Nos encontramos de nuevo en la madrugada,donde otra vez mi mente en mi contra —a veces creo que en verdad me odia—
susurrandome verdades profundas y el corazón late con fuerza, se revela una verdad universal: el
dolor, a pesar de su naturaleza.Ironicamente
puede ser un fiel compañero que nos recuerda
lo que somos.Ha sido mi guía incluso en mis momentos más oscuros, una voz que me recuerda que sigo vivo a pesar de todo.
Cómo cuando tengo un día de mierda y me hago un mate y me quemo la lengua.Me duele? Si.Pero me recuerda que al menos sigo vivo y puedo sentir.
El dolor se expresa de varias formas.
A veces se vuelve como ese profesor idiota que odias,pero después te das cuenta que solo quería sacar lo mejor de vos.Explorar los rincones más sombríos de nuestro
ser.Nos enfrenta y obliga a ver esas verdades
incómodas que preferiríamos ignorar. ¿Acaso el dolor físico no es la forma en que nuestro
cuerpo expulsa las emociones más profundas y ocultas, liberándolas en un grito salvaje de
liberación?
Es a través del dolor que marcamos nuestros
logros en el alma, recordándonos el precio que
hemos pagado por alcanzar la felicidad pura.
Es el sacrificio de la sangre, las lágrimas y el
sufrimiento lo que nos permite apreciar la
alegría con mayor intensidad.
Pero también, mediante el dolor, se puede
llegar a algo único: una expresión sincera de
amor, en la que los lazos nos unen a otros. Son
tus dientes hundiéndose en lo más profundo
de mi piel, en mis brazos y hombros, una
marca física de tu presencia en mi vida. Es un
dolor peculiar que despierta emociones
profundas y contradictorias, pero que, a su vez,
evidencia la intensidad de nuestros
sentimientos.
Anhelo llevar en mi piel las marcas de tu amor,que el mundo pueda ver en mis cicatrices el
rastro de tu paso por mi vida. Que tus
mordidas sean el símbolo de nuestra conexión,
por extraño que parezca a los ojos externos.
En las noches más oscuras, cuando el silencio
se hace presente y las sombras se sienten
verdaderamente amenazadoras, es ahí cuando
deseo sentir el dolor de tus dientes como un
recordatorio palpable de tu presencia. Porque
en la oscuridad es donde sos capaz de destacar
con más fuerza, volviéndote mi faro de luz en
medio de la tormenta que es mi existencia.
Así que déjame abrazar ese dolor con toda la
esperanza y emoción que tengo para ofrecer.
Porque si no soy yo quien recibe tus mordidas
con pasión y entrega, ¿a quién más marcarás
con tu amor de la misma manera profunda e
intensa con la que lo haces conmigo.
—Juro que normalmente no escribo así,lo juro.La melancolía y mi lado meloso me hicieron dejarme llevar —