ETERNAL ROUTE - CAPITULO 13 (6-10)

La noche fue larga, y no pudimos mantener nuestras manos, labios y cuerpos lejos el uno del otro.

MC- Nobu...naga...mmm, Dios, sigue...

Nobunaga- Como desees...MC...

Nos llamamos incansablemente por nuestros nombres.

Nobunaga- ...Porque yo también siento que aún no es suficiente. No importa cuántas veces te reclame...

Nobunaga me acomodó un mechón de cabello húmedo por el sudor.

(Esto ha sido un maratón. Por otro lado, normalmente uno está cansado después de hacerlo... Mientras que yo sólo quiero más.)

MC- Yo estoy de acuerdo con seguir. ¿Y tú...?

Nobunaga soltó una carcajada grave y contundente.

Nobunaga- Eres un verdadera villana.

MC- ...¿Qué te hace decir eso?

Me robó un beso de mis labios abiertos.

Nobunaga- Solo escuchate. ¿Cuándo aprendiste esos trucos de manipulación?

(Del señor de la guerra burlón que me ha vuelto loca desde el primer día. Me alegro de estar poniéndome al día)

MC- ...es un secreto.

Nobunaga- ¿Lo es?

MC- ¡Aah!

Acercó sus dientes a la tierna carne de mi pecho.

Nobunaga- ¿Te enseño mis trucos a cambio?

MC- ...Para ser sincera, tú eres la persona de la que aprendí la villanía.

Su sonrisa arrogante era increíblemente sexy.

Nobunaga- Ya me lo imaginaba.

Nobunaga seguía teniendo esa sonrisa malvada, pero al verla se me encendió el corazón.

(¿Cómo hiciste que me enamorara de un hombre como tú? Bueno, ya es demasiado tarde. Te amaré para siempre).

Sonriendo, me entregué a otro episodio de dulce placer.

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(Mmm...)

Me desperté, sintiéndome dulcemente agotada.

(¿Nobunaga?)

Él estaba descansando a mi lado.

(...Duerme tan profundamente.)

Nobunaga se veía tan inocente de esa manera. El verdadero hombre bajo el Rey Demonio. El castillo estaba tranquilo. Me quedé allí, contenta de verle dormir.

(Duerme bien, Nobunaga. Te lo mereces).

Me acurruqué contra él, buscando el calor de su cuerpo.

(Es tan agradable y cálido... Realmente podremos estar juntos.)

En ese momento sentí el impacto. Las emociones inundaron mi corazón, escapando de mis ojos en forma de lágrimas.

(¿Cuándo me convertí en una llorona?)

Me apresuré a apartar las lágrimas para no despertarlo, pero...

Nobunaga- ...¿Tienes miedo?

MC- Oh, te he despertado, ¿verdad?

Su voz era todavía áspera por el sueño.

MC- Lo siento. No quería despertarte.

Nobunaga me atrajo hacia sus brazos, fuertes y tranquilizadores.

Nobunaga- Eso no es un problema. Simplemente me pregunto por qué estás llorando.

(Esperaba que no se diera cuenta. Ah, bueno.)

MC- No es lo que estás pensando.

Nobunaga- No hace falta que cuides mis sentimientos.

Me acarició un mechón de cabello detrás de la oreja.

Nobunaga- Recuerdo haberte llevado a tu primera batalla. A pesar de tu valentía inicial, estuviste acobardada. Y en esta ocasión mis enemigos te robaron a plena luz del día, para utilizarte como rehén. Si sientes tanto miedo que deseas volver a tu mundo, dímelo, para que pueda hacer descansar tus temores.

La sola idea de que lo dejara sonaba como si Nobunaga sintiera más miedo que yo.

(Aunque cuando llegué por primera vez, volver a casa era lo único en lo que podía pensar).

La ridícula apuesta de Nobunaga no ayudó a acostumbrarme más rápido a esta época...

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Nobunaga- Me pregunto si tomaré todo de ti, o te escaparas.

MC- ¡Puedo asegurarte que las cosas no van a salir como tú quieres!

Nobunaga- Ese es el espíritu. Sigue luchando. Y mejora tu juego, MC.

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En un principio, tenía toda la intención de ganar y asegurar mi regreso a casa. Para ello, estudié a Nobunaga. Puse toda mi atención en él y en nuestros juegos... En algún momento, él se convirtió en el aspecto más importante de mi tiempo aquí.

(Quería derretir tu corazón... pero tú derretiste el mío).

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Nobunaga- No tiene sentido decirte algo que ya sabes.

MC- Eso es bueno, porque no estoy preguntando sobre las cosas que ya sé. Quiero saber lo que estabas pensando.

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Cuanto menos creía saber de ti, más me daba cuenta de que me importabas. Es difícil creer que estos tres meses me hayan cambiado tanto.

(Nobunaga necesita saber cómo he cambiado).

Me encontré con sus ojos interrogantes en una mirada firme.

MC- Esta es la cuestión- no me gusta la batalla. La gente sale herida, es ruidosa y caótica... Nobunaga, no estaba llorando porque tuviera miedo o quisiera volver a casa.

Él aún no lo entendía.

Nobunaga- ¿Por qué entonces?

MC- Lloro porque ESTOY en casa. Son lágrimas de alivio. Aquí ... contigo ... es el único lugar en el que quiero estar. ¿Un agujero de gusano que se abre en medio de mis vacaciones y me envía al pasado para salvarte? Eso FUE un milagro. ¡No creía que los milagros ocurrieran dos veces, y menos con tanta frecuencia! Pero otro milagro nos mantuvo vivos y nos permitió seguir juntos. Así que estas son lágrimas de felicidad. Lágrimas de agradecimiento.