Noches de Luna Llena (luciano D Carpinsor)

34

Los tambores de guerra se escuchaban por todas partes, bajaban como jinetes del apocalipsis para brindar destrucción y muerte.

El quinto ángel toco su trompeta.

—Nos están atacando Mau…—Aviso Vladimir desde su posición albergando una postura de combate, sin tiempo que perder se elevó al cielo para contener a todos los que pudiera.

—¿Cómo? ¿Estamos en un lugar seguro? Imposible tienen que tener un nivel mágico muy grande para romper mis barreras.—Vanesa inmediatamente se elevó en el cielo.

—¡Demonios!—Mascullo Mau…—Víctor y los generales llamen a sus tropas a una formación, defenderemos nuestro país.

El invoco a sus garras, saliendo de sus brazos como siempre se presentaban filosas y largas, tan fuertes como el acero y afiladas como una navaja.

—¡Mau!—Helena lo detuvo— No puedes ir, recuerda que tienes una herida, te volverá a hacer daño.—Se aferró más fuertemente a su brazo.

El trato de liberarse pero no lo consiguió.

—¡Es la única forma Helena!—El miro a Uki— Cuida de ella con tu vida…

Uki asintió con la cabeza e hizo lo posible para alejarla de Mau, Helena daba patadas y hasta intento golpear  a  los generales que estaban poniéndose en frente para ayudarla a la elfa, pero no pudo hacer nada, solamente ver como su amado lobo se iba a pasos apresurados por los senderos del reino.

Temeroso por la vida de todos los de la aldea, Mau corrió por entre los caminos recién empotrados de piedra y trato de ponerse en donde estaba Vladimir.

Llamo a Vanesa con su cabeza.

—¿Cuantos son?

—Demasiados desde aquí veo más de dos batallones…

—¡Tchs! Debemos llamar a los soldados, no podremos contenerlos por mucho menos si son tantos como dicen ser.

Mau cogió a un vampiro que estaba volando por su lado, y con las garras le saco el corazón a tirones hasta que ya no se pudo mover más.

Exterminaría a cada uno que osó en traicionarlo.

—¡Hombres defended la aldea!—Llamo a todos los soldados de la aldea con una voz tan portentosa que se pudo escuchar en todos los lugares adyacentes.

Luego usando su poder de relámpago, se colocó atrás de Vladimir, y se aferró para no caer. Este se sentía algo pesado pero tampoco se dejó mangonear.

—¿Qué quieres Mau?—El gruño.

—Debemos detenerlos de alguna manera trasformaste en el dragón grande.

—¡No! Hare algo mejor ahora bájate.

Confiando en su general Mau se lanzó al suelo en picada, interceptando dos vampiros que volaban libremente siendo ellos el colchón en donde aterrizo.

Víctor ya tenía la vanguardia formada, la llegada de los vampiros era tan contundente que apenas le dieron tiempo para algo, pero seguramente tampoco le iban a dejar fácil ganar la batalla, se organizó con el comandante humano y los pueblos elfos ahora contaban con arqueros y una visión casi perfecta en la oscuridad, no todo estaba al favor de los vampiros.

Ordeno a los escuderos que se pusieran enfrente de donde estaban llegando los vampiros y protegieran a los escuderos.

Como siempre fue cazador sabía que estos ataques se guiaban desde las sombras, ellos estaban escondidos en el bosque y seguramente aún estaban allí, algunas de sus reservas, pelear en medios de pinos y arboles era más ventajoso para su fuerza que dominaba el terreno y conocía la tierra.

—Vayamos al bosque…—Ordeno y toda la vanguardia lo siguió.

Arriba Vladimir trataba de controlar a los vampiros que venían volando desde el sur, entonces hizo una bola de fuego con sus manos y la dejo levitando a placer, ella perseguía a los vampiros y le daba muerte instantánea muriendo calcinados.

Luego su cuerpo empezó a brillar y en segundos una nueva trasformación apareció, un dragón más pequeño pero con más corpulencia y parecía estar blindado.

Dio un rugido que hizo a todos llevar sus manos hacia los oídos.

—Habitantes de la aldea, por favor resguárdense en sus casas, no queremos que nada ocurra, por favor resguárdense en sus hogares, cierren las ventanas y las puertas con llave, los vampiros no entraran si no están abiertas. Hagan caso a la guardia.

Esa voz la repetía Helena desde su sitio de encuentro.

Luego con sus habilidades invoco al ejército de guardabosques que entraron rápidamente a la batalla defendiendo la naturaleza.

Mau se internó en el bosque para matar a unos cuantos chupa sangre, y después trato de buscar al conde Amadeus no se lo iba a permirtir una vez más.

Se las pagaría todas con lujos de detalles, y lo haría sangrar por esa nariz enorme que tenía, un vampiro intento tomarlo del hombro, pero Mau desgarro sus manos con las garras y le clavo las uñas hasta pegarlo contra un tronco de pino… enseguida el vampiro murió.

—¿Vanesa dime en donde está el conde?—Uso su telepatía para comunicarse con la druida.

—En el bosque más adentro…




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