Noches de Luna Llena (luciano D Carpinsor)

24

—Te ves hermosas entre tantos lirios.

Helena lloro, pero tampoco tenía que dejarse llevar por el dolor.

—Has algo Mickjabel.—Exigió Helena tratando de hacer que Mau no perdiera la conciencia, el hada pensó cuales era las posibilidades.

Vladimir llego haciendo una sombra espeluznante, Helena entro en pánico y también su hada que corrió a ocultarse detrás de Helena.

Vaya compañera.

—Es el dragón princesa…—Helena entonces entendió.

Inmediatamente Vladimir tomo su forma de sirviente y se puso a un lado de ellos, Helena estaba tan asombrada que no se podía mover.

—La flecha lo atravesó hasta el fondo. Pero veo que el corazón está bien. Hay que llevárnoslo rápido sube a mi hombro con él, los llevare al bosque.

—¡No!—Helena se negó inmediatamente—Debemos sacarlos a todos, Uki, Víctor todos los guerreros.

—El país de la libertad puede continuar sin ellos, pero sin un líder no.

Helena se llenó de ira y se levantó del suelo para darle una bofetada a su interlocutor, sus palabras exudaban crueldad. Ese mal de dar cachetadas era de herencia familiar.

Vladimir se masajeo la mandíbula.

—No peleen.—Exigió Mau con una voz tan moribunda como la de los vampiros desintegrándose con el sol.

—No sé cómo te llames, pero llama a todos para que escapen por esa puta alcantarilla y mueve el culo para salvar a Mau—Parecía que la tendencia de dar órdenes también era un mal de familia— ¿escuchaste?

—¡argh! Solo porque eres la reina no te creas mucho nenita.—El mostro los colmillos amarillentos de su boca. Helena también mostro sus colmillos debajo de la capa.

Pero viendo como Mau se retorcía de dolor Vladimir lo cogió entre sus brazos y lo saco del castillo por la alcantarilla. Helena le seguía por detrás, pero vendría nuevamente para asegurarse que los guerreros salieran con vida y no fueran nada mas una carnada para los chupa sangre.

Dejaron a Mau con Mickjabel que se podía cuidar más que bien, luego regresaron y  Helena le dio las órdenes al dragón.

—No sé cómo te llamas pero, deberíamos avisar a los demás para que vengan a escapar…

—Le estaríamos dando terreno a los vampiros.

—No… conozco este castillo, cortaron los arboles adyacentes, no tienen por donde ir si nos adentramos a los valles… solo unos cuantos tienen armaduras completas, y no serían tan tontos como para seguir a una caravana de hombres armados aunque fueran los mejores guerreros de la corte.

Vladimir reconoció que la chica era lista.

—Vale… los llamare.

—No solamente eso… tú jugaras en papel importante contendrás a todos con tu fuego, serás el salvador de los chicos.

El arqueo una ceja.

—Te pondrás afuera de la alcantarilla en tu modo dragón y lanzaras fuego a los vampiros para despistarlos con eso ganaremos tiempo.

—Vale.

Un golpe por arriba, pero lo esquivo con gran agilidad, Víctor uso sus piernas para hacerlo caer, y el conde cayo con gracia, pero se apoyó en el suelo y se volvió a levantar usando sus poderes para volar, entonces Víctor con sus garras trato de desmembrarlo pero no logro nada, la armadura estaba muy bien hecha, el conde volvió a darle un golpe al lobo en el pecho. Pero este lo resistió y cogió al hombre del cuello, o de lo que parecía ser el cuello, se aferró fuertemente, cerro sus puños y conecto dos golpes tremendos al casco del vampiro,  este parecía más desubicado, Víctor le dio su espacio y luego le dio con una patada, el conde se estremeció de dolor, y jadeo. Víctor lo tomo de la nuca y lo lanzo a la pared.

—¡Joder peleas bien! No te rindes.

El conde volvió a levantarse tratando de tumbar a su oponente pero no lo consiguió, solo se le ofreció un forcejeo del más intenso y repercutiendo en sus actos, lo elevo en el aire, para luego bajarlo de golpe contra el suelo, Víctor desbocado y adolorido no pudo resistir el ataque contundente de Amadeus, quien lo golpeaba ferozmente como una bestia.

Inmediatamente Uki actuó no dejaría que le hicieran daño a su amado lobo, ella le debía la vida y ahora le iba a devolver el favor.

—Detente conde.—exigió Uki y se lanzó a él, clavando sus cuchillos en la espalda, el conde trato de sacársela de encima pero hoy no era su día, porque Uki pensaba en cobrarle todas las que le había hecho a Helena y cogió su cuello entre los brazos y lo empezó a asfixiar. Víctor se levantó rápidamente, y golpeo al conde entre las piernas. El sollozo de dolor y tambaleándose del timbo al tambo.— Vámonos. El patio de atrás Helena nos está llamando, debemos irnos todos.

Víctor aulló, esa era la señal de retirada.

Para que gastar tiempo tocando una corneta, solamente debía usar su garganta y tomando las manos de la chica elfa se internaron a los jardines traseros del castillo, con un montón de gente siguiéndole y también vampiros tratando de matarlos.

Cuando vieron a Vladimir en su modo dragón aguardando en aquella parte del muro entonces predijo que ese sería el lugar.




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