pie por sí mismo.

MC- Busquemos algún lugar para que descanses y te seques. Algo de comida y medicinas también estaría bien.

Pasó una mano por mi cabeza, esbozando una tensa sonrisa en sus labios.

Nobunaga- Estoy de acuerdo.

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Ranmaru caminó tan rápido como pudo. Kennyo, que había perdido la voluntad, parecía hacerse más pesado a cada paso...

Ranmaru- ...Amo Kennyo... todo estará bien. Sólo tiene que aguantar un poco más...

Kennyo- Ranmaru... debes...

Motonari- Vaya, vaya. ¡Mira que fracaso!

Ranmaru- ...¡Motonari!

El camino estaba bloqueado.

Motonari- ¡Y te llamas a ti mismo demonio! Una triste decepción, si me preguntas.

Ranmaru- ¡No te burles de él!

Ranmaru gruñó la advertencia.

Motonari- Oooh, estoy tan asustado. Bueno, al menos has debilitado a Nobunaga.

Motonari sonrió como un tiburón mientras pasaba junto a Ranmaru.

Motonari- No te preocupes. Volveré allí y le cortaré el cuello yo mismo.

Se dirigió hacia donde todavía estaban Nobunaga y MC. Ranmaru lo miró con horror, al comprender el significado de sus palabras... El hombre dividido entre dos amos ya no estaba indeciso...

Ranmaru- ¡No te lo permitiré!

Motonari se dio la vuelta, atrapando el kunai que se dirigía hacia él. Ranmaru mantuvo a Kennyo en su espalda, protegiéndolo, mientras sacaba otra arma.

Motonari- Pequeño idiota...

Los ojos rojos de Motonari se entrecerraron con fuerza; rechazó fácilmente el segundo ataque de Ranmaru con su propia daga.

Kennyo- Ranmaru... no debes... No puedes ganar contra él...

Ranmaru- Lo siento, Amo.

Las dos espadas se encontraron, con fuerza, y chirriaron a lo largo de sus longitudes.

Ranmaru- Quiero protegerle, pero... ¡me niego a dejar que esta escoria de pirata mate a Lord Nobunaga!

Motonari- ¡Entonces intenta detenerme!

Incluso en la oscuridad, los ojos y los dientes de Motonari brillaban con una luz mortal. Sus espadas se enfrentaron en un desafío de fuerza. Motonari, más alto y poderoso, aprovechó su ventaja. Ranmaru apoyó su pie junto a un pequeño árbol, ganando ventaja ... pero éste se rompió.

Motonari- Je. Nos vemos en la próxima vida, chico.

Motonari rechazó el kunai de Ranmaru y levantó su propia daga para clavarla.

Subordinado- ¡Jefe! ¡Los refuerzos de Oda vienen hacia aquí!

Motonari- Aja, ¿y? Atraparemos a Nobunaga tan pronto como apuñale a este chico.

Subordinado- Jefe, no estamos hablando de uno o dos tipos. Es Hideyoshi y los demás. Nobunaga está herido, ¡pero no va a poder atraparlo con todo un ejército! ...Todo parece indicar que si no vamos a por él ahora, ¡nos encontrarán primero!

Motonari también podía oírlos, el sonido de innumerables jinetes atravesando el bosque.