Seguir caminando...

Ya Nódi decidido estaba. Ya sus secretos eran divisados, en una  mañana de un frio domingo, pero el sol allí estaba. 

-"Wou" si he llegado lejos! ¿hasta donde llegare?

Nódi no era de los que estaban a la costumbre! Era poco convencional! Sin dudar, era diferente a los demás.

De poco menos de 1.70 cm con una cabello negro rizado de piel blanca algo asoleada, delgado y con unos ojos morón oscuro con una mirada triste y fría.

Nódi lo había logrado había terminado! Ya estaba todo preparado, la entrega se aproximaba, estaba cercana. 

Los minutos se hacia cada ves mas cortos, y con un suspiro dijo.

-bueno allá voy. Espero que le gusten, a que mujer no le gusta que le cocinen y mucho menos, ¿A quien no le gusta comer? Que puedo perder.

Sus ilusiones chocaban con sus miedos mas profundos, en una batalla sin precedentes. Él no la esperaba.

Ya Nódi estaba en el lugar. De lejos le miró. No podía creer como ella podía hablar con alguien como él. Siguió.

Al final de la reunión, todos se despedian, unos se saludaban y otros solo se hiban. Se acerco a ella, ella no lo sabia. Andaba tan hermosa, como un jardin de primavera, ella era la rosa! rociada por el rocío de la mañana.

Le miro y se acercó tan detenidamente.

-Hola!-  
-Hola!- dijo ella.
-¿Como esta?-
-Bien, ¿Y usted?-
-Bien gracias a Dios! Le he traído algo!- 
-¿Enserio? Dijo ella
-Si, espero le guste! Bueno me debo ir! Hasta luego, cuidese mucho.
-Esta bien, no se preocupe! Dijo ella. Muchas gracias! De verdad! Luego le digo como quedaron! Usted también cuidese! Hasta luego.

Talvez fue la conversación mas corta del mundo! Pero había cumplido con su misión. Tenia una paz dentro de su interior, estaba conforme con lo que había hecho! Había puesto mucho corazón.

Ya la tarde empezaba a desaparecer como un espejismo, y la noche cada vez mas se hacia presente. "rrrr, rrrr" vibro el teléfono! Un "Hola" de quien era! Nódi se preguntaba. Era Saris! 

¿Que dirá? ¿Válió la  pena todo esto? Nódi otra vez se preguntaba. Mientras Transcurrian los minutos y los mensajes hiban y venían. Poco a poco se fue dando cuenta.

Era un "Si me encantan!" dijo ella, con un ¡Muchas Gracias!