Noche Mágica

Perdonar

Con Luis las cosas son diferentes, él es alguien extrovertido, coqueto y algo alocado. Ahora habla más que un perdido, creo que ha cambiado bastante en estos seis meses, sin olvidar que ahora todo el pueblo lo conoce.

Contemplé la posibilidad de entablar una relación diferente con él, somos muy buenos amigos y la verdad es que, aunque no se parezca en nada a Carlos, hace que mis días sean fabulosos. La semana pasaba, pasó todos los días por mí al colegio, llegaba con flores o intento de ellas, no desaprovechaba oportunidad para decir que era mi amigovio, aunque yo lo negará como desesperada, fue imposible que no le creyeran. La situación de hecho no me molestaba, pero pensar que podría llegar a oídos de Carlos sí.

No negaré que en muchas ocasiones me robaba uno que otro beso, beso que yo correspondía ¡sería retrasada si no aprovechaba! Nuestra relación no tiene una etiqueta, mucho menos es pública, no me gustan las muestras de afecto al aire libre ¿quizá, él no me gusta del todo? Es el cuestionamiento constante por mis múltiples golpes de conciencia, ¿pero no debo fidelidad, o sí? Carlos ni siquiera es algo mío, él solo es un amigo y ya ─ quisiera que los besos de Luis, causaran una mínima parte de lo que logran los mini besos de Carlos, pensar en esa sensación hace que en mi pecho se cree un agujero que traspasa mi ser ─  duele, duele mucho el saber que la persona que quieres no esta cerca, pero lo que realmente duele es que esa persona no te vea como anhelas, yo anhelo ver en sus ojos un poco de amor.

Odio sentir que la melancolía me atrapa, odio está sensación de dolor, pero más odio que Luis no sea Carlos.

 

Hoy fue un día difícil, no por las clases, pero sí, por la sensación de dolor y rabia que tengo en mi ser, quiero llorar, quiero gritar, quiero reír, quiero correr a donde el tiempo y la realidad no me alcancen ¿qué pasa conmigo? ¿por qué me siento de esta manera? Mis preguntas mentales se interrumpen cuando siento como una lagrima resbala lentamente por mi mejilla, la retiro acompañada de un intento de risa.

Decido tomar otra ruta, quiero un poco más de tiempo para tratar de descifrar lo que pasa conmigo.

¡Valla! Digo al ver a Luis besando a una chica en el parque por el cual no suelo pasar, no siento rabia, jummm, ¡menos! Celos, quizá ni me sorprende, era lógico que él buscara en otra lo que yo no he querido, otra que deja que sus manos recorran más de la cuenta ─ ¡diablos! Es que este chico tiene manos de pulpo y odio que ahora le dé por la tocadera excesiva, esa que me enerva; he sido paciente, pero esta es la excusa perfecta para dejar de lado sus besos y manoseos.

Me aseguro de ser vista ─ ¡fue fácil! Pienso ─ la chica que lo acompaña lo abraza y él coloca la cabeza en el hombro de ella y su mirada se cruza con la mía ─ hola, digo solo con un movimiento de labios, sin omitir ruido alguno, le regalo una sonrisa sincera, me despido agitando mi mano y sigo como si nada. No espero que él me siga y diga un lo siento, tampoco debe hacerlo, de hecho, no tenía un compromiso formal y nunca le pedí que esperara algo más que unos cuantos besos y salidas amigables.

─ Maite, debemos hablar ─ giro y veo a un Luis algo agitado, su voz sale entrecorta, debió correr, es mi percepción, pues hace como 10 minutos que lo vi con aquella chica. Debes inhalar fuerte por la nariz, sostener el aire y exhalarlo lentamente, le digo, así como él una vez lo hizo, pero mi tono de voz es tranquilo, calmado y sincero ─ Mi hermosa, sé que no tengo palabras para explicar lo del parque, ella es una chica con la que estoy saliendo, créeme que te iba a contar, es solo que no sabía cómo lo tomarías ─ tomo las manos de Luis e interrumpo su diálogo, le indico que él no tiene quedar explicaciones, entre nosotros no hay nada, somos amigos, unos amigos que trataron de cruzar una línea que no debían, llevamos solo unas cuantas semanas en este juego de besos, pero él merece ser feliz y cuenta con mi aprobación.

El rostro de Luis es un poema, creo que pensó que le haría el que drama con llanto y todo, pero no soy de ese tipo, tampoco soy insensible ¡pero por más que traté de ver a Luis como el chico atractivo, créanme que no lo logré! Para muchas es un gran partido, es lindo físicamente, su personalidad es arrolladora, en mí, sus mil y unas cualidades positivas no lograron más que un gran afecto y cariño como amigo.

─ ¡Eres increíble! Casi pierdo un pulmón y todo para que con esas palabras medes a entender qué nunca te importe como hombre ─ ver su ceño fruncido y voz áspera, me indican que no tomo nada bien mis palabras ─ no voy a discutir contigo, entiendo que para ti no fui más que un sustituto de tu tan anhelado Carlos, ¿crees que no lo noté? Mai no soy estúpido, muchas veces me llamabas así y ahora resulta que para ti no soy nada más que un amigo ─ siento tanta desilusión en sus palabras, me esta juzgando de una manera muy fría, es mejor que intervenga antes de que termine por perder a un amigo.

Luis ¡cálmate! Jamás fue mi intensión el lastimarte con mis palabras, es solo que no supe como expresarme, ¡claro!, que eres impórtate para mí, más de lo que imaginas, es solo que sería un ser egoísta, al privarte de tener una relación bonita con alguien qué si te merezca, ¡no tomes a mal mis palabras! No es que yo no sea digna de ti, pero como indicas, mis sentimientos son confusos, eres el ser más encantador de este planeta y amo pasar tiempo contigo, así como amo tus locuras, pero no lo amo de la manera que los dos quisiéramos, no puedo ser tan vil, no soy así, ¿no me conoces? Dime, sabes en verdad ¿quién es Maite? ─ ¡claro! Sé quién eres, es por eso que me fije en ti, eres diferente, algo corrida y distraída, pero eres una chica maravillosa, acá el único que mal interpreto las cosas fui yo, pero no quiero perder a mi amiga, la chiquilla berrinchuda que dice las cosas crudas y sin censura ¿me aceptas solo como amigo? ─ el semblante le cambio, sé que en el fondo él quería una novia de verdad, esa a la que pueda mostrar al mundo sin el temor de ser negado, sin darle tregua lo abrazo, es un abrazo cargado de mucho cariño, así como de agradecimiento ¡nunca, dudes que eres un gran amigo, mi amigo! Digo desde lo más profundo de mi ser, un te quiero melancólico sale de los labios de Luis, pero para mi es suficiente para entender que perdono mis palabras.



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En el texto hay: amor a destiempo, amor . realidad . mujer

Editado: 07.08.2020

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