Viéndose al espejo en el baño, Mau comprobó que su herida era grande, había corrido con suerte de salir ileso de ese ataque.
Tenía que volverse más fuerte y atento si quería defender a su vampira, la única forma era entrenar duramente para ser el rey que su pueblo exigía, las goteras de agua se chorreaban por su cuerpo desnudo resbalándose desde el pecho hasta sus piernas y finalmente cayendo al suelo, los papeles que estaban retrasados en su ciudad no se iban a hacer esperar tenía que comprobarlo, y también asegurarse que todo estuviera bien, primero lo primero, debía fortalecer su ejército, porque sus instintos de lobo le decían que algo se aproximaba, Mau cerro la tubería de donde emergía el agua, y luego se miró fijamente al espejo.
Era lo único que nunca quiso ser, un alfa como su padre.
Salió del baño y se secó, rápidamente busco unos pantalones que Víctor le había dejado unos días atrás, y también busco una camiseta de gala para estar en la presencia de los generales, aunque nunca le gusto usar vestimenta cerrada, era más de usar chalecos y ropa que lo dejara moverse rápidamente y con agilidad, tal como el lobo que era nunca dejaba que los demás se encargaran de sus cosas. Cazaba y mataba para otros no para sí, ni menos dejaba que alguien hiciera algo para él.
La locura venía desde generación en generación.
Mau abandono su tienda con rapidez y luego dio un paseo momentáneo por la aldea, se asombró cuando vio todas las magníficas casas que estaban edificando, y el colosal castillo en medio de un árbol de boabad, parecía un sueño, pero cuando pensó en la villa, también imagino que sería algo más privado, como para helena y para él, solamente los dos, sin embargo ver un reino ensanchándose también era conmovedor, le llenaba de orgullo saber que tantas criaturas se unieron a una causa noble.
Camino rápido hasta llegar a la sala de guerra.
En la entrada estaba Vladimir rascándose la entre pierna, en una forma humana que parecía mucho más civilizada que el dragón que siempre usaba, cuando lo vio le saludo con una reverencia y poniendo su mano derecha en su corazón, Mau hizo lo mismo y le devolvió el saludo.
—Veo que se ha mejorado Mau…
—Si ¿no ha pasado nada interesante desde que he dormido?—Vladimir no hizo nada más que una mueca.
—No… lo más interesante fue el día que vimos como un león cazaba… ha habido mucha paz, no sé si es bueno o malo. Mau dime que también sientes esa sensación extraña casi como un presentimiento que te está avisando sobre algo.
—¿También lo sientes?—Mau arqueo una ceja.
—Es horrible no me deja dormir en las noches, he hecho guardia tres días seguidos pero no me deja descansar, es horrible esa sensación tan extraña.
Mau casi que le da un abrazo, era buena saber que no era el único que no sentía esa extraña cosa en sus corazones. O mejor dicho en todo su cuerpo.
—Lo he sentido por tres noches seguidas, pero como Helena insiste que no debería salir a la calle, me ha prohibido levantarme y con esto de que me hirieron me siento más protegido que el papa de mi vampira. Es horrible te saca el aire y estas toda la noche en vela…—Mau puso una mano en su corazón como tratando de decir que lo presionaba y en realidad lo estaba haciendo.
Era cansado sentir ese extremo presentimiento todas las noches embargándolo y dejándolo en vela.
—¿Sera que los ancestros del bosque nos quieren decir algo? piensa un poco más, si el bosque utiliza partículas mágicas y también energías, tal vez este absorbiendo energías negativas o malignas y el por parte automática nos está avisando involuntariamente.
El dragón sabía muchas cosas, era un buen fichaje para el reino, no se había equivocado en elegir a una criatura como esa.
Mau pensó un poco, hasta que decidió dejarlo así, nunca estuvo de acuerdo de pensar y examinar las cosas que le decía su cuerpo, si algo pasaría, entonces tendría que pasar, no debían estar escavando en el futuro menos cuando no podían predecirlo.
—No lo sé pero mejor será que dejemos que las cosas pasen… en el clan hay una vieja creencia del que predice el futuro le va mal en sus siglos de vida, y como no quiero que me vaya mal, entonces mejor quedémonos haciendo el trabajo correspondiente.
El dragón le ofreció una sonrisa.
—¿Por cierto iras al festival?—El lobo tal vez era indulgente en preguntar algo tan obvio quien no iría en la aldea, tenía que ser muy antisocial para no ir.
—Si claro, pero más que ir, seré el que lo supervisare, porque cierta druida me dijo —Vladimir replico la imagen del rostro de Vanesa a la perfección con su magia e imito la voz— como eres un dragón y controlar el fuego quien mejor para la tarea entonces ve y quiébrate una pierna.—Dejo de replicar a Vanesa para recobrar su forma normal— y entonces tendré que encárgame de casi todo.
Mau se echó una carcajada.
—Si te ve haciendo eso seguramente te va a asfixiar con la raíz de algún pino… créeme lo digo por experiencia propia.
Mau indico que entraran a la sala de guerra.
—Mau, creo que ese druida va a ser muy quisquillosa, espero que no me la tenga que comer.
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Editado: 27.09.2020