Noches de Luna Llena (luciano D Carpinsor)

7

Las cosas se tornaban un poco rudas, y tenía que tener paciencia para lo que se venía, al ver los ojos de Helena casi llorosos y sumergidos en la desesperación mezclada con tristeza, solamente quería tomar a ambos hombres y darles una buena tunda.

Apretó sus puños.

Iba a luchar por ella, inclusive mientras hacían el amor, se lo había pedido, Helena tenía que ser libre, como todos en el bosque.

Si tenía por quien luchar entonces lo haría.

El abrazo a helena fuertemente.

—Tranquila luchare.

—No Mau no quiero que te pase nada.

El cogió su mano y busco la marca que la sellaba como suya y beso el dorso de su mando.

—Sabes las mujeres siempre me abandonaron en la manada, porque creían que nos las podía defender, que nos la podía cuidar de los enemigos de la manada, y pase en la soledad por cien años, hasta que te conocí, contigo, me siento tan lleno, que me da igual que el señor de las sombras venga a matarme, siempre luchare por ti. Era la única mujer que me ha considerado fuerte, entonces no creas que te voy a dejar ir tan fácilmente.

Helena aun no podía razonar las cosa que Mau le estaba diciendo, pero sabía que el hombre lobo hablaba en serio, sintiendo sus músculos, en su pecho, tuvo la necesidad de besarlo. De besarlo tan intensamente que nunca en su vida se le iba a olvidar.

Hizo círculos con su lengua y se hundió hasta lo más profundo de su ser, no quería separarse de Mau, tampoco quería que por su culpa vinieran a matarle.

Noto como puso una barrera mágica para no ser descubiertos. Y generalmente nadie pasaba por allí, pero siempre conservaba la duda, cualquiera podía verlos en aquella situación comprometedora, solamente tenía que esperar a que las cosas cayeran por su propio peso.

Pero es conllevaba muchos problemas con sus familiares.

Mau también se sentía algo furibundo, Helena estaba siendo tratada como una esclava, el valor para su corazón subió de a tope, de un solo golpe ahora sentía muchas cosas por su vampira, en primer lugar el hecho de escaparse todos los días que correspondía para encontrarse en aquel bosque, oscuro, nublado y emparamado, siendo el único lugar donde un amor así se podía consagrar, y en segundo, tener tanta valentía para enfrentar todas las cosas que estaba pasando, por su impuesto casamiento con aquel bastardo infame, el señor de las sombras caracterizado por ser un opresor que desde hace muchas lunas quería apoderarse del bosque y hasta de la montaña de los lobos, era por eso que siempre entraban en riña los vampiros y los de su manada, seguramente las cosas no iban a ser tan buenas como de costumbre desde allí para adelante. Prefería pasar tres meses sin comer, que verla a ella llorando como lo estaba haciendo ahora, no podía permitirlo. Ni esa supuesta boda obligada o que su hermosa vampira llorara una vez más.

—No llores más vampira se te correrá el maquillaje.

Helena se limpió un poco las lágrimas que caían por sus mejillas pálidas, Mau estaba determinado a una sola cosa en esta vida.

Tener la felicidad de Helena.

Y es que ella era mucho más fuerte que los lobos, algunos guerreros al enfrentarse a alguno rival grande se rendían, pero ella estaba luchando contra un imperio.

O tal vez dos.

El de su padre y el del señor de la oscuridad.

—¡Gracias Mau!

El lobo la beso tiernamente.

—No tienes que agradecerme, te amo Helena hare esto y más por ti.

Inmediatamente Mau le levanto la cabeza tiernamente e hizo que mirara directamente a sus ojos para que escuchara con atención todo lo que iba a hacer.

—Te sacare del sufrimiento Helena, pero debes ayudarme en un par de cosas.

—Mau puede ser peligroso.

—No me pasara nada.

Ella dudo un momento, pero alguien que la sacara del sufrimiento, y el aburrimiento de la recamara en su torre era motivacional.

—¿Qué debo hacer?

—Reúne personas…

—¿Personas?—Ladeo la cabeza.

Helena en dispar con sus pensamientos hizo la pregunta ignorante de creencias.

—Helena debemos tener un imperio como el de tu padre, o el señor de la oscuridad para protegerte, no cuento con mi manada por eso no te llevo ahí, pero si fuera un alfa, te aseguro que ya estarías viviendo conmigo, y estarías con todas las comodidades, hasta me molaría mucho ver la reacción de los lobos, y lobinas al ver que su líder es una vampira, me partiría de la risa.

Helena se sonrojo era una propuesta dura.

¿Pero hablaba enserio?

—¿Lo dices de verdad?

Mau se echó una carcajada.

—Y dudas de todo lo que siento por ti.

Helena negó con la cabeza.

—Entonces escúchame, para volver a vernos, falta un mes, pero sé que podemos hacer algo en ese tiempo más que pensarnos, para crear la tierra en donde nos podamos amar sin límites, entonces tendremos que hacerla desde cero, une a todos los hombres que puedas, también las mujeres y todas las criaturas que conozcas, que están en nuestra misma situación.




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