Nocturno

La escalera

 

El hombre abrió la puerta y bajó por las escaleras, pero esta vez el trayecto le pareció más largo y más difícil, y, cuando estaba por llegar al último piso, se encontró de frente con Eddie, su amigo que había muerto hace ya algunos meses. El hombre se quedó inmóvil, mudo, pues, aunque quiso enfrentarse al horror de ver a su amigo ahí subiendo las escaleras, prefirió no decir nada y seguir de largo, entonces imaginó que aquel hombre no era Eddie, sino que era alguien muy parecido a su amigo ya fallecido. Llegó así hasta la puerta principal que daba a la calle, la abrió, y cuando la puerta se abrió el hombre empezó a bajar unas escaleras, pero pronto notó que empezaba a bajar las escaleras nuevamente desde el piso número cinco que era el piso desde donde había empezado a bajar minutos antes, o días antes, ya no estaba seguro, de lo que sí estaba seguro era de que aquel hombre que había visto no podía ser su amigo Eddie. Se detuvo, meditó un poco y se espantó al pensar que salir de aquel edificio se estaba convirtiendo en algo sempiterno, aquel pensamiento lo asustó mucho, así que decidió seguir su descenso para ver si esta vez lograba salir del edificio, pero cuando emprendió la marcha vio venir a su amigo Eddie o al hombre que se parecía a él subiendo por las escaleras nuevamente.

 




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