Nódi ya casi era casi un adulto! Aún así, a pesar de los años no era el mas popular, ni mucho menos el mas atractivo. Logro graduarse, aprendió a tocar la guitarra, a cantar y era muy trabajador. Donde le dieran trabajo ahí estaba. Cualquiera que le preguntará! De ellos salia!
- muchacho muy trabajador y de buena estima. Pasivo y bien mandado, como aquel que no le importa dar sin recibir nada a cambio.
Ya Nódi había aceptado la realidad que le había pasado.
-Que mas da... Bueno no es la primera vez que me había de seccionado. pero esa fue la primera vez que alguien lo supo de verdad.
Aunque Nódi, con el corazón roto se encontraba. No podía a ser nada mas. No tenia con quien compartir lo que pasaba, no recordaba a un amigo que en verdad lo apreciara. Desde el punto mas lejano de su infancia...
Nódi siguió y siguió, paso y paso hasta que hubo un día que su soledad momentáneamente desapareció. Ya que Ancy de el no se intereso.
Apareció alguien como caído del cielo! -Quien era! Ella! Él se preguntaba! Saris! Se llamaba.
Sin querer queriendo la conoció! Era nueva en su congregación!
Blanca! Cabello liso castaño, y de una estatura que llegaba cerca de los 1.70 M. Si bien casi no hablaba, ella era de pocas palabras.
Le conoció y ella le conoció a él. Era tan bello... Como sentir que encuentras a la única alma gemela!
-Simplemente las noches eran cortas, al hablar con ella.