♤Capítulo 1♤

“다양한 종의 사랑”
Capítulo 1

— No lo sé, siento que debimos haberle dicho toda la verdad, Hyung. —Frente a el su mayor dudaba de si haber ocultado gran información había sido bueno o no.

— Tampoco es que fuéramos a mentirle de manera tan estúpida... —Escupió el mejor guerrero—. Hirai cabó su propia tumba, incluso si no llegó a casa como asegurarnos, no pienso arriesgar nuestra especie... ¿Porque no simplemente lo asimilas y dejas de joder? —Tras aquellas últimas palabras fue a entrenar junto a los más jóvenes guerreros del imperio de “La Manada Oscura”.

— Es un aficionado del mal humor, deja de provocarlo o solo conseguirás que se moleste más. —D.O guió su vista hacia el extravagante color de pelo que su compañero tenía—. Hola, soy Chen...

— D.O —Fue su única respuesta para ir junto a Baekhyun sin importar la reacción de el que era tercer mejor caballero, no es que le molestara compartir victoria con el, era que simplemente, no pensaba entablar conversación con un entrenador cuando él era la mano izquierda "iremplazable" del Rey.

— Como sea, no puedes deshacerte de mi, escuché que el “Rey Nabi” a muerto, si queremos bajar a Nawon-du debe ser esta noche antes de que su primogénito tomé la corona, no volveremos a tener oportunidad.

— No sabía que tenía un primogénito... —Confesó.

— ¿Te parecen 5 años? —Se refería a la edad del que sería nuevo líder de los Lobos—. Debe estar cegado por la venganza en estos momentos.

— Se lo comunicaré a Baekhyun, es el único que puede hablar a cualquier hora con el Rey. —Asumía de manera indirecta su decepción.

— ¿No se supone que eres tú el caballero sin reemplazo? —A pesar de que Chen no se caracterizaba por ser una persona racista, ese comentario había sido en tono burlón hacia el chico—. Eso puede cambiar en cualquier momento D.O, No confíes en Vampiros.

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Nowon-gu, Seúl, Corea del Sur.

19 años atrás...

— Quiero que acaben con todos los humanos que se interpongan en su camino, ¡Hasta dar con la maldita familia Hirai! —La elegante y larga gabardina se ondeaba con la brisa de la noche—. ¡No dejen a ninguno con vida! ¡¡Ninguno!!

10 figuras sumamente rápidas bajaron por la montaña empinada que relucía al borde de la gran ciudad de Nowon-gu, ninguna producía ruido alguno, o quizá era porque un ordinario oído humano no sería capaz de reconocerlo entre el silbido de el viento de invierno que lograba pasar desapercibido ese sonido tan peculiar.

El Rey de los Vampiros se disponía acabar con el único ser cuya familia podría dilatar a su especie, los Hirai lo pagarían con sangre, una sangre que en todo caso había sido desperdiciado al haber procreado hijos, su descendencia tendría el mismo destino, no se tentaría el corazón por ellos. Con su hábil olfato logró fácilmente dar con aquel peculiar aroma a pastelillos recién orneados, para después ingresar en la pequeña vivienda impactando contra la ventana de la cual se desprendieron vidrios quienes se hicieron trizas al tocar el suelo.

La mujer, con cabellera larga y ojos rasgados dejó caer lo que sostenía en manos para después ir corriendo donde sus hijos, detrás de ella la sombra rápida de un Rey enfurecido la perseguía.

— No tiene caso que corras. —Le aseguró haciéndo que la mujer perdiera toda esperanza de poder salvarse o salvar siquiera a sus hijos—. Tú esposo a muerto, ¿Crees que te dejaré escapar cuando eres la única mujer que nos puede delatar ante los patéticos humanos? ¡No lo haré!

La mujer dejó mostrar sus colmillos para ponerse en guardia, sabía que no lograría ganarle, no era una guerrera de alto rendimiento, pero si pensaba morir, ¿Porque no hacerlo con algo de orgullo? El Rey se limitó a reír observando lo patética que la mujer se veía frente a el.

Podía acabarla con tan solo un simple movimiento, pero deseaba divertirse, disfrutar de su presa, al fin y al cabo era su última amenaza después de dejar a los humanos y concentrar todo su odio en los lobos y en el que llegara a ser el nuevo Rey. Debía ser una caza inolvidable.

— Después de que acabe contigo me aseguraré de que te encuentres con tus hijos en el más haya. —Sonrió seguro de si mismo.

La mujer se abalanzó sobre el para claverle sus colmillos en una de las manos, ataque que con mucha agilidad logró esquivar aquel enorme Vampiro, tomó del cuello a la esposa de su antiguo enemigo para impacatarla contra la pared, una vez, dos veces y una vez más, pudo escuchar como sus huesos se quebraban de a uno en uno sintiendo la satisfacción en su pecho de que había logrado lo que tanto quería: asesinarla.

El cadáver de la mujer calló al suelo para después convertirse en cenizas, un llanto fue lo siguiente que llamó su atención, sobre la cama se encontraba una pequeña de por lo menos 2 meses de nacida, junto a él un niño de tres años. El Rey sonrió para ir con rumbo a una de las mesas, virtió un poco de sangre en cada uno de los recipientes, para después colocar un líquido humeante color verde en los mismos. Dirigió su vista al niño mayor quien fue hacia el un tanto temeroso pero también curioso de lo que aquel hombre preparaba.

— Dale a beber esto a tu hermana y dormirá, después bebe tú. —Habló, como acto seguido el pequeño asintió ante tal petición y fue hacia la menor para darle a beber tal líquido con un sabor tan delicioso y dulce como el chocolate. Ambos bebieron de tal líquido frente a los ojos del misterioso hombre de los ojos rojos y vestimenta color negro.