Noche fría con aroma a café quemado

Capítulo III

Otra noche igual a las anteriores, otro grito de lamento, otra noche corriendo a su encuentro, pero ¿Cómo? La puerta estaba cerrada desde afuera y ambas obstruían la entrada  con los catres.

¡Era imposible salir de esa habitación!

Al llegar al patio trasero vieron con preocupación la imagen de todas las noches. Ella sentada en aquella mecedora, la piel rojiza por el café caliente vertido en su pecho, el pijama mojado, los pies dentro de una cubeta de agua helada.

Mientras Grace entro a la casa, Blair se acercó para sacar los pies de la cubeta y ayudar a levantarla, pero esta no tenía intención de moverse.

-Abuela…-

-Niña-apretó con fuerza las manos de  Blair, la miro con suplica rogando en silencio lo que ni ella misma sabia como explicar - por favor niña, no quiero café, no quiero café- le dijo con la voz quebrada y las lágrimas recorriendo su rostro.

La miro preocupada, tal vez, solo tal vez, lo que ella les decía noche a noche era cierto. Tal vez alguien la torturaba, pero era ilógico, tenía que haber otra explicación, algo más real y no esas historias tan descabelladas que su abuela contaba.

Grace regreso con una manta la cual uso para abrigar el cuerpo de su abuela- Abuela debes calmarte- le hablo con voz serena- vamos a dentro.

-Por favor niña, no quiero café- también le rogo.

-Tranquila, no te daremos eso. Mañana por la mañana tiraremos eso a la basura ¿Esta bien?- le dijo Blair, ella asintió aun sintiéndose nerviosa porque dentro de sí sabía que aquello no importaba, aquella alma no descansaría hasta verla acabada.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.