Noches de Luna Llena (luciano D Carpinsor)

22

Mau sabía que las cosas en la familia de Helena eran fuertes, desde su padre que tenía que ser un borde de primera hasta sus empleadas, ¿Cómo pudo sobrevivir allí por todo ese tiempo? Con una banda de tipos como su padre, seguramente le esperaba la total deserción de su clan, era mejor ser desterrado que conservar una relación con tipos como ese, Vladimir volaba cortando el aire, Mau se las arregló para atar una silla de montar a caballo en el cuello del dragón para poder montarlo. Aunque Vladimir se molestó mucho eso, parecía que era una ofensa para sus clanes, el clan de los gloriosos dragones casi extintos, por la tierra los corceles que Vanesa convoco corrían tan veloz como los centauros, cuatrocientos setenta personas que iban a seguir el plan perfecto para atacar a los vampiros, Mau miro al horizonte este, el alba se acercaba, era el momento perfecto para atacar a sus oponentes, vacilando un poco ordeno a Vladimir que se detuviera antes de llegar al castillo para rondarlos un poco, quería llamar su atención, que supieran que el rey del reino de la libertad, estaba bien dotado de aliados.

Si no hubiera pelea fuera mejor.

Los vampiros se dieron cuenta de la presencia de un dragón afuera de su castillo e informaron al comandante encargado. Como paco no se presentaba legislaron a otro nuevo, el aviso al conde rápidamente, y luego se dirigió a las murallas del castillo, cargo las ballestas mecánicas y las catapultas, y espero que las cosas fueran más hostiles para usar la fuerza, a sabiendas que estaban en desventaja porque el día casi iba a llegar, sin permiso, entonces Vladimir encendió su garganta y lanzo llamaradas de fuego verde por la boca, Mau puso los ojos en blanco, y luego le hablo por la telequinesia.

—¡Vaya que eres un presumido!

—¿a qué mola?

Mau siguió distrayendo a los guardias mientras que los chicos se acercaban más al castillo, por el pasillo donde Helena escapaba todas las noches, Uki rezaba a los dioses que fueran para no ser atrapada en la entrada con las manos en la masa. Víctor la acompaño siempre en todo el camino, y por primera vez en la vida, —Cosa extraña en ella— quiso quitarle la ropa y comérselo, no solo con la mirada, los hombres siguieron las ordenes discretas de Víctor aconsejado y guiado por la tímida Uki, bueno es que estar con criaturas que te podían matar de un solo golpe tampoco es que era muy cómodo, y menos darle una orden, sabía que el en clan de vampiros podía hacer lo que le diera la gana, alguna falta a su autoridad y se lo haría informar al conde, para que algunos de los oficiales, fuera a darle una tunda al aludido, sin embargo estar rodeada de gente que no conocía ni pensaba que lo haría, la dejaba al margen allí una altanería provocaría que las garras de alguna de esas criaturas la degollara en menos de lo que decía la palabra ¡Vampiro!, mientras tanto Mau se encargaba de ser la carnada.

La fuerza revolucionaria fue  entrando sin problemas al castillo, la alcantarilla resultaba ser una buena vía de entrada o salida para los que buscaban irrumpir de la zona, o escapar para verse con su amor prohibido del otro clan que se odia con su familia a muerte.

Los barrotes fueron arrancados por completo cuando los hombres más robustos trataron de pasar, e igualmente tampoco nadie en el mundo estaría tan loco para meterse a buscar problemas o aventuras en una comunidad vampiro, menos sabiendo que se lo van a devorar, literalmente, Vladimir siguió echando llamas hasta que los primeros  rayos de luz ya se podían ver, Mau sabía que era una buena noticia contenidos en sus paredes las cosas serían más fáciles para la fuerza de la vanguardia, si los vampiros no podían volar entonces sería una ventaja estratégica, pero tampoco se podían fiar tenían esclavos y escuderos dispuestos a morir por ellos, Uki pudo movilizar la mayoría de personas hasta los adentros del castillo, donde fueron descubiertos por un guardia del castillo y llamo a la fuerza terrestre,  sin dudar  Víctor los ataco y les degolló formando un escándalo… un grito de guerra se escuchó y todos tomaron sus armas, Uki también tomo sus cuchillos, Víctor la miro y tal vez compartió una mirada especulativa, pero sabía que una chica tan linda y refinada como ella no iba a matar a los vampiros que le dieron la educación que tenía.

—Mejor quédate atrás linda puede ser peligroso—En un tono burlón.

Uki se enfadó y poniéndose roja en su totalidad agarro los cuchillos y dando agiles saltos, intercepto a dos vampiros en vuelo y les clavo las cuchillas en el cuello, lastimosamente no eran estacas para que terminaran desapareciendo en el aire tras una explosión espontanea. Víctor miro asombrado, un vampiro tomo a Uki desde atrás, y la estaba asfixiando, pero jugando sucio la elfa lo tomo de los brazos cambiándolo de posición y luego le dio una patada entre las piernas. Justamente donde la armadura no le cubría. Como no era hombre no debía preocuparse por jugar limpiamente, le enseñaría a Víctor que podía ser tan sucia como una víbora pero sin dejar de ser linda como una rosa. Víctor hizo una mueca de dolor mutuo, y aunque los vampiros no eran sus razas favoritas también sabía que un dolor como ese no se podía digerir tan fácilmente.

—Vale pero no te descuides Uki.

Ella se puso a su lado y luego descargo todas las energías que sus hombros, los elfos tenían la única habilidad de siempre tener aquellas energías y visión que los humanos envidiaban.

 

—¿Pero qué demonios está pasando? ¿El comandante Paco donde esta?—El conde derrumbo todas las cosas que estaban sostenidas en la mesa, enfurecido, o doblemente enfurecido hacía de las suyas en todas las partes del castillo, los guardias lo seguían a cada segundo, los mejores militares estaban a su lado,  rápidamente se trasladaron a la sala de guerra en donde el comandante de turno, un negro importado de los países calientes, trataba de contener el ataque del dragón y los rebeldes que entraban por la alcantarilla.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.