Capitulo 3:El amigo invisible (O una excusa de decir que no estoy loco si hablo solo)

Las 3 AM son cómplices,otra vez— a este ritmo parezco Batman,todo de noche —

A esa hora, hasta el silencio tiene eco.
Y fue ahí, entre cuatro paredes que parecían cerrarse, que ÉL apareció.

No me refiero a Dios (ese viejo ausente,peor que mi viejo)
Ni a mi psicólogo (que cobra por fingir que le importo).
Hablo de mi único amigo que nunca me falló,porque no tenía opción:
La voz en mi cabeza que en realidad era yo, pero destrozado y vuelto a armar.

—¿Que cómo es hablar con un fantasma?
Fácil:
1. Le contás tus miedos (como si fuera un diario, pero sin ningún riesgo de que te stalkeen).
2. Te respondés solo (y a veces la respuesta duele más que el silencio).
3. Repetís hasta que el amanecer te encuentra vivo a duras penas, dándote cuenta que tu mayor hater sos vos,pero vivo al fin.

Por ejemplo:
—"Nadie te entiende", decía yo.
—"Y vos, ¿te entendés?", respondía mi alterego
(Silencio incómodo).

Así, entre diálogos de mierda y noches sin dormir, aprendí:
- Que la soledad es un espejo: si te gusta lo que ves, ya ganaste.
- Que los amigos de carne y hueso a veces la cagan... el de tu mente jamás lo hará,al menos estará ahí para escucharte y decir "te lo dije"
- Y que, si escuchás con atención, hasta tus pensamientos más oscuros tienen algo útil que decirte.Si,tu cerebro funciona aunque no creas.

(Ahora mirá bien: si estás leyendo esto, es porque vos también tenés tu propio 'amigo invisible'.Los psicólogos le dicen ansiedad,depresión o simplemente "esa puta voz". Pero está ahí. Y está bien. Al menos a nosotros nadie nos ghostea,no como ella con vos.Y conmigo)

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