Noche de 25
No soy bueno contando historias, eso de lo dejo a los buenos escritores, yo simplemente soy un hombre, un hombre que ha pasado una mala noche y necesita desahogarse (¿acaso no es esto, el fin de la escritura, liberarnos de nuestros propios demonios, que nos atormentan en la soledad y se aparecen en la verdadera obscuridad?)
En fin, tendré que comenzar a escribir, antes que el efecto de la botella se elimine, y yo me quede sin valor para contar la historia.
El humo de mi cigarro nubla un poco la visión de este oscuro cuarto, y entre estas profundas sombras, viene a mi mente el rostro de Gisel. Su rostro esta tan presente en mi mente y marcado en mi piel que lentamente se forma frente a mí, como producto del humo de mi tabaco recién terminado.
Si esperas una historia de amor y redención mucho me temo que tendrás que abandonar tu lectura y buscar otro texto, esta historia no es para un corazón débil, que busca amor. Esta es mi historia, yo solo soy un simple hombre, Dios ni siquiera soy un maldito escritor.
Lo cierto es que esta noche debía de ser fácil, tan solo yo llegaría, golpearía al viejo hasta matarlo y me llevaría todo su dinero, después Gisel y yo huiríamos y estaríamos juntos por siempre.
El plan era fácil ¿verdad? ¿Cómo es que termine así?
Hace poco más de un año, yo entre a trabajar a MRC industries, mi trabajo siempre ha sido simple, archivar papales, si archivar; aquello que las secretarias realizan con suma facilidad; lo cierto es que yo opte por no limitarme a archivar los papeles, yo los he analizado todos, estoy seguro que comprendo cómo se mueve el efectivo en este imperio, mucho mejor que cualquiera de los contadores que trabajan para el viejo.
La noche de navidad era ideal, para el plan; aquel viejo tacaño no nos daba absolutamente nada de vacaciones, convencerlo de algún día era una misión casi imposible. Solo soltó la noche de navidad, por la amenaza de tener que pagar las horas extra.
Sin embargo esta noche nada salió como lo habíamos planeado (en realidad, que no es esto, lo que en realidad pasa con todos los planes; entre más los planeas más condenados están al fracaso)
Todavía ayer, todo iba de acuerdo al plan; el viejo se molestó con lo de darnos la noche de navidad; sin embargo el hecho de mostrarle la ley lo hizo cambiar de opinión a regañadientes.
Después, no sé qué ocurrió, acudí a casa para hablar con Gisel y…
-… ¿terminamos?
-¡Sí! Yo ya no puedo estar con un perdedor como tú.
-De que hablas, el golpe de esta noche, nos sacara de la pobreza.
-Eso supones tú, yo ya necesito estabilidad. Y he encontrado a alguien que me la da.
-… Pe… pero no puedes hablar en serio, nuestro planes, huiríamos juntos; una vida juntos.
-Grávate esto, en tu cabezota, ninguna mujer quiere a un perdedor, y eso es lo que tú eres.
Lo siguiente que recuerdo es verme caminando por los pasillos de las oficinas, procurando no llamar la atención del viejo (por fortuna hasta los oficiales, le sacaron lo de la noche libre; al parecer eso de no habernos dado días antes, hizo que nos tuviera que dar a todos el mismo día y oh sorpresa; ¡el viejo esta solo en la oficina!)
El plan era simple yo lo golpearía hasta la muerte, y realizaría la transacción desde aquí, así de simple (Gisel ya no está en la ecuación)
¿Puede un hombre continuar, cuando su motivación se ha ido?
Supongo que llego la hora de averiguarlo.
El sigilo, siempre fue lo mío, cuando me aproxime a la oficina, la puerta se encontraba abierta, y el viejo me daba la espalda (esto sería fácil, sin embargo, creo que debería de haber una ley de que si algo es fácil, es obvio que lo estás haciendo mal)
Cuando me disponía a atacar, pude verlo, estaba llorando y se veía que llevaba horas así. Esto era algo inusual, como es que un tipo duro como el, se encontraba llorando de esta manera.
Espere a que saliera del cuarto, para poder entrar.
En la computadora estaban abiertos los correos que causaban esto, todos eran sobre lo mismo, su esposa lo dejo, sus hijos lo odian por haberse dedicado al trabajo y no a ellos, y al final ¡estaba próximo a la quiebra! ¡Perdió el juicio, ella le quito todo! Con sus cuentas ya congeladas, yo no podría robar ¡nada!
Salí de aquel cuarto, y vi que ya no había una diferencia entre él y yo, aún le queda suficiente dinero, para ´poder vivir bien (y a mí me daría eso una vida de ricos) sin embargo ¿yo sería capaz de matar a un hombre en esta situación por solo dinero?